Zombieland: tiro de gracia

Crítica de Jésica Naftal - Loco x el Cine

Una sorpresa llega con esta segunda parte de una película poco recordada. Se trata de la secuela
de Zombieland que aparece 10 años después de su primera entrega en las salas para demostrar
por qué las películas de zombies nos gustan tanto. Si bien es bastante improbable que trascienda
en la historia del cine (o siquiera en la de su género), la película sí nos deja con la grata
sensación de habernos reído un rato. Y esto es para destacar, con lo que les gusta exagerar a las
producción hollywoodenses: ¡dura apenas una hora y media!

El gran mejor punto a favor de esta entrega es el casting que lleva adelante un mundo en donde
los zombies evolucionaron al punto de volverse extremadamente difíciles de matar. Y no sólo
porque ver al equipo matando zombies sea estéticamente bello y artístico (elemento con el que
continúan el juego, en “el asesinato zombie de la semana”), sino también por el contraste que
generan las nuevas incorporaciones actorales. Mención aparte para Zoey Deutch, que salvando
contadas veces donde su papel parece un poco demasiado, nos hace soltar varias risas.

Las caras de Emma Stone, las frases de Woody Harrelson, la torpeza de Jesse Eisenberg y la
sorprendentemente crecida Abigail Breslin componen una familia extraña en este mundo
apocalíptico que nos sorprende con gags en su mayoría buenos (como la hermosa referencia a
The Walking Dead). Y, si de sorpresas hablamos, el épico Bill Murray nos acerca uno de los
momentos más épicos de todo el film.

No hay que dejar de destacar los fx, que evolucionaron positivamente de una entrega a otra, al
igual que las gráficas de “las reglas”.

En cuanto a la trama, vemos un mundo ya establecido donde se permitieron desarrollar aún más
los aspectos interesantes de ver, como la creación de comunidades libres y pacíficas. La historia
en sí misma no nos aporta nada nuevo, ni conflictos, ni resoluciones, ni procesos. Sin embargo
no hay que olvidarse que se trata de una película de género y eso lo lleva con elegancia
aceptable.

Una película innecesaria pero que divierte y otorga un buen rato del entretenimiento más
industrial que el mismísimo Hollywood nos puede brindar.

Esperemos que empiecen a crear nuevas historias y dejen de reutilizar todo lo ya hecho. Pero
mientras tanto, dense un rato para reirse mientras ven volar zombies en mil pedazos.