La vuelta gloriosa de Singer
Esperadísima secuela de la factoría Marvel sobre los mutantes y su lucha por convivir en paz con los seres humanos. Personalmente soy un gran fan de los X-Men, tanto sus cómics, como sus dibujos animados, con los que pasé buena parte de mi adolescencia, y también me han gustado bastante las películas que se han llevado a la gran pantalla, tanto por Bryan Singer como por Matthew Vaughn, siendo este último mi favorito. Realmente cuando confirmaron que volvería Singer a la dirección no estaba muy contento, no porque no me hayan gustado sus films anteriores, sino porque lo de Vaughn me había parecido magnífico y fue por la senda en la que me imaginaba la evolución de la saga. Debo reconocer que Bryan Singer supo captar bastante bien la visión de Vaughn y la combinó con lo mejor de su expertise en el cine de acción y aventuras. Se nota que hay una evolución en su manera de ver a los X-Men, pero a la vez mantuvo la magnificencia y la carga emotiva que fueron su sello en las dos primeras películas, sobre todo en la segunda, "X2".
En esta ocasión, de manera muy inteligente, nos ofrecen una historia que cruza ambos universos de la franquicia, uno situado en un futuro no muy lejano en el que los X-Men de Singer están siendo exterminados por unos futuristas y despiadados centinelas y el otro ubicado temporalmente en los años setentas cuando muchos de nuestros protagonistas estaban definiendo su bando y su carácter. Singer se inspira en la compleja "Days of future past", 2 capítulos de la serie X-Men Uncanny que están dentro de los cómics más queridos por los fans.
La película es super dinámica, con un comienzo que quita el aliento y ya predispone al espectador a la avalancha de batallas y emociones por venir. Como personaje puente de ambos universos está el infaltable Wolverine, interpretado por Hugh Jackman, que deberá incentivar a un joven y vencido Charles Xavier y a su vez deberá convencer a inminentes villanos como Magneto y Mystique para trabajar en conjunto y evitar un futuro apocalíptico.
La trama es bien interesante y más que compleja resulta ser bastante abarcadora. Esta cuestión suele ser un inconveniente para los directores ya que se les complica a la hora de unir todos los cables y cerrar la historia, pero para el ya veterano Singer la cosa pareció resultó más sencilla y pudo cumplir con las expectativas generadas.
La acción, la emotividad y el humor vuelven a conformar un trío exitoso que hacen que las más de 2 horas que dura el film se pasen volando y nos dejen con ganas de ver más, sedientos de más aventuras mutantes.
El punto más bajo pasa por la cantidad de personajes de gran potencial que quedan relegados a un segundo plano, casi de relleno incluso en algunos momentos. Este es el caso por ejemplo de Bishop, Coloso, Havok o el mismísimo Quicksilver, que luego de algunas intervenciones realmente entretenidas, desaparece para dar lugar al reparto de más peso. Más allá de esta cuestión, la trama resulta verdaderamente atrapante y la acción propuesta es gigantesca sin ser exagerada o grotesca. Un verdadero blockbuster de alta calidad que vale la pena disfrutar, sobre todo si sos un fanático de las películas de superhéroes.