Yo soy Margot
Se estrena en la Argentina uno de los films protagonistas de la última ceremonia de los Premios Óscars. Nos calzamos los patines, pisamos firme sobre el hielo y te contamos de que va Yo soy Tonya (I, Tonya, 2017).
Margot Robbie es una de las estrellas del momento. El eclipse que genera es tal que hace que, al término de las películas que la involucra, se proceda a hablar de ella, de sus personajes y sus escenas. No tenemos que ir muy lejos para esto. El lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street, 2013), Focus: Maestros de la estafa (Focus, 2015) y Escuadrón Suicida (Suicide Squad, 2016) son claros ejemplos de sus virtudes. De todas formas, algo faltaba en su prometedora carrera: no había asumido un rol de protagonista, que el peso del film recaiga en ella y le pueda otorgar prestigio. Una verdadera prueba de fuego. Con Yo soy Tonya, Margot Robbie demuestra que no es solo una cara bonita, sino que es una actriz que hay que seguir bien de cerca.
Tonya, llevada a cabo por Robbie, es una patinadora sobre hielo que sueña desde pequeña con hacer lo que ama. Allison Janney interpreta a su madre, la cual cría a Tonya a pura exigencia y maltrato. Y, sumado a todo esto, Tonya se enamora de Jeff – llevado a cabo por Sebastian Stan – y hace que la violencia sea un denominador en común en la vida de la joven patinadora. El reparto es estelar y posibilita que cada uno se destaque de manera radiante en su papel. Allison Janney tiene muy merecido su Óscar por este personaje. Se muestra oscura, firme, violenta, despreocupada y desalmada. La actriz de Mom demuestra que encaja de manera perfecta también en los roles dramáticos.
Ambientada entre las décadas de los 80 y 90, el film logra un repaso inverosímil sobre la carrera de Tonya y cada obstáculo que se le presentó. Craig Gillespie consigue una obra notoria ya que entretiene, no pierde en ningún momento el hilo narrativo y mantiene en vilo al espectador. Yo soy Tonya logra empatía con el público: planos de los personajes rompiendo la cuarta pared y hablando a cámara, preguntas sin respuestas para que saquemos nuestras propias conclusiones y un humor negro que hace que más de uno mire de reojo hacia su costado. Sin dudas Yo soy Tonya fue una de las grandes ausentes en la nominación a Mejor Película pero sus reconocimientos interpretativos son suficientes. Sebastian Stan brinda una brillante actuación pero Margot Robbie es la gran estrella. La actriz de Escuadrón Suicida traspasa la pantalla, se afea para ser aún más hermosa e irradia esperanza para las jóvenes actrices. Nominada al Óscar como Mejor Actriz y ganadora del Globo de Oro a Mejor Actriz de Comedia, el 2017 es un antes y un después en su carrera.
Con cierta similitud a La batalla de los sexos (Battle of the sexes, 2017) por ser un largometraje sobre el deporte, la lucha por la igualdad y los destratos por parte del género masculino, la película de Gillespie es una bocanada de aire fresco, de aire de hielo, en medio de tanta película seria y sin emoción que solo busca ganar premios. Es una película libre de prejuicios. Es una obra que realza los valores, el amor por contar historias y la necesidad de que surjan nuevas estrellas. En un futuro, casi con seguridad, Margot Robbie va a estar híper agradecida a Yo soy Tonya ya que, de ahora en más, ella va a poder decir “Yo soy Margot”.