Existe un sub-género ya definido dentro del mundo de los documentales, aquel que sigue durante un lapso a un músico y/o banda ídem; los muestran en el escenario, en camarines, durante una gira, hablándole a la cámara, en su mundo cotidiano; las variantes son muchas; hasta dio pies a falsos documentales como el memorable This is Spinal Tap. Zuloak, segundo trabajo documental de Fermín Muguruza (su primer obra es un documental sobre una banda en Palestina) es un claro ejemplo de esto, con todos los lugares comunes esperables, y alguna particularidad.
El documental sigue hasta estas chicas desde varios puntos, en girs, relatando su historia desde sus comienzos (incluyendo conflictos internos y cambios en la formación), gritándole a la cámara, y hasta en la intimidad con cierto resguardo (hay momentos en que piden no ser filmadas). Todo esto se va mezclando con diferentes imágenes, expresiones, y una cámara ligera, llena de colores chillones, movida, casi en constante movimiento.
La encargada de documentar a la banda, de filmarlas es Arrate Rodríguez, suerte de manager, representante, busca talentos del mundo marginal; luego Muguruza se encargó de lo extra, darle forma. En este punto se hace interesante cierta dinámica extraña entre el grupo y Rodríguez.
Zuloak logra destacarse, y diferenciarse, cuando se sale de esquema, cuando muestra la movida cultural del País Vasco, cuando hace del documental una película expresionista. Cuando se centra en las vivencias de la banda, todo depende de lo bien que nos caigan estas mujeres bravas. Hay momentos interesantes, letras de canciones para pensar, shows que transmiten adrenalina rockera, anécdotas simpáticas y hasta risueñas; pero poca sorpresa en ese ángulo.
Lo que Muguruza logra con Zoluak es que su documental parezca una película de ficción, y esto es sin desmerecerla, al contrario, la agiliza; y hace que uno pueda seguirla como si tuviese un guión.
Puede resultar atrayente para otras bandas en la misma situación ver cómo se crearon de la nada, como cuentan con el fomento (en varios sentidos) de sus fans; y cómo lograr un (mínimo) crecimiento sin perder los orígenes.
También se cuenta con entrevistas de vario tipo, y a varias personalidades, lo que agrega otro estilo más; en su mixtura total.
Otra vez, como se dio la semana anterior con El Ministro y Néstor Kirchner: La Película – en la que veíamos costados ficcionales y reales de la política, respectivamente – Zoluak (que significa agujero en Catalán) se estrena junto con Las chicas de la banda, dejando entre ambas un fresco de realidad y ficción sobre el mundo de la música y su relación con los representantes de alguna manera.
Zuloak es un documental con una cáscara descontracturada, llamativa; que esconde debajo un documental de banda no muy original aunque definitivamente entretenido para quienes desean ver este tipo de propuestas; tal vez un público similar a los seguidores del quinteto.
No es mucho lo que puede decirse sobre Zuluak en cuanto a película; su título se lo debe a una banda de neo-punk underground vasca integrada por mujeres (primero trío, luego quinteto); y como el género manda, es un grupo “de armas tomar”; contestatarias, de letras con contenido fuerte (en todo sentido), y posición socio-política bien marcada y definida.