Tita Merello es y fue una leyenda porteña. Una mujer única, adelantada a su época. Comenzó su trayectoria artística en un momento en que su género no era el mejor para ascender en el mundo del espectáculo y se transformó en una estrella de enorme nivel internacional. No desplegó su carrera hacia otras latitudes, sencillamente porque ella amaba Buenos Aires e hizo nido, contagiando a todo su medio con su talento y creatividad.
Teresa Constantini lleva adelante una biopic cuya mayor fortaleza es la perfomance de Mercedes Funes. "Tita de Buenos Aires" es un trabajo lineal sobre el ascenso de Merello desde el mundo de la pobreza y la violencia, en los cabarets de mala muerte, hasta el estrellato máximo, como ganadora de premios y con su lugar en las marquesinas siempre encendido sobre la mítica calle Corrientes.
Se estructura también, con sus relaciones primarias, su madre (aquí Esther Goris), sus amigos (Andrea Pietra, Ludovico Di Santo como Hugo del Carril), su primer amante de distinta clase social (Mario Pasik) y el gran amor de su vida, Luis Sandrini (Damián De Santo).
Constantini muestra como se fue forjando el carácter de Tita, a lo largo de los años, y cuál fue la manera (recordemos que es ficción basada sobre algunos aspectos comprobados de su biografía) en que la intérprete fue subiendo peldaños en la consideración popular. Primero su tortuosa relación con un medio hostil, y una vez que se encuentra con Simón Yriondo (Pasik), cómo esa asociación le permite comenzar a hacer sus primeras armas como artista.
La trama siempre irá mostrando los pasos que le permiten a Merello en su vida ir avanzando hasta volverse una cantante y especialista del show business local.
Párrafo aparte para la complicada relación que ella tuvo con el que sería uno de los máximos comediantes argentinos del siglo pasado, Sandrini, de quien se enamoró y con quien vivió una historia singular.
Mercedes Funes le pone capacidad y entrega a su rol desde todos los ángulos. Logra ponerse en la piel de Tita y hasta canta todos los tangos que se escuchan en la cinta, siempre con profesionalismo y solvencia. Vibra cuando hay que hacerlo y enternece en igual proporción. Los rubros técnicos son sólidos y la ambientación es cuidada hasta en sus mínimos detalles. La banda sonora atrae y la película se disfruta aunque no seas fan de la artista ni hayas llegado a sala atraído por la leyenda porteña.
En el debe, sólo puede señalarse que la historia es bastante esquemática, y si bien las actuaciones son solventes (Goris es la mejor, sin dudas), quizás nos hubiese gustado transitar más el devenir de Tita en su relación con el público y la política, tema que la atravesaba y que no termina de desarrollarse como polo de interés dentro de la biopic.
Más allá de eso, "Tita de Buenos Aires" es una propuesta que rinde homenaje a una artista central del campo popular y la historia de nuestra ciudad y sólo por eso, su visionado es recomendado. Además, la encantadora presencia de Funes, potencia la invitación.