Avengers: Endgame:
“Si los hermanos Russo nos deslumbraron con ‘Infinity War’, con ‘Endgame’ simplemente nos volaron la cabeza”. Es difícil describir la espectacular performance de estos dos grandes directores que nos presentan, por cuarta vez, una obra digna del universo cinematográfico de Marvel (MCU). Este famoso dúo, junto al notable productor de todo este mundo, Kevin Feige, nos hacen atravesar una gran variedad de emociones a lo largo de los 181 minutos que tiene de duración y nos van guiando hacia el final de otra etapa, una era que arrancó hace 11 años con “Iron Man” (2008) y concluirá su tercera fase con la película N° 23 de la saga, a estrenarse en unos meses, “Spiderman: Lejos de Casa” (2019).
Después de los hechos ocurridos en “Avengers: Infinity War” (2018), los Vengadores sobrevivientes deberán tratar de recuperarse de su terrible derrota ante Thanos y, a la vez, lidiar con las consecuencias que dejó “La Decimación” al eliminar la mitad de toda la vida en la Tierra y el resto del universo. Para ello, deberán unir fuerzas, recibiendo toda la ayuda posible, para lograr reparar el daño causado por el Titán y restaurar la paz una vez más.
Ya pasada más de una década en la que nos dedicamos a ver y vivir cada una de las historias que nos presentó el MCU, acostumbrándonos al heroísmo de sus personajes y a la fuerte figura que cada uno representa, “Endgame” desde el comienzo invierte los papeles y nos presenta un film lleno de drama con una cantidad considerable de comedia y una dosis de acción que nos haría saltar de la butaca. En él, gracias al increíble trabajo en el guion de Christopher Markus y Stephen McFeely, algunos protagonistas nos enseñan una faceta desesperanzada en la primera mitad de la película, que poco mostraron en sus anteriores apariciones y otros mantienen, o hasta a veces exageran un poco según la trama lo requiera, personalidades joviales y bufonas a lo largo de la cinta, que no necesariamente actúan de manera negativa pero que nos desvían ocasionalmente del ambiente generado en cada situación, de manera intencional, para no llorar desde un primer momento. Y es que esta película nos incursiona en un mar llantos, risas, gritos y aplausos, como nos ha hecho sentir anteriormente, solo con la diferencia de que, esta vez, vislumbramos el final. Un final que no deja que desear en cuanto a musicalización, impecable y concisa, como ya es de esperarse de Alan Silvestri, acompañado de una fotografía y efectos especiales, que transforman cada escena en una obra maestra, más allá de cualquier tropezón que lleguemos a vislumbrar a ojo de lupa.
En síntesis, “Avengers: Endgame” (2019) se transformará, sin dudas, en la película favorita del MCU para muchos, ofreciendo más de lo que puede esperar cualquier fan de este universo, nivelando nuestra balanza de emociones que desequilibró en un primer momento “Avengers: Infinity War” (2018) y, como siempre, dejándonos con ganas de mucho más.
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