Si algo nos ha enseñado Marvel en los últimos años, es que puede hacer productos de calidad respetando el material de orígen. Si bien debido a su crisis se tuvo que deshacer de los derechos de muchos de sus personajes, ha retomado un control creativo en un esfuerzo por presentar mejores productos de calidad a sus espectadores. A diferencia de Sony y Spiderman, quienes decidieron hacer un completo reboot y presentar un universo diferente (The Amazing Spiderman) para limpiar el desastre hecho por Spiderman 3 de Sam Raimi, el director Bryan Singer, también en su afán de limpiar el desastre que representó X-Men 3, decidió hacer un reboot de una manera más elegante: presentar una historia con giros argumentales en el tiempo para reiniciar. Aprovechó X Men First Class , tomó el universo que él mismo había establecido, y mediante una de las sagas más famosas de los mutantes, los días del futuro pasado, ha sido capaz de hacer que la gente, fans y no fans, olviden lo sucedido y comience de cero una nueva saga. Sin embargo, a pesar de que lo realiza de una forma casi magistral, con unos efectos excelentes (el 3D aporta en algunas secuencias, en otras no tanto), escenas geniales y actuaciones cumplidoras (especialmente Fassbender y McAvoy, quienes tienen los mejores duelos actorales), Días del Futuro pasado nos deja con otras interrogantes que prometieron serían contestadas y no lo hicieron, nos deja con ganas de mucho más y con cierto sentimiento de decepción. No es que sea mala, realmente es muy buena, y la pondría sólo por debajo de X Men 2 en toda la saga, pero considerando todo lo que presentaron durante los avances, hay sensación de inconformidad por la película en sí, pero mucho conformismo por la manera por demás inteligente de hacer un reboot a la saga y no recurrir al pan de cada día de hollywood, con nuevos actores, y nuevo universo.