Un samurai sin dueño
"Los sueños que tienes te lastiman" le dicen a Logan en un momento del nuevo film solista que lo encuentra intentando dejar atrás un pasado tormentoso. El actor Hugh Jackman (visto recientemente en Los miserables) encarna una vez más al personaje icónico del universo de X-Men y se involucra en una nueva aventura.
Wolverine Inmortal cuenta con la dirección de James Mangold, un realizador que maneja muy bien las secuencias de acción que presenta el relato (la que se desarrolla en el techo de un tren es espectacular) y además explora los conflictos personales que arrastra el superhéroe, quien ya no es tan inmortal como antes y siente en su cuerpo el impacto de balas y flechas que lo atraviesan.
La historia, ambientada en Japón, cruza no de manera tan casual el camino de Logan y el de Yukio (Rila Fukushima), una joven experta en artes marciales con la capacidad de la videncia que marcarán un camino lleno de obstáculos que atraviesa una poderosa organización familiar cuando muere su líder.
La trama se reserva además la presencia de la nieta Mariko (Tao Okamoto), quien está en constante riesgo; la mutante Viper (Svetlana Khodchenkova); la esposa de Logan (Famke Janssen) que reaparece en sueños y una amenazante banda de los Yakuza. Con estos personajes, el realizador focaliza el relato en una lucha sin cuartel que coloca en primer plano las peleas cuerpo a cuerpo, las persecuciones sinfín y, sobre el final, un despliegue tecnológico sostenido por un robot gigante.
La lucha por vencer a la muerte, la inesperada vuelta de tuerca sobre el desenlace y las presiones que sufre Logan/Wolverine desde el comienzo de la historia, hacen de esta producción un buen entretenimiento. Después de los créditos hay una escena sorpresa que tiene lugar en un aeropuerto. Y las garras siguen afiladas...
Como si fuera poco, se está filmando X-Men: Days of Future Past, la secuela directa de X-Men: Primera generación que cuenta con la dirección de Bryan Singer.