Tras décadas de persecución, el documentalista Robert B. Weide logró que muchos se proponían, que el poco predispuesto Woody Allen se decidiera a aceptar ser el protagonista de un film testimonial sobre su existencia, sobre su vida y obra. Y para llevar a cabo una empresa de este calibre Allen no eligió un cineasta muy reconocido pero sí el más indicado, ya que sus trabajos previos eran todos acerca de grandes comediantes, como Los Hermanos Marx, su primer film, W. C. Fields, Mort Sahl y Lenny Bruce. Y, una vez más, como tantas veces en su carrera, tuvo razón, porque el resultado de Woody Allen el documental es absolutamente fascinante. Una mirada general y a la vez íntima y privada sobre el artista, abarcando no sólo su trayectoria sino también el proceso creativo con el que aborda y ha abordado su prolífica filmografía, y a la vez sus aspectos más personales, que incluyen sus afectos y particularmente sus amores. Sin dejar de lado sus obsesiones, conflictos y reflexiones, dejando espacios entre las descripciones muchas veces pormenorizadas de determinados films de su vasta obra, para retratar al hombre y sus circunstancias.
Weide además tuvo el excepcional privilegio de registrar por vez primera parte del rodaje de una película suya, Conocerás al hombre de tus sueños, un momento incomparable del film, aquél en el que se devela el misterio, se ve al mítico hombrecito en plena tarea y se advierte que no había secretos tan recónditos. Eso llega luego de una apasionante recorrida, con imágenes de archivo recogidas en cada época, por títulos emblemáticos como Corrió, huyó y lo pescaron, Sueños de un seductor, Annie Hall, Manhattan, La rosa púrpura de El Cairo, Hannah y sus hermanas, entre muchos otros, hasta llegar a films más contemporáneos como Match point o Vicky Cristina Barcelona. Lo más importante es que el espíritu expresivo del director de Crímenes y pecados se respira con deleite desde el primer hasta el último fotograma.