Edgardo González Amer (“El infinito sin estrellas”, 2017) llega a los cines con la historia de Nati, una chica de un barrio marginal y violento, que se ve envuelta en hechos delictivos, lo que culmina en una tragedia.
Protagonizada por Martina Krasinsky, Leticia Brédice y Daniel Aráoz, esta producción es un thriller dentro del subgénero “rape and revenge [violación y venganza]” donde los personajes buscan una salida a su terrible destino.
La historia muestra la vida de de Nati (Martina Krasinsky), una chica de 17 años que vive en un barrio humilde, un ambiente violento y lleno de miserias. Su madre (Leticia Brédice) atiende un bar deprimente y prepara sándwiches que sus hijos reparten en el barrio. Su amorío con un vecino (Marco Antonio Caponi) no le gusta para nada a Natalia, sobre todo, debido a que es muy pegada a su padre (Daniel Loisi), un colectivero en bancarrota, con una deuda que no puede levantar. Cuando Nati se entera de ello, se une a la banda criminal en la que participa su hermano, Sebas (Sebastian Chavez), comandada por el Yuca (Daniel Aráoz), pero su irreverencia la llevará a una situación de violencia sexual que la marcará de por vida. Sin embargo, podrá ejecutar su venganza enseguida.
Nos enfrentamos entonces a la indignación que provoca ver que varios personajes se preguntan qué habrá hecho Nat para que la violen.
La dirección de González Amer se nota precisa en cuanto a la presentación de los personajes con naturalidad, sin una mirada prejuiciosa o peyorativa. En su primer protagónico, Martina Krasinsky sorprende con una brillante caracterización de un personaje sumamente complejo, que va de la ternura del mate con su papá al odio extremo con los delincuentes. Leticia Brédice y Daniel Araoz acompañan muy bien, junto con Sebastián Chávez, quien hace un trabajo destacable.
El problema de la película quizás sea que, una vez acontecido el hecho bisagra, todos los demás se suceden precipitadamente y ciertas motivaciones quedan sin justificar a partir de la sucesión de hechos sangrientos para cerrar la historia. Esto se hace notar al punto que uno piensa que hubiesen venido bien algunos minutos más para desarrollar la venganza con tanto detalle como el que se usó para presentar a los personajes al principio.
Con la presencia que tiene el movimiento feminista en la actualidad, esta película tiene una vigencia inigualable, no solo por el tema que trata, sino por la manera de ser narrada, la fuerza de la mujer y las decisiones que toma la protagonista en un entorno machista. Una obra que vale la pena ver y pensar.