Metamorfosis y amalgama
El término folclore fue concebido por el arqueólogo británico William John Thompson a mitad del Siglo XIX para definir lo que más tarde se consolidó como las tradiciones populares. En la Argentina, la noción comenzó a ser utilizada por los intelectuales, que buscaban crear, a partir de los usos populares, un apuntalamiento de la noción de Nación que sustentara al joven Estado argentino en su centenario a principios del siglo XX. A partir de esta definición europea de la tradición, las elites políticas construyeron una estructura de valores telúricos opuesta a las tradiciones que traían consigo los inmigrantes pobres europeos que venían buscando un futuro más prospero. Estas definiciones de la tradición le permitían a las clases dominantes disciplinar e incluir a los nuevos ciudadanos en la ficción que los historiadores y políticos estaban proponiendo para educar a la próxima generación de argentinos.