Luego de los eventos ocurridos en la primera entrega, pasaron varios años en Zombieland, y con ello, cambiaron varias cosas. Algunas de ellas radican en que Wichita y Columbus son pareja estable, y Tallahassee se cree el padre de Little Rock. Todo se complica cuando la mayor de las hermanas empieza a sentirse agobiada, y la más pequeña, a querer conocer a gente de su edad; y es por eso que ambas deciden irse. Ahora los hombres del grupo se embarcan en una misión de rastrearlas a lo largo del país, mientras una nueva mutación vuelve a los zombies más peligrosos.
Seamos honestos, cuando se anunció que Zombieland tendría una secuela, fuimos varios los que pensamos que no era buena idea. No solo porque ya habían pasado varios años desde la primera película; sino que, además, dicha cinta, si bien era entretenida y lograba sacar algunas risas, tampoco había sido una maravilla como para que queramos saber más sobre los cuatro personajes principales. Peor aún, los propios actores, mal o bien, no están con su carrera en el punto que necesitan revivir viejos logros para mantenerse vigentes. Y, así y todo, Zombieland: Tiro de gracia, es un buen film.
Lo primero a destacar es que la química entre el cuarteto actoral se conserva intacta. Si bien ya pasaron varios años, de verdad se siente la camaradería entre los actores, casi como cuando uno se junta con amigos que hace tiempo que no ve. Los chistes y pases de factura (que involucran a guiños a la primera entrega) están presentes desde el minuto cero.
A esto hay que sumarle el añadido de un personaje en particular (el de Zoey Deutch), que si bien en algunos momentos ya cansa con su humor, es un soplo de aire fresco a la película; además que el tándem que forma con Emma Stone logra sacar los mejores momentos cómicos de Zombieland: Tiro de gracia.
Pero esto no pasa con todos los nuevos personajes. Si bien hay algunos que no aportan ni restan, otros ya a los cinco minutos de pantalla se sienten pesados y carentes de gracia, haciendo que queramos que salga de la historia de forma inmediata.
Y hablando de la historia, tampoco innova en nada con respecto a la original, notándose el copy/past de forma muy obvia; pero con el suficiente disimulo como para que aun nos entretengamos con la película y sus gags.
Zombieland: Tiro de graciaentretiene, y, por ende, cumple con su función principal; ya que es obvio que nadie esperaba (ni los propios creadores) que la historia o el personaje nos marquen nuestras vidas. Ahora, si ante un casi seguro éxito de taquilla, deciden hacer una tercera entrega, ya no es para acompañarlos.