Hacía mucho que no me reía tanto en el cine. Zombieland: Tiro de gracia está a la altura de las expectativas, y las mismas estaban muy altas para los que fuimos amantes de la primera entrega hace diez años.
El humor que manejan es muy difícil de lograr de manera sostenida y lo hacen de forma espectacular durante una hora y media.
La fórmula es la misma: narración en off de Jesse Eisenberg hablándole directamente a los espectadores sentados en una butaca de hice, ya sea con la moda de los zombies (por The Walking Dead), mucha cultura pop e incluso haciendo referencia al cine 4D.
Siguen las reglas para sobrevivir y la genial dinámica entre los protagonistas.
Pasó una década, dan nota de ello y lo usan como gran excusa argumental para el personaje de Abigail Breslin, quien ahora es adolescente que quiere experimentar nuevas cosas.
Y por su parte, Emma Stone y Woody Harrelson son magníficos como siempre.
Y hablando de personajes, las nuevas incorporaciones Rosario Dawson y Luke Wilson están muy bien.
Pero destaco más el laburo de Zoey Deutch porque tiene momentos más que geniales e interacción diferente con todos.
La historia es simple, y tiene que ser así, pero lo ejecución de Ruben Fleischer es magnífica.
El director también había estado detrás de la primera entrega, y ahora viene de hacer la muy exitosa Venom (2018).
Las secuencias de acción son geniales, hay un muy buen uso de cámara lenta y la edición es bien al palo.
Un dato no menor para destacar es que el film posee dos escenas post créditos, las cuales son de lo mejor que se ha hecho en la materia. Me animo a decir que incluso le ganan a la ya icónica secuencia de Deadpool 2 que incluía el guión de Green Lantern. Así que no se levanten de las butacas hasta que se prendan las luces de la sala.
En definitiva, Zombieland: Tiro de gracia es puro disfrute para todo el público, pero aún más para quienes amamos el novedoso film de 2009.