Un mundo sin los Beatles
El film narra cómo un joven músico descubre que nadie en el mundo recuerda a la famosa banda de Liverpool y se hace pasar por el autor de sus canciones.
"El mundo con The Beatles es un mejor lugar", dice una mujer a Jack Malik (Himesh Patel), un músico que estaba a punto de abandonar su carrera musical hasta que una misteriosa desgracia lo convirtió en un artista internacional. La película nos hace recordar cuán importantes son los cuatro de Liverpool para la música y la vida en general.
Jack decide dejar de tocar su guitarra y cantar el mismo día que ocurre un inexplicable apagón mundial por algunos segundos. En ese mismo momento, es atropellado por un autobús y al despertar en la clínica, el mundo parece haber cambiado: nadie recuerda a The Beatles, y no hay rastro de que hayan existido, salvo en la cabeza de Jack. Lo confirma al tocar para sus amigos “Yesterday”, y nadie entiende cómo pudo haber compuesto una canción tan linda.
Busca en Internet, sin éxito, y cuando está completamente convencido de que nadie en el mundo los recuerda, decide hacerse pasar como el compositor de los temas más exitosos de The Beatles. Pero su culpa, aparecerá en forma de algunas personas que parecen atravesar lo mismo que él, que también recuerdan a la banda inglesa.
La trama no se cuestiona mucho el misterio de por qué sucede lo que sucede, y se centra en su frustración musical, la conformación del “ídolo”, y los conflictos y contradicciones de la fama. Pero principalmente está el tema del amor, porque “Yesterday” es también una comedia romántica: la única fan de Jack es su mejor amiga y mánager, Ellie Appleton (Lily James), quien no puede mantener el ritmo del rápido crecimiento artístico del músico y deja de trabajar con él a pesar de estar enamorada.
Esta última parte hace que el nuevo filme de Danny Boyle (conocido por “Trainspotting” y ¿”Quién quiere ser millonario?” entre muchas otras) se extienda más de lo debido, y, con una idea y un inicio muy originales, la película comienza a redundar sobre lo mismo. Va hacia abajo en vez de aprovechar su gran comienzo y escalar hacia arriba, pero no deja de ser entretenida. Y la música beatle suma puntos siempre. Hay que destacar la presencia del cantante Ed Sheeran, como uno de los actores secundarios, y, jugando con su imagen de chico tímido y talentoso, se muestra como él mismo pero con una personalidad sumamente soberbia.