Una renovación entretenida
“Apocalipsis” cierra el ciclo que inició con la aparición de la saga, y muestra a una nueva generación.
La recién estrenada X-Men: Apocalipsis, es la tercera parte de la nueva serie de la película de mutantes, iniciada en 2011 con X-Men: Primera generación.
Entre ambas, medió Días de futuro pasado (2014), una cinta que permitió replantear la historia que se nos había contado en entre 2000 y 2009, con la trilogía X-Men, X-Men 2 (2003), La decisión Final (2006), y la spin off X-men orígenes: Wolverine.
A partir del borrón vienen las nuevas cuentas, con un reparto renovado con rostros jóvenes y populares incluidos.
Jennifer Lawrence (Mystique), James McAvoy (Charles Xavier), Michael Fassbender (Magneto), Nicolas Hoult (Bestia), Evan Peters (Quicksilver), Rose Byrne (Moira Mc Taggert), Lucas Till (Havok) y Hugh Jackman (Wolverine) se mantienen como herencia de la saga.
El grupo se renueva con Sophie Turner (Sansa Stark en Game of Thrones), como Fénix, Tye Sheridan como Cíclope, Alexandra Shipp (Tormenta), Kodi Smith Mc Phee (Nightcrawler) y Lana Condor (Júbilo), Ben Hardy (Angel), Channing Tattum (Gambit), a quienes veremos asiduamente hasta 2018, cuando se estrene New Mutants, con dirección de Josh Boone.
En la que se presenta en estos días, la historia transcurre una década después de los sucesos de Días de futuro pasado, cuando Mistique se ha ido, en principio para no regresar; Magneto lleva una vida sencilla de padre de familia en algún rincón de Polonia y el profesor X observa los progresos en la escuela de mutantes que instaló en su mansión, con asistencia de Bestia.
La paz, siempre esquiva, acaba una vez más cuando Apocalipsis regresa de la tumba en la que fue enterrado en el 3.600 antes de cristo.
El enemigo más temible al que se han enfrentado en este universo -se trata de un vi llano increíblemente poderoso, tanto que los antiguos egipcios lo creían un dios y lo adoraban como tal- reingresa a la escena humana provocando incidentes de un extremo al otro del planeta, entre ellos, algunos que involucrarán a los X-Men y los obligarán a salir a la luz.
Claro que con un mutante tan peligroso andando por el mundo, el prestigio ganado por algunos corre peligro y recrudecen los antiguos rencores hacia esta suerte de evolución de los humanos.
Las antiguas luchas, dentro y fuera de mundo mutante se reinstalan y aquí van de nuevo, en dos horas y 25 minutos de narración que se vuelven llevaderos sólo gracias la pericia del director Brian Singer como contador de cuentos de acción y a la novedad que implican los recién llegados.