La vida después de nosotros.
Yo antes de ti (Me Before You, 2016) es la adaptación cinematográfica de la novela homónima escrita en 2012 por la autora británica Jojo Moyes, un libro que ha sido best seller, vendiendo más de tres millones de copias en todo el mundo, y que ha cosechado infinidad de fanáticos, en su mayoría del sexo femenino.
La historia se centra en Will Traynor (Sam Claflin), un ex bancario londinense, practicante de todos los deportes extremos posibles y proveniente de una familia acomodada, el cual ha sufrido un accidente que lo ha dejado paralizado del cuello hacia abajo. Ante la necesidad de una enfermera para Will, la madre del joven contrata a Lou Clark (Emilia Clarke), una entusiasta de la vida y con muy poca noción de la moda (expresada en su particular vestimenta), quien acepta el trabajo para poder ayudar económicamente a su familia. Por supuesto que para seguir la línea que todo drama romántico respeta, el factor “chico rico-chica pobre” no ha sido dejado de lado, dotando de un tono agridulce y algo predecible al relato en cuestión.
Decidido a dar fin a su vida, Will se muestra en principio reacio a su nueva enfermera, pero Lou -mediante los méritos de su personalidad histriónica- llevará a cabo todo tipo de actividades para devolverle las ganas de vivir, disfrutar y valorar cada experiencia, más allá de su condición física.
Todo aquello que demanda un film de características entre el romance y el drama, es cumplido a la perfección porque la pareja funciona, aunque quizás un poco más de química hubiese dotado de una mayor credibilidad a ciertas escenas. Las canciones de amor acompañan y sostienen la premisa que se dejó ver en los muchos avances de la película: el amor a pesar de todo, ¿qué hacer cuando aparece alguien que cambia todo tu mundo y convicciones, cómo ser feliz cuando la persona que amas te pide algo que destrozará tu vida por completo?
Estas preguntas encuentran su respuesta en el final del film, el cual a todos los seguidores del libro los dejará más que complacidos. Para aquellos que tengan un paladar algo más fino, en cuanto a historias de amor se trata, la experiencia sin duda sabrá a poco.