Cierre cálido tirando a tibio
"X-Men Apocalipsis" es una película que me produjo sensaciones encontradas, entre estar maravillado por algunas cuestiones y fastidiado por otras.
Si tengo que ser justo, de la última trilogía debo decir que es la más floja, siendo el ranking de mejor a peor 1."X-Men first class", 2. "X-Men days of future past" y en el puesto 3. "X-Men Apocalipsis". La lógica me dice que debería haber sido al revés, ir de algo muy bueno a otras entregas aún más superadoras, pero la experiencia demuestra que por alguna cuestión que es un misterio, los directores y escritores se las arreglan y enredan lo suficiente como para bajar la calidad.
Vamos a empezar con lo bueno. A nivel general se debe destacar el sentido del entretenimiento que tienen el director Bryan Singer y sus guionistas. Si bien por momentos se le va la mano, habitualmente crea grandes escenas de acción, vertiginosas y de un gran virtuosismo estético. Hay una secuencia y una escena en este film que son realmente magníficas. La primera es la introducción inicial del villano Apocalipsis en el antiguo Egipto que es una secuencia con gran dinámica, muy buenos efectos especiales y acción al mango. La segunda es una escena donde aparece triunfante, como ya lo hizo en la entrega anterior, el personaje Quicksilver y se manda un rescate memorable! Algo que también me gusta de esta franquicia es que se hace cargo de las muertes que generan las batallas. Muestran la muerte, como debe ser, y no como la parte de Marvel bajo control de Disney donde las muertes son tabú, no se muestran prácticamente.
Por otro lado, Singer sabe cómo presentar una historia y cómo hacer que el espectador se identifique con sus personajes, al punto tal de que llegó a crear un monstruo de taquilla como Wolverine. En el caso de los nuevos Magneto, Profesor X y Mystique es más un mérito de Matthew Vaughn, director de "X-Men first class", pero Singer supo darles continuidad y terminarlos de convertir en imprescindibles de la saga. En este triángulo creo que está la verdadera fórmula del éxito.
En menor medida, están bien las incorporaciones de nuevas caras para darle continuidad a la franquicia.
Ahora vamos con lo malo. En primer lugar debo remarcar, muy a mi pesar, los villanos de la trama. Coincido con los comentarios de otros críticos que dicen que Oscar Isaac ("Ex-Machina") está desaprovechado. Apocalipsis falla en configurarse como el villano más terrorífico de la saga. Le ganan todos. Magneto, Sebastian Shaw, los Centinelas... hasta el nuevo Coronel Stryker. Creo que le faltó maldad más que esos aires de dios que le imprimieron. Hicieron que se viera menos creíble y demasiado grandilocuente. Muy parecido sucede con sus jinetes, Psylocke, Storm y Angel, con la excepción de Magneto que está muy bien como siempre. Los otros tres resultan jugadores de poca monta en la trama, cuyos motivos para unirse al mal nunca son revelados más allá de dar rienda suelta a sus poderes. Además son super panqueques. En un momento son los más malos de todos y al otro se convierten al lado de los héroes como por arte de magia. Quizás Singer quiso abarcar tanto que se quedó con pocas pilas para darle forma a sus villanos y eso es grave para un film de este estilo. En esta línea también me encontré con cuestiones muy buenas a priori que terminaron siendo manejadas mal. Un ejemplo claro es la vuelta de Magneto al lado oscuro. Lo de su familia era potencialmente espectacular, pero la forma en la que el director maneja la tragedia le quita trascendencia e impacto. La relación (o falta de) de Quicksilver y Magneto tampoco se desarrolla de ninguna manera lo que hace que la intervención del primero en la trama pierda importancia y motivación. El cameo de Wolverine también fue bastante torpe aunque debo admitir, que siempre en un placer verlo participar de esta saga.
En fin, un cierre bueno pero tambaleante, que deja un gusto agridulce por el potencial que mostraba y no terminó de entregar. Los seguidores de las X-Men la van a disfrutar pero tanto como otras entregas anteriores.