El fútbol en Palestina
“¡Yallah! ¡Yallah!” (2017) es un documental que constituye la primera coproducción oficial entre Argentina y Palestina. Está dirigido, producido y escrito por Fernando Romanazzo y Cristian Pirovano, que lo filmaron entre 2014 y 2015. Los protagonistas son Abed-Fatah Arar, Roberto Kettlun, Yosef Alazzah, Susan Shalabi, Nabeel Hrob, Mohammad Abu Sulaiman, y Eyad Abu Garguood. Se presentó en la edición del año pasado del BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) y en el Festival Latinoamericano de Cine Árabe de 2014 obtuvo el premio a “Mejor Trabajo en Progreso”.
A través de siete ciudadanos palestinos vinculados al fútbol, Romanazzo y Pirovano retratan, desde un ángulo muy original, cómo el pueblo se ve constantemente acosado por el Estado israelí. Sin necesidad de mostrar escenas sangrientas, la cinta transmite los diversos problemas cotidianos a los que se enfrentan los jugadores, tales como las autorizaciones y visas que se necesitan para trasladarse hacia otro lugar, las detenciones sin ningún tipo de argumento, la clausura del Club Islámico, la discriminación y el marcado carácter que tiene Israel al no querer ver triunfar en el deporte a Palestina.
En los jóvenes se puede observar cómo el fútbol es utilizado para evadir la situación actual de su propio país. A pesar de que muchos hace años que no pueden reunirse con sus familias, se los ve apasionados por jugar y demostrar su talento. La pérdida del entrenamiento diario, así como la falta de recursos y/o financiamiento, influyen en el desempeño del equipo, por eso algunos que tuvieron que pasar por la cárcel mantuvieron la práctica física desde allí. Como se ve, las ganas de superarse a sí mismos están en lo más profundo de su ser.
“¡Yallah! ¡Yallah!”, que significa “¡Dale! ¡Dale!” en español y es la frase que los palestinos utilizan para alentar a su cuadro, refleja con mucho compromiso una realidad actual angustiante e injusta, donde hasta los realizadores al filmarla estuvieron en zona de peligro. Un trabajo que nos hace tomar conciencia de lo mal que está el mundo y lo necesario que es que este conflicto se resuelva de otra manera, dejando de perjudicar de una vez por todas a los civiles.