Dentro del subgénero de “aventura oscura” el filme, se presenta como una clase B confusa y pobre a la hora de desarrollar a sus personajes o de generar ciertos climas de suspenso. Aquí todo es explicito y previsible. El guion, deja muchas cuestiones sin resolver y los efectos, a esta altura del desarrollo de los mismos son de una pobreza increíble. De la original historia de Mary Shelley aquí hay poco y nada, solo la excusa para que AARON ECKHART se coloque algunas prótesis que simulan cicatrices y luzca sus músculos trabajados, músculos mas expresivos que muchos de los desconcertados miembros del reparto.
Para una tarde de lluvia viendo DVDs en casa, YO FRANKENSTEIN puede funcionar, pero como exponente del fantástico moderno, el filme tiene poco que ofrecer