Esta franquicia nació allá por el año 2002 e impulsó la carrera de Vin Diesel en su momento. Su primera entrega hizo buenos números pero el intérprete de "Fast & Furious" se negó a formar parte del line-up de la segunda y la estrella fue (por así decirlo) Ice Cube. Ahí el box office fue flojo y la saga se desestimó durante unos años. Pero así como varios actores del género acción buscan generar sus negocios bajo este modelo (avennturas de un mismo personaje, estilo blockbuster mundial) en este tiempo (y miren sino el caso de Keanu Reeves con "John Wick" sin ir más lejos), Diesel decidió invertir tiempo y dinero en recargar este "XXX". Pero para que el negocio saliera bien, eligió armar un seleccionado internacional que le permitiera ingresar en Asia y otras geografías de manera rápida y directa.
Hay en este cast, una estrella de Bollywood y dos leyendas de las artes marciales orientales, sumados a otros nombres consagrados de la industria (que vienen del mundo de las series) que dan chapa para sostener al film a nivel global con cierta expectativa. Esto sucede porque los productores fueron conscientes de que el tono que el viejo Vin le quiso dar a la cinta, resiste poco análisis objetivo.
Este retorno de "Triple X" es una especie de híbrido entre los X-Extreme Games de ESPN, las secuencias automovílisticas de "Rápido y furioso", las luchas cuerpo a cuerpo del cine de acción clásico de yakuzas y las acrobacias de los hongkoneses para mostrar que en el suyo, saben y mucho.
Casi sin guión, con una estructura narrativa endeble, Xander (Diesel) tracciona su film en base a su carisma (que tampoco es demasiado) y al terrrible elenco que tiene. DJ Caruso, un director al que no le sobra demasiado, se hace cargo de guiar a los muchachos a escenarios divertidos, donde pueden jugar con motos, skates, paracaídas y armas de fuego a granel. ¿Hay una excusa temática? Sí! Digamos que Gibbons (Samuel L.Jackson), inicia la peli intentando reclutar para su grupo a Neymar Jr (??). Sí, hay que vender en Brasil. Anotalo.
En ese diálogo (que te va perfilando el tono del film), ya vamos viendo que algo va a caer del cielo y no es precisamente bendiciones. Un satélite se desploma sobre el lugar donde se da la charla y nuestro responsable del programa, da las hurras para abrir paso a Jane (Toni Colette), oficial de alto rango de la NSA (National Security Agency) quien investiga sobre el caso.
En una reunión con altos directivos, informa que hay un dispositivo capaz de hacer caer los satélites que rodean a la tierra como piedras sobre cualquier destino, cosa que inquieta. Mucho más, cuando vemos que un súper equipo de ladrones se apoderan de dicha caja para hacer de las suyas. Lo cierto es que ante la situación de desconcierto, en la NSA piensan en Xander como solución para sus problemas.
La idea es reactivarlo y que encuentre a los malos, vengue a su amigo y restituya la paz mundial. O algo así. Y Xander...bueno... ya saben. Mujeres, baile, velocidad, diálogos poco cuidados y Reggaeton, o algo así. Eso es. Una vez que el se entera que Gibbons está muerto, decide armar un equipo y acompañar la misión de Jane, porque se ve que no hay demasiado divertido más que arreglar el servicio de cable del pueblito donde vive (de fiesta en fiesta, por cierto).
El equipo se ensambla, hay grosos...Donnie Yen (Ip Man, Star Wars: Rogue One), Tony Jaa (Ong Bak de la 1 a la 3 + Fast & Furious 7, por supuesto), Deepika Padukone (se necesita una estrella hindú para vender ese mercado), el ascendente chino-candiense Kris Wu, la australiana Ruby Rose (de Orange is the New Black), y el escocés Rory McCann de Games of Thrones, entre otros. Una selección. Xander más resto del mundo versus los malos, en otras palabras.
La peli no resiste demasiado análisis. Su historia es bastante endeble y pone todo el acento en el impacto visual, ofrece fiesta y chicas, música estridente y acción extrema. Balas y algunas buenas coreografías de luchas individuales y grupales. Sus persecusiones son espectaculares y cumple en ofrecer lo que vende. Eso si, la primera parte es bastante incómoda si sos un espectador serio.
Nada es en serio y eso desconcierta. No te va a romper la cabeza, pero la última hora se deja ver con gusto y tiene dentro de su género, el valor que le da tanta inversión en romper cosas y golpear cuerpos. Si sos fan de Diesel o te va este tipo de películas, probablemente hasta te guste.