Jack Malik es un fan de los Beatles, y a la vez, un músico que al ver que su golpe de suerte no llega, comienza a frustrarse, pese al optimismo de su mejor amiga y manager Ellie. Luego de sufrir un accidente vial, al despertarse, se da cuenta de que el mundo es distinto, ya que nadie tiene noción de la existencia de los Beatles; por lo que ahora Jack tiene todo servido en bandeja para convertirse en el músico más famoso y aclamado del mundo.
La idea de un mundo donde nadie sabe de la existencia de los Beatlessalvo una persona, podía resultar bastante tentadora; más aún cuando sabíamos que el hombre detrás del proyecto era el mismísimo Danny Boyle. Pero de apoco empezaron a llegar las primeras críticas internacionales, donde se decía que la película era bastante del montón. Y por desgracia, ahora que llega a nuestro país, tenemos que darle la razón.
El principal pero de Yesterday, es como desperdicia la idea central, yéndose para el lado de la comedia romántica más banal, superficial, y sobre todo, edulcorada que podamos ver. No es gratuito que el guionista del proyecto sea el mismo que nos trajo Realmente amor. Si, sabemos que Richard Curtis tiene joyas como Pirate Radio o About Time, pero por desgracia esta vez quiso retomar las dosis de azúcar dadas en el primer film coral que citamos en este párrafo.
A esto debemos sumarle que el sello de Danny Boyle brilla por su ausencia, así que si esperaban ver algo característico del director; solo encontraremos planos con colores saturados en los recitales, y poco más; confirmando así la meseta en la que se encuentra el realizador británico.
Pero no todo es malo en Yesterday. Si la película se vuelve mirable, es por obra y gracia de sus dos protagonistas, tanto por carisma o por la química que tienen entre ellos. Lilly James y Himesh Patel se cargan toda la cinta a sus espaldas, haciendo que los chistes melosos causen gracia; y dándole un poco de personalidad a su trama romántica irreal y personajes tan planos.
Yesterday termina siendo una comedia romántica de corte telenovelezco, que desperdicia una idea que daba para bastante más, y para empeorar las cosas, viniendo de alguien como Danny Boyle, alguien que nos dio joyas como Trainspotting o Exterminio. Demasiado poco para todo el potencial que se tenía.