Chiquita y vigorosa… Igual que Yvonne Pierron es la película (casi) homónima que Marina Rubino y el Grupo Documenta filmaron sobre la religiosa francesa que misionó en suelo argentino junto a sus hermanas y compatriotas Alice Domon y Léonie Duquet. En 63 minutos, el documental reconstruye la vida de esta soeur alsaciana que –tras haber sobrevivido a la Segunda Guerra Mundial– decidió consagrarse a Dios para “ayudar a la gente que necesitaba”.
Las declaraciones de Pierron ante cámara conforman la materia prima fundamental de esta semblanza que también se nutre de otras entrevistas (a un sobrino, a compañeros de militancia, a colaboradores, al periodista Horacio Verbitsky), de fotos de álbumes privados y de filmaciones e imágenes de archivos públicos. Entre éstas últimas sobresalen los extractos de un tramo del juicio por la causa ESMA que tuvo lugar en octubre de 2010.
En escasas ocasiones Rubino recrea con actores algunos recuerdos de su retratada. La secuencia del encuentro con un toro en plena huida alimenta la noción de una existencia de película.
“Yo me salvé porque debía vivir pero luego supe eso” sostiene la monja al principio del largometraje, cuando rememora sus años mozos en una Alsacia disputada por franceses y alemanes. La frase suena a introducción de uno de esos relatos clásicos que adelantan el destino heroico y trascendental del o la protagonista.
Aunque privilegia el episodio relacionado con el secuestro, desaparición, tortura y asesinato de Alice y Léonie, Yvonne también les presta atención a otros capítulos biográficos de la religiosa sobreviviente: el trabajo codo a codo con los integrantes de las Ligas Agrarias en la provincia de Corrientes, el breve exilio en Uruguay y Francia, la estadía nicaragüense en los albores de la Revolución Sandinista, el regreso a la Argentina tras la recuperación democrática de 1984.
Rubino y equipo filmaron esta semblanza entre 2014 y 2016, poco antes de que Pierron falleciera a sus 88 años en la provincia de Misiones. La lucidez de la monja era tal que reconocía abiertamente algunos olvidos propios de la edad. En este detalle también radica su fortaleza.
La obtención de declaraciones extraordinarias como aquélla sobre la condición revolucionaria de Cristo. El hallazgo de material de archivo tan significativo como las respuestas de la religiosa al abogado de los familiares de Domon y Duquet, Horacio Méndez Carreras. La música original compuesta por Nicolás Mazza y Mariano Vélez… Son numerosos los aciertos de este documental tan chiquito y sin embargo contundente como la figura retratada.