La difícil tarea de reconocerse
Yo, mi mamá y yo (Les garçons et Guillaume, à table!, 2014) es la versión cinematográfica de la exitosa obra de teatro protagonizada por Guillaume Gallienne, director, escritor y actor de esta adaptación. Con astucia, las escenas se encadenan de manera magistral para reflejar una historia sobre la identidad sexual y el descubrimiento personal.
La ópera prima de Gallienne es una autobiografía en la que el cineasta expone la simbiótica relación con Madame Gallienne, su madre, quien marcó fuertemente su infancia y juventud. Ese lazo obstaculizó su desarrollo emocional y social, al punto de signarle una orientación sexual determinada, como si fuese un mandato dictaminado por ella.
El tema central de Yo, mi mamá y yo, es la confusión sobre la sexualidad de Guillaume. La forma de hablar, el interés que muestra por el mundo femenino y el apego que tiene con su madre, dan casi por sentado una realidad incómoda con la que el joven convive.
Podría afirmarse que la película es sólo un retrato de la vida del director. Pero cuando el espectador comience a inmiscuirse en ella, descubrirá que no se trata de una pequeña y particular historia, sino que detrás se esconden numerosos aspectos con los que se identificará. Los vínculos familiares, la necesidad de crecer y la importancia que se le otorga a la mirada de la sociedad, son algunos de ellos.
Quizás uno de los mayores aciertos de Yo, mi mamá y yo es la gran interpretación de Galliene, tanto haciendo de sí mismo como de su madre. La unión de estos dos personajes en un mismo actor ayuda a confundir al público y resulta interesante.
Diversas situaciones de comicidad, que por momentos rozan una discreta ridiculez, convierten a este relato dramático en un film que atraviesa todos los climas, y que recuerda a la cinematografía de Woody Allen. La sensibilidad está presente y en los últimos minutos consigue una gran eficacia.
Gallienne expone su universo en una película en la que las dudas son protagonistas. Y sabe cómo mantener y resolver esa incertidumbre.