Una comedia romántica que resume lo insípido que está Hollywood al encarar este tipo de proyectos. Y lo que es más grave aún, la arremetida de la corrección política disfrazada de buenas intenciones. Chistes viejos, un argumento poco verosímil, tanto como la química entre la pareja protagónica: Hugh Grant haciendo de sí mismo (como siempre) y Sarah Jessica Parker parece nunca haber abandonado a su personaje de Sex and the City...