Falsos dioses que copan la parada
En "X-Men: Apocalipsis", un poderoso mutante se despierta después de miles de años y recluta un equipo para eliminar a la humanidad Filme entretenido pero hasta un punto, por no traer nada, absolutamente nada novedoso.
En la ingrata tarea de adaptar el comic al mundo del cine, vemos que son pocos los nuevos héroes que aparecen y las secuelas, precuelas, y remakes siguen bombardeando las salas de cine con propuestas que, por lo general, no convencen, porque cuando la vara es comparativa, y se especula con el éxito, es difícil mantener una franquicia con la frescura de su filme original. Y este año, casualmente o quizás siguiendo un patrón, se vuelve a aquella vieja moraleja que indaga en “¿qué harías si tuvieras poder?”. Vimos este tema ético en conflicto en “Batman Vs. Superman” y en “Capitán América, Civil War” recientemente, y ahora en “X-Men apocalipsis”. Si bien la piedra fundamental de los mutantes ha sido siempre la de la discriminación al que es diferente, aparece muy diluido en esta película y la trama central trata de un ser todopoderoso que se cree dios e incita a aquellos que tengan gen mutante a que lo sigan y que destruyan al débil por inútil.
La historia nos lleva a la década del 80 y veremos a Xavier (James McAvoy) ya dirigiendo la “escuela para jóvenes talentosos” a la que acuden los adolescentes Jean (Sophie Turner) y Scott (Tye Sheridan). Los mutantes llevan una vida tranquila hasta que Sabah Nur, un mutante de miles de años, es despertado y necesita cuatro “jinetes” para crear el apocalipsis de la humanidad, o su esclavitud. No es incertidumbre, sino que nunca se deja en claro dentro del filme. Mientras tanto, Magneto (Michael Fassbender), que vivía escondiendo su poder, es encontrado y, por esas casualidades forzadas en el cine, relacionadas a una tragedia que le toca vivir, decide que los humanos son malos y en medio de su cólera se une al grupo de Sabah, en esta ocasión como secundario y no como villano principal. Vuelve Mystique (Jennifer Lawrence) para ayudar a Xavier a pesar de no decidirse entre el bien y el mal, y los ayuda a rearmar la nueva (o anterior, esto de los viajes en el tiempo confunde) generación de los X-Men junto a Hank “la bestia”, Nightcrawler, Quicksilver en su versión copada (en Avengers quedó relegado y muerto) que constituirán esa vieja frase de “la unión hace la fuerza”. Un cameo que resuelve escena de Wolverine (Hugh Jackman) y a ganar millones. Filme entretenido pero hasta un punto, por no traer nada, absolutamente nada novedoso.