Receta fácil, resultado pobre
Del modelo de Rápido y furioso surge esta película que tiene en Vin Diesel a su punta de lanza
Patear traseros, conquistar a la chica y verse cool mientras lo hacés." Esa frase condensa la filosofía de la película. Esos tres objetivos son más importantes que desarrollar personajes y darles una trama que recorrer. Basta con usar una estética de videoclip de reggaeton (protagonista musculoso, chicas con poca ropa, fiestas en playas paradisíacas) y escenas de acción, en las que los cortes rapidísimos y el 3D impiden apreciar las habilidades físicas de los intérpretes. Por supuesto, no faltan las poses forzadas de los actores antes, durante y después de estas escenas, acompañadas de frases que pretenden ser un guiño al espectador.
Este es un ejemplo del nuevo género de tanques de Hollywood: la película internacional. Ese modelo que la franquicia Rápido y furioso hizo con mejores resultados y consagró como la receta para el éxito en la taquilla mundial, se basa en tener un elenco multicultural y el énfasis puesto en la acción. En xXx: Reactivado es muy difícil interesarse por el destino de los personajes porque son caricaturas (la nerd, el loco lindo). La consecuencia es que los riesgos a los que se enfrentan Xander Cage (Vin Diesel), un deportista extremo devenido agente de un grupo especial de la CIA, y sus secuaces no despiertan mayor interés. Sin personajes con sustancia ni una buena historia que contar, lo único que la película ofrece son escenas de acción extravagantes y fallidos intentos de humor. Ni la fabulosa Toni Colette puede salvarla.