Una nueva animación ha llegado a la cartelera de CInes, y el Stop Motion vuelve a ser protagonista.
Un tremendo elenco, efectos impresionantes, interpretaciones excelentes, un director que conoce la obra. Si juntamos todo, encontraremos lo que resulta en la conclusión de la historia de Los Perdedores y Pennywise.
Dwayne Johnson y Jason Statham se juntan para una action budy comedy que llega de manera rápida y furiosa.
El regreso de Alexandre Aja nos mezcla a Kaya Scodelario, a Barry Pepper, cocodrilos y un huracán, y el resultado es positivo. Haley (Kaya Scodelario) al salir de un entrenamiento de su equipo de natación, recibe una llamada de su hermana preocupada porque Dave (Barry Pepper), su padre, no atiende al teléfono. Sumando a su miedo el huracán clase 5 que está por azotar la ciudad donde vive en Florida. La nadadora se salta las evacuaciones para buscar a su padre. Al encontrarlo se lleva la sorpresa de que está mal herido, pero no por el huracán, si no por cocodrilos que han tomado la propiedad y estarán tanto a merced de los lagartos como de la tormenta. Alexandre Aja, conocido en el género de terror por obras como Haute Tension (2003), The hills Have Eyes (2006) y Piranha 3D (2010), donde explora la desesperación humana en situaciones límites, dirige este filme, que como no puede ser de otra manera, busca mantener al espectador en tensión prácticamente constante, con pocos momentos para respirar. Kaya Scodelario se pone las sandalias para interpretar a Haley, el rol principal de la película, con una actuación que no le demanda demasiado dramáticamente, pero que es efectiva, y muy física. Aunque con sus inverosimilitudes en el guión, sale adelante. Barry Pepper tiene el rol más dramático, ya que es el padre mal herido que es una carga para su rescatista, pero no quiere serlo, y está obstinado en cumplir con su rol de padre, y se desarrolla muy bien.El libreto de Michael y Shawn Rasmussen (The Inhabitants, Dark Feed) es dramáticamente sólido, aunque exagerado en el desarrollo de los hechos. Pone a los personajes en una situación imposible, pero encontrando el punto de apoyo en la relación de padre e hija de los protagonistas y desarrollando en profundidad algunas pocas disputas familiares para dar fuerza a la motivación no solo para sobrevivir a la tormenta y los cocodrilos, si no también a sus propias perspectivas sobre sus vidas. Para esto Dave, será pese a su estado una roca sobre la cual Haley se podrá subir para salir adelante. La película se solidifica con la fotografía de Maxime Alexandre (Shazam!, 2019) quien utiliza composiciones muy adecuadas, y en momentos incluso épicas, y la música de Max Aruj y Steffen Thum, quienes hasta el momento habían realizado composiciones más que nada para series y cortos, pero que logran una ambientación sonora que completa y realza el contenido de las imágenes. Con su hora y media de duración, y con algunas exageraciones propias del cine catástrofe, y muchas líneas cliché en los diálogos, Crawl logra entretener al espectador, y por qué no sacar algún que otro susto en varias ocasiones. Alexandre Aja, lo ha vuelto a hacer. Crawl es una experiencia atrapante y entretenida que mantendrá al espectador atento de principio a fin.
Luego de El Libro de la Selva (The Jungle Book, 2016), Jon Favreau vuelve a traer animales a la grán pantalla en la adaptación más ambiciosa. Es una historia conocida casi universalmente, El malvado hermano del rey, asesina al regente, y expulsa con engaños al pequeño heredero para hacerse con la corona. Años después, el príncipe volverá para recuperar el lugar de su padre que le pertenece por derecho. El Rey León de 1984, es un drama digno de Shakespeare, e inspirado en obras del mítico dramaturgo. Cualquier relato sobre conspiraciones y traiciones familiares de la realeza se debe a Hamlet, MacBeth, Otello y varias otras. Hace 25 años, esta historia se convertía en una de las más icónicas de la casa del ratón gracias a la película animada dirigida por Roger Alles y Rob Minkoff. Un cuarto de siglo después, Jon Favreau (Iron-Man 2008, El Libro de la Selva 2016) toma responsabilidad en esta moda de los remakes en Live Action para traer de nuevo a Simba, Mufasa, Scar, Timón, Pumba y compañía de nuevo a la gran pantalla. La tecnología actual permite que esto sea posible y Favreau con libreto de Brenda Chapman (quien en su momento se encargó de supervisar la historia de la película original), se embarcan en esta complicada tarea, con pleno éxito en recrear la animación con otra, pero que nos haga creer que esos animales, son reales (excepto cuando hablan, no se de animales que realmente puedan hablar). Sin embargo, este éxito no es realmente lo mejor que podía pasar a la película. En el afán de lograr la verosimilitud estética más grande, y hacer creer al espectador que está en presencia de un live action, los animales son tan reales que pierden lo que hizo famosa a la versión original: su humanidad. Es claro que no se puede esperar que un león real se comporte como un ser humano, y aunque coreográficamente cumplen con todo lo que deben realizar los personajes, los rostros no expresan emoción alguna, ya que los humanos y los animales no se comunican de la misma forma y esto genera una desconexión entre lo visual, y las voces de los actores que interpretan. Los trabajos vocales son excelentes, James Earl Jones como Mufasa replicando su rol original, JD McCrary y Donald Glover como Simba (jóven y adulto respectivamente), Shahadi Wright Joseph y Beyonce como Nala (joven y adulta), Billy Eichner y Seth Rogen como Timón y Pumba respectivamente, y el gran villano Skar, interpretado por Chiwetel Ejiofor, que tuvo la difícil tarea de ponerse en los zapatos de Jeremy Irons saliendo bastante cómodo. La teatralidad de las voces juega un rol fundamental en esta clase de películas, pero además, la humanización de los personajes a nivel visual, y eso es lo que se pierde en esta versión, y es algo que se siente mucho. Favreau se las arregla para incluir en su versión todos los elementos de la obra original, inclusive los de los números musicales saliendo airoso, sobre todo en el tema de Simba, Nala y Zazu (John Oliver) "I Just Can't Wait to be King", donde demuestra una maestría inusitada al lograr hacer funcionar la acción. La composición original de Hans Zimmer mantiene la calidad, y ayuda al relato tanto como en la versión original, llegando a hacer vibrar fibras emocionales por doquier, aunque hay una nueva composición hecha para el momento musical de Skar, ya que el tema original se ha evitado. El director de fotografía Caleb Deschanel (La Pasión de Cristo, 2004) presenta composiciones hermosas, y se desenvuelve bien tanto para imitar los planos de la obra original, tanto como para incluir nuevos momentos. El Rey León es una experiencia intensa, sensacional, y maravillosa. Sin embargo el realismo extremo le quita mucho de lo que hizo tan especial a la obra original.
Annabelle estrena la tercera parte de su franquicia con director debutante, y nuevos talentos, pero teniendo como centro a la icónica y malévola muñeca.
Cada tanto llegan a las pantallas Argentinas películas de Europa del Este, y Rusia es un país con propuestas interesantes. Rassvet llega a nuestros cines para contarnos una historia de pesadilla.
La última entrega de la franquicia mutante de Fox llega a las salas de cine, y terminará con una era.
La nueva producción de Blumhouse nos trae una historia de venganza y remordimientos que recuerda a varios clásicos, actuales y pasados.
De la mano de Michael Dougherty, el Rey de los Monstruos ha vuelto a la pantalla grande, y lo ha hecho de forma tan imponente que aplasta hasta la pantalla en la que se proyecta.