“X-Men: Días del Futuro Pasado”, una batalla épica en dos frentes
devastación, genocidio y masacre inminente. Éste es el futuro del planeta Tierra que retrata X-Men: Días del Futuro Pasado, tanto para los mutantes como para los humanos que osan protegerlos y luchar a su lado. Los "Centinelas" –robots que son capaces de reconocer y rastrear el gen mutante- atacan por sorpresa y sin remordimiento, aniquilando despiadadamente y casi sin esfuerzo a sus objetivos.
Los mutantes viven como refugiados, escapando de un lugar a otro ante cada ataque de los Centinelas. Hasta que el profesor Xavier (Sir Patrick Stewart) y Magneto (Sir Ian Mckellen) –ahora reconciliados- tienen una idea: volver al pasado para evitar que estas máquinas destructivas sean creadas y así salvar al mundo de un futuro apocalíptico. Pero el único lo suficientemente fuerte y resistente para realizar el viaje es Wolverine (Hugh Jackman). Y así, Xavier y Magneto lo envían 50 años hacia atrás, a los años '70, para que convenza a sus "Yo" jóvenes de que lo ayuden, a pesar de sus casi irreconciliables diferencias que arruinaron su amistad.
De esta manera, los X-Men pelearán una batalla en dos frentes, en un juego de ajedrez doble entre pasado y futuro, y con cada pequeña variación con un impacto permanente en el presente y en las vidas de cada uno de los mutantes y humanos 50 años más tarde. Pero no es un juego, es una guerra darwinista contra la extinción.
Con un elenco estelar con James McAvoy y Michael Fassbender a la cabeza (como Charles Xavier y Erik Lehnsherr), X-Men: Días del Futuro Pasado es una sinfonía épica que alcanza un pico climático de acción y drama que ensambla las dos eras de una manera idílica. Bryan Singer, director de toda la saga desde sus comienzos en el 2000 y de Los sospechosos de siempre, controla como un titiritero excepcional a la pandilla de antes –con sus personajes encarnados por Hugh Jackman, Halle Berry y Shawn Ashmore- con las caras más nuevas de la franquicia, interpretadas por McAvoy y Fassbender, además de Jennifer Lawrence, Nicholas Hoult y Evan Peters, sin mencionar al flamante villano de Peter Dinklage, Tyrion Lannister en Game of Thrones.
La mayoría de la trama ocurre en los 1970 en Estados Unidos, lo que básicamente se traduce como "Vietnam", "movimientos hippies" y un Nixon como presidente. Y uno de los grandes momentos del film, y de impecable calidad cinematográfica viene de la mando de Evan Peters como Quicksilver, ahora un adolescente hiperquinético y cleptómano, en una secuencia en el Pentágono que destila genialidad. Por desgracia, su tiempo en pantalla es decepcionantemente corto.
Con X-Men: Días del Futuro Pasado, Bryan Singer logra llevar a la franquicia a un nivel superior, y prueba, una vez más, que su fórmula sigue vigente, y que sus personajes y su historia son fuentes inagotables de buenas ideas y de material en bruto, que sin dudas se exprimirá durante muchos años más.