Femme Fatales
El nuevo film de Nadine Labaki (Caramel, 2007) es un canto al feminismo, a la seducción inteligente de las mujeres y a su mirada sobre el mundo; en clara contraposición a las formas masculinas de proceder en una sociedad dividida por la religión. A pesar de cierta inconsistencia en algunas líneas argumentales, Labaki logra un interesante film.
La voz en off femenina del comienzo sitúa al espectador en un pueblo arábigo. Allí conviven musulmanes y católicos en un país desbordado de ataques entre los dos bandos. Pero la supuesta “convivencia” no resulta tan feliz para todos, específicamente para aquellos hombres que avivan constantemente el odio que rodea al pueblo. Con el fin de terminar las absurdas rivalidades, las mujeres arman una estrategia para dejar sin efecto los planes masculinos. El film presenta además una historia secundaria entre Amale (Nadine Labaki) y Rabih (Julian Farhat), quienes protagonizan un probable romance, pero que sólo podrá florecer si los odios dejan lugar al amor y la tolerancia.
La película está empapada de música y buen humor porque es desde allí que la directora prefiere mostrar lo trágico e impiadoso de ciertas regiones en guerra permanente. La división religiosa por momentos se torna una excusa para dejar en evidencia las acciones desmedidas que los hombres terminan generando. La directora entonces elige un camino ya transitado por la recientemente estrenada La fuente de las mujeres (La source des femmes, 2011), en donde el género masculino aparece ridiculizado por las señoras y las jóvenes, dejando sin salida a todos los hombres que no permiten los cambios en la sociedad.
A pesar de no desentonar del clima del film, algunas escenas resultan un poco naif, sobre todo aquellas que intentan burlar a los hombres y evidenciar su rusticidad y falta de sentimiento. Pero lo que quizás más falla es que la directora instala una historia de amor que luego no se trabaja lo suficiente, así se pierde una interesante línea argumental que se presenta al comienzo con seductoras imágenes. Y, si bien de esta manera queda en primer plano la lucha de las mujeres, muchas veces Labaki se dilata con situaciones poco consistentes que le restan fuerza y poesía a la película.
Y ahora adónde vamos? (¿Et maintenant on va ou?, 2011) es un film que habla de un tema delicado, dramático, de países donde la muerte y el dolor parecen no tener descanso. El arte aparece para resignificar el drama, y Nadine Labaki elige la elocuencia del cine para crear y, si es posible, modificar la realidad.