La necesidad tiene rostro de violencia
La violencia parece la única respuesta frente a la carencia. De todo tipo y color y la protagonista de esta historia se dispone a pagar caro un intento de torcer el rumbo de una vida de carencias tanto materiales como de otro nivel. Ayuda a su madre, acompaña a su hermano pero siempre con el objetivo de crear su propio destino y si para ello debe demostrar que es la más fuerte está dispuesta a todo.
Este es el entramado de una trepidante historia que toma ciertos elementos de género y dibuja personajes secundarios de poco volumen dramático salvo el de un antagonista, a saber prestamista que explota la necesidad de los demás, consigue que roben para él sin repartir equitativamente hablando y al cual Daniel Aráoz le aporta su salsa. Antagonista de Nati en la piel de la temperamental Martina Krasinsky, decidida a cualquier cosa y enfrentamiento para saldar deudas de su padre.
El ritmo y los vaivenes de la trama son el punto fuerte de este opus del director de Tuya (2015), aunque al acumular algunas subtramas, incluida la violencia de género, por momentos pierde el eje y más aún hacia el último tercio del film donde la violencia, los tiros y muertes parecen algo forzados.