LOS BEATLES Y PERÓN
Imaginen que un día, luego de algún suceso inofensivo pero de escala mundial como un apagón de unos pocos segundos, el peronismo no existiera más. De repente el sueño de Fernando Iglesias se vuelve realidad y toda influencia de la existencia de Perón en nuestra experiencia vital se desvanece. Habría consecuencias claro, básicamente, en Argentina donde unas cuantas cosas serían diferentes. En Yesterday, Danny Boyle aplica la misma premisa sobre los Beatles (y algunas otras cosas de la cultura popular) y pretende mostrarnos al menos superficialmente cómo sería aquel mundo sin ellos. Adelantamos que se queda un poco a medias, como nosotros con el chiste del comienzo del párrafo.
Porque la premisa, más allá de ser el disparador, es un elemento que sirve perfectamente para el marketing de la película y que además luego veremos que no es más que el adorno de una lisa y llana comedia romántica casi de vieja escuela, de esas de desencuentros y lecciones de vida que, por suerte, no está tan mal. Ahora, pensándolo bien, casi todas las comedias románticas son de vieja escuela ya que casi no quedan ejemplares en el mainstream contemporáneo, menos dirigidas por un director “importante” como Boyle. En fin.
Como decíamos, como comedia romántica está apenas bien: la dinámica entre Himesh Patel y la buena de Lily James funciona a pesar de que ambos personajes son medio psicópatas y un poco añejos. Sobre todo en aquello de querernos mostrar ese conflicto vida profesional vs. vida amorosa de tintes noventeros. La gente de hoy ya no tiene ninguna de las dos. Por otro lado funciona bastante bien el humor, sobre todo en la serie de situaciones simpáticas alrededor de la desaparición de los Beatles, especialmente en lo que tiene que ver con la recepción que generan estos temas que son dados como nuevos en 2019.
El cine de Danny Boyle puede ser desparejo pero siempre me pareció estimulante, al menos, y creo que más allá de cierta superficialidad a la que Yesterday nunca le escapa, también contiene algo de reflexión acerca del arte y sobre todo de ese arte masivo popular del inconsciente colectivo. La película se atreve a decir un par de cosas acerca de lo relativo del plagio y cómo interpretar y recordar las canciones también es una manera de componerlas. Hay un momento muy divertido en el que el personaje de Patel no recuerda Eleanor Rigby, y se frustra por no poder reproducirla perfectamente, aunque luego se dará cuenta que esos detalles poco importan si el núcleo de lo que transmite la canción sigue intacto, y además nos muestra de manera un poco esquemática, cómo componer es ensayo y error y nunca quedar satisfecho.
Exageradamente pensé en Pierre Menard, autor del Quijote, pero luego también pensé que era demasiado para una película como Yesterday que apenas será un momento amable y olvidable de nuestras vidas. No como los Beatles o Perón que parece que serán nuestros para siempre, no importa lo que hagamos para que desaparezcan.