“Yanka y el Espíritu del Volcán” es una película dirigida por Ivan Abello y escrita por él mismo junto con Fernando Regueira y Julieta Ledesma. Está protagonizada por Maite Lanata, Yanka y el espíritu del volcánHugo Arana, Lucía Arroyo, Laura Azcurra, entre otros.
La historia trata sobre Yanka, una niña de trece años que vive en la ciudad junto a su padre. Su madre los abandonó diez años atrás, dejándole a ella como único recuerdo un collar con tres piedras. Según testigos, la mamá se perdió en el bosque del Copahue la noche en la que el volcán entró en erupción por última vez y nunca más se volvió a saber de ella. Tras intensos meses de búsqueda, las autoridades la dieron por muerta. Yanka nunca creyó en esta versión y siempre sostuvo que ella estaba viva. El día del casamiento del padre, Yanka se revela y, mientras él se va de luna de miel, ella decide ir al bosque a buscar a su madre. Pero el bosque es un lugar lleno de trampas y seres extravagantes.
La historia es bastante simple y no busca complicaciones, el problema es que la cinta es una complicación en sí misma. Tenemos una trama contada en 85 minutos que se siente realizada a las apuradas y que todo debe pasar porque así está en el guión. Aunque creemos que puede llegar a ser algo positivo, hasta cierto punto, para entretener. Observamos que hay escenas forzadas y muy mal actuadas y una innecesaria “relación de amor”. La historia es muy predecible e incluso la misma cinta te hace un “spoiler” en los primeros 15 minutos.
Podemos observar que, salvo Maite Lanata, las demás actuaciones son desastrosas. Hay momentos y escenas en donde ni los actores ni sus personajes expresan el sentimiento o el gesto que tendrían que estar expresando según el contexto determinado y lo que nos explica la escena. Hay personajes molestos que solo tratan de hacer reír y se vuelven completamente densos y luego hay otros que si no aparecían, la trama seguiría su rumbo sin problema. Y es una lástima, porque creemos que había una gran calidad actoral para demostrarnos otra cosa a los espectadores.
En cuanto a los aspectos técnicos, tenemos una banda sonora que acompaña “medianamente bien” a las situaciones de aventura que durante el filme. Los efectos visuales están pasables pero no son perfectos. También tenemos bastantes planos generales mostrándonos la naturaleza y el medio ambiente argentino, aunque por momentos parece falso y hecho en pantalla verde.
En resumen, “Yanka y el Espíritu del Volcán” es una película flojísima que solo se puede disfrutar si pasamos todos sus errores por alto.