Teresa Constantini construyó su intento de La vida en rosa (el film sobre la vida de Edith Piaf que hizo famosa a Marion Cotillard) en este film que muestra a Tita Merello, Luis Sandrini, Enrique Santos Discépolo y otros artistas argentinos. Lo hace con una interesante reconstrucción de época como -quizá- único elemento logrado: los personajes están construidos con insoportables trazos gruesos, muchas veces a partir de los clichés de sus propios personajes. El desconocimiento de la complejidad dramática y humana y la reducción del film a escenas básicas o poco imaginativas -como highlights de un artículo de wikipedia- son francamente lamentable. Para Constantini, Discépolo es un joven común y corriente que le ofrece ‘tanguitos’ a Tita Merello, y no un inmenso autor desesperado ante la existencia. Mercedes Funes, buena actriz, poco puede hacer para convencer: es evidente que la dirección actoral ahoga cualquier talento. La película es un insulto a la memoria de grandes artistas argentinos que ni siquiera aporta un ápice novedoso. Tristísimo.