Podemos defender a Marvel diciendo que, en aquellos años de crisis del cómic impreso, comenzó vendiendo los dercehos de sus personajes a diestra y siniestra, sin importar que unos quedaran en manos de Fox, otros de Sony, y unos pocos, aún en su propiedad. Resulta curioso saber que cuando Sony planeó su Hombre Araña y Fox sus X-Men, fueron pensados como una trilogía que poco o nada tienen que ver con las historias de los impresos y que sólo buscaban venderse como trilogías para hacer competencia a la entonces existosa "El señor de los Anillos".
Ahora, después de la recuperación de Marvel como casa editorial y distribuidora de películas, han intentado enmendar el camino con el tercer equipo de super héroes y hacer su universo fílmico tan grande como lo es el de su contraparte impresa. Así, después de la fallida X-Men Orígenes: Wolverine, y de la desastrosa X-Men 3: The Last Stand, intentan hacer todo más grande y copiar la fórmula de The Avengers. Wolverine inmortal es la primera pieza rumbo a Días del futuro pasado, un proyecto tan ambicioso como Los Vengadores, pero con tintas de fallas por el camino lleno de tropiezos que han tenido.
The Wolverine nos cuenta la historia de Logan, justo después de haber matado a Jean Grey a.k.a. Fénix (Famke Jenssen), mientras Yukio (Rila Fukushima) va a buscarlo por encargo de un veterano de la segunda guerra mundial, quien está apunto de morir y quiere despedirse de él haciéndole una interesante oferta. A cambio, Logan deberá proteger a su nieta de la mafia japonesa que quiere adueñarse de la empresa del abuelo.
Adaptado de uno de los arcos argumentales más famosos del mutante de las garras, The Wolverine se queda muy corta a lo qu enos habían prometido. No es tan mala como Origins, pero sigue siendo muy pobre con lo que uno esperaría de uno de los mutantes más famosos. Hay un par de escenas que valen mucho la pena, como la persecución en Tren aunque dura sólo un par de minutos, y la pelea con el SIlver Samurai. Lo malo es que la parte romántica con Mariko queda muy en el olvido, y otras cosas quedan sin explicación (la parte de las garras) y no logra impregnar todo el drama del cómic como una evolución del personaje.
Básicamente, la película es plana, con un par de momentos que vale la pena (el 3D no aporta nada) con un par de villanos y una parte romántica completamente olvidable. Realmente lamentamos la terrible decisión de Darren Aronofsky de no haber continuado en el proyecto, pues hubiera sido una mucho mejor película de lo que fue. Fox debería dejar de destrozar a los X-men.