Un premio, una muerte y el cíclico viaje a donde todo comenzó Maria Enders (Juliette Binoche) recibe la propuesta de volver a actuar en “La serpiente de Maloja”, una obra de teatro que veinte años atrás la llevó a la fama por su interpretación de Sigrid, una joven, bella y cruel pasante. La diferencia es que ahora debe interpretar a Helena, la empresaria de 40 años que se enamora de Sigrid, y quien sufre un desenlace dramático. Instalada en la antigua casa de Wilhelm Melchior, autor de la obra y mentor de la actriz, recientemente fallecido, monta los metódicos ensayos de los diálogos junto a Val (Kristen Stewart), su joven y moderna asistente. Con cada escena, María comienza a enfrentar un espejo de aquello que ya no es. El paso del tiempo y el cambio generacional hacen que tome resistencia de la interpretación. El nuevo director nombra en el papel de Sigrid a Jo-Ann Ellis (Chlöe Grace Moretz) una jovencísima, bella, fresca y famosa actriz que se destaca por protagonizar películas taquilleras en interpretaciones menos artísticas y con puestas espectaculares. Internet, shows en vivo y vídeos online, todo eso marca de forma detallada lo que representa actualmente la fama inmediata de la joven estrella. el-otro-lado-del-exito Como un magnifico telón, el paisaje alpino parece contener secretos milenarios. La “Serpiente de Maloja” hace referencia a la formación de nubes que se desplazan desde Italia hacia los Alpes suizos, y que gracias a un fenómeno climatológico, toman forma de una culebra que se traslada a lo largo de la cadena montañosa y puede ser vista desde el pueblo de Sils María. En el Film de Olivier Assayas, “Clouds of Sils Maria”, titulada en español “Las nubes de María o El otro lado del exito(en Argentina)”, se destacan las actuaciones de una esplendida Juliette Binoche y una fresca Kristen Stewart, con una naturalista forma de interpretar el paso del tiempo, y su aceptación. Assayas representa el tiempo de manera poética en esa nube que se arrastra solemne entre majestuosas y eternas montañas, la va despojando a su paso de su papel principal. Lo efímero y lo etéreo, frente a lo robusto, lo ancestral, lo establecido. Lo vaporoso frente a lo sólido, eso es lo que capta toda la escena.
Un día un cuervo, te abrirá el corazón Kauwboy es el nombre en holandés del ave que adopta Jojo, un niño preadolescente. El ave indefensa se ha caído del nido, pero lejos de ser meramente una mascota, es esta ave quien guía cual corcel negro al niño en el duro trance que está pasando. Jojo aprende como cuidarla a través de un libro especializado, el cual cuenta cuales son las características principales de su comportamiento, alimentación y supervivencia. En un ambiente donde los mayores están entrecortados, muchas veces sus rostros aparecen y desaparecen, las emociones se descontrolan y el desamor parece reinar el ambiente, Jojo construye su universo, su realidad por medio de esta relación, aprende a formar nuevas relaciones e inconscientemente a trascender el dolor, los obstáculos y aceptar lo vivido. Si bien Boudewijn Koole nos cuenta una historia sutil, modesta, donde dos seres que pasan por circunstancias parecidas pueden acompañarse, y así superar lo que les toca, esta historia entre un niño y un animal, supera la media. Cargada de recursos cinematográficos utilizados de manera sencilla y poética, con una excelente fotografía a cargo de Daniel Bouquet, el film no hace abuso sino que por medio de las correctas actuaciones va construye el relato de manera subjetiva, donde los espacios, las miradas, los encuadres, la banda de sonido a cargo de la música de Helge Slikker, los fuera de campo, los silencios aportan fluidez. Nos permite así empatizar con el protagonista, entender su mundo interno y aprender, como él, a salir adelante. El film obtuvo la mención especial de BAFICI 2012 y Mejor opera prima del Oso de Oro en Berlín, entre otras distinciones. Por Florencia Pesce
Un ocaso Rosa Fuerte La historia de Rosa Fuerte trascurre un domingo cualquiera, con una pareja normal (Pablo Rago y Leticia Bredice), en un pequeño departamento. Un amanecer, el desayuno, el aire que se va enrareciendo, las miradas que se van perdiendo en la monotonía… Las bocas no hablan, los cuerpos rechazan la comida, los encuentros de amor, la búsqueda de amor, la desesperación por perder, por encontrar. Donde el sexo, las peleas, la comida, el cansancio, juegan el juego de volver a empezar, intentando llenar vacíos de silencios que gritan pensamientos en una lentitud que asfixia. Una y otra vez lo que no pueden conversar, lo que no pueden digerir se hace extensivo al fuera de campo; y ese que desde afuera es, más que ellos, el que mueve la historia. La composición fotográfica de Agustín Álvarez, la duración de los planos, hacen que el ambiente se cargue de sentimientos, los espacios se achiquen y los encuadres se acorten hasta aturdirnos de emociones. El sonido y su ausencia, parecen llamar a los fantasmas en un espacio carente de palabras, en la perturbadora calma que precede a la tormenta. La película genera una gran incomodidad y sin lugar a dudas en esta primera realización, Laura Dariomerlo está marcando un estilo narrativo, una forma de mirar, de acompañar las destacadas actuaciones que sostienen como condimentos casi únicos este relato que no genera un interés en particular; haciendo una apuesta arriesgada al transmitir y generar un ocaso: Rosa Fuerte.
La luz de la luna crea magia Toda construcción cinematográfica es en sí un acto de magia, de ilusionismo. Para un conocedor del lenguaje esta existe en cada plano, y es que el cine de Woody Allen tiene mucho de esto. El director indaga siempre en el campo de la mimesis haciendo real lo irreal, planteando situaciones internas en metáforas visuales. Su última película “Magia a la luz de la luna” (Magic in the Moonligth) alude a esta ilusión. ya en la primera escena, en un fastuoso escenario: El mejor mago ilusionista Wei Ling Soo despliega todo su encanto, pero ni su magia ni el personaje son reales, ya que el ilusionista oriental es representado por Stanley (Colin Firth) un caballero inglés, sarcástico, incrédulo y ateo. Muy vanidoso, se cree un genio, y todos a su alrededor parecen aceptar esto. Un amigo también mago, Howard (Simon McBurney), le pide que lo ayude a desenmascarar a una espiritista, ya que conocen los trucos de magia pueden descubrir juntos lo que la mujer esconde. Ambos parten a la costa sur de Francia, allí conocen a la joven y hermosa e inocente Sophie (Emma Stone), la médium, que ha sido llamada para una sesión por una acaudalada familia cuyo reciente heredero está enamorado de ella y pretende desposarla. Hasta aquí un pensamiento crítico, dos hombres que toman la magia como un negocio pretenden descubrir el truco detrás de algo espiritual, en solo unos minutos Woody Allen nos presenta a todos los personajes y sus características, ambientando el relato en los años veinte, hace que la ingenuidad y las actuaciones teatrales parezcan naturales, sin dejar su característico humor sarcástico. Dentro de lo llamado “verosímil”, que existe como un contrato inconsciente que hace el espectador al creer una historia como verdadera, parte fundamental del mismo es el espacio donde se plantea, otra fundamental es el grupo de características que forman un genero: Un lugar de ensueño, un clima de verano, y la luz perfecta que realza todo a través de la de fotografía de Darius Khondji encuadra un estado idílico (comedia romántica). Entonces: ¿Qué pasa cuando las condiciones externas nos llevan a bajar la guardia, a ingresar en ese espacio ficticio?, las luces están dadas para crear un estado onírico, se ingresa en estado de vigilia contemplando lo que se ve como un sueño, creyendo real lo que se está observando. Es un poco lo que pasa en el teatro, en el cine, perdemos la noción de la llamada “cuarta pared”, el ambiente induce al espectador a ese estado donde todo es posible. Tanto, que si nos permitimos podemos experimentar y creer sin ver los hilos ocultos. Particularidades del director Woody Allen lleva en promedio una película por año, por más de treinta años realiza este ejercicio convirtiéndose en un hacedor de relatos. Una de sus características narrativas es crear personajes en crisis, complejos, como en “Blue Jazmín”, que despiertan a nuevas experiencias, vivencias que los lleva a descubrir espacios reveladores, ya sean estos reales como en “Vicky, Cristina, Barcelona” u oníricos como en “Medianoche en Paris”. En sus comienzos New York fue su locación favorita, en los últimos años abrió sus caminos a la aventura de descubrir nuevas ciudades, espacios y hasta tiempos. En “Magia a la luz de la luna” juega a ser mago y nos invita a entregarnos a la ilusión y contemplar el amor como un acto de magia, porque si hay algo que no se puede explicar, es la magia del amor. Con la difícil misión: que el mejor mago crea en el acto de magia.
El icono cinematográfico más importante de México, Mario Moreno “Cantinflas” ya tiene película. El film de Sebastian Amo hace hincapié en la preproducción del rodaje de “La vuelta al mundo en 80 días” de 1954, como punto de partida la historia comienza en los días previos a la reunión entre el productor norteamericano Michael Todd y Mario Moreno para presentarle el guion. Mediante el flash back se narra la vida del artista, sus humildes inicios en un pequeño escenario en los años 30, pasando por sus luces y sombras, su cargo como Embajador de la Paz de la OEA, sus vínculos con el poder, su actividad gremial defendiendo a los actores y el éxito que logra en Estados Unidos. La película hace un paralelismo con “el vagabundo” de Chaplin y su activismo social, siendo el mismo Charles Chaplin quien cataloga a “Cantinflas” como “el mejor comediante del mundo” y quien da un punto de giro a la visión de Mario Moreno. Protagonizada por el español Oscar Jaenada (‘Piratas del Caribe. En mareas misteriosas’, ‘La herencia Valdemar II: La sombra prohibida’), la elección de un actor extranjero trajo polémica en México, su entonación está muy bien lograda, pero el relato superficial enfatiza las actuaciones teatralizadas, poco profundas. El film roza los campos, las políticas sociales, los méritos de su carrera, su vida en general, queriendo mostrar mucho se queda pobre de recursos. El mensaje final: Hollywood es quien cataloga a una “estrella”, luego de premiarlo.