Con una explosión de efectos especiales que le dan marco a la historia del superhéroe, el Capitán América, en su versión 2011, tiene todo lo que una historia de superhéroes tiene que tener: acción, suspenso, la lucha entre el bien y el mal y también amor. El contexto de la película, la II Guerra Mundial, pone en la pantalla la mirada hollywoodense sobre este héroe, un flacucho muchacho norteamericano (con imágenes digitales se transforma en un bien formado héroe), exhaltando sus buenas virtudes y deseos de defender a la patria, en su lucha contra el villano Red Skull, líder de la división científica de los nazis. ¿Quien vence?, deberá verlo el espectador. El filme le dio movimiento a un comic de las década del 40 tiene mucha acción pero no ofrece una mirada novedosa sobre los héroes.
Noche tensa en el Delta Suspenso, cámaras diferenciadas y oscuridad con tensión fueron algunos de los recursos utilizados por el realizador porteño Víctor Cruz, que presentó en la ciudad su ópera prima en ficción "El Perseguidor". Es la historia de un matrimonio de clase media alta que va a pasar un fin de semana al delta del Tigre en Buenos Aires y debe convivir con su voyeur, y con las cosas de "las que no se habla", pero existen. Bajo la lógica de entender las tramas de la culpa, los miedos y otras emociones, Cruz delineó un filme que tiene como protagonistas a Marita Ballesteros y a Alejandro Mango, con cámaras subjetivas que por momentos marean, pero que dan una buena idea de las distintas miradas que tiene el entramado. El elenco se completa con veinte actores del circuito independiente. Buena la actuación de los actores que interpretan personajes que conviven con los pactos implícitos, con silencios que lo dicen todo.