Un futuro apocalíptico inicia la acción de esta nueva entrega de los superhéroes dirigida por Bryan Singer, un realizador que enhebra las dos primeras películas y pasa directamente al enfrentamiento sin rodeos ni explicaciones innecesarias.
X-Men: Días del futuro pasado, secuela de Primera Generación y de X-Men: La batalla final muestra a los personajes conocidos por los fans de la saga uniendo fuerzas frente a Trask Industries (con Peter Dinklage, de la serie Juego de Tronos a la cabeza), creadora de los “Centinelas”, las máquinas que gobiernan el futuro.
El film juega con los viajes en el tiempo, ya que Wolverine (Hugh Jackman) es enviado a la década del 70 (con buena reconstrucción y detalles de época) para impedir la masacre que se avecina. En la trama también cobran protagonismo Mística (Jennifer Lawrence), Nicholas Hoult (Hank /La Bestia) y Ellen Page (Kitty) junto a Magneto adulto y joven (Ian McKeller y Michael Fassbender), Charles Xavier adulto y joven (Patrick Stewart y James McAvoy). Todos enfrentados consigo mismos.
Con buenos recursos técnicos, la mano segura de Singer para mostrar un universo que conoce a la perfección y todo un entramado que dejará contentos a los seguidores en medio de una historia que presagia el asesinato de un senador, este nuevo eslabón esconde una escena final después de los créditos.