La ópera prima del realizador Gustavo Taretto, protagonizada por Javier Drolas y Pilar López de Ayala, es una comedia romántica efectiva sobre dos jóvenes que tienen todo en común, pero no se conocen, con la ciudad de Buenos Aires como escenario. Martín y Mariana nunca se vieron, aunque viven en edificios enfrentados. Cada uno vive en su mundo, absorbidos por sus trabajos y por sus propias fobias. Él es diseñador web, uno de los primeros que empezó, y trabaja todo el día con su computadora. Martín hace todo por internet, desde las compras del supermercado hasta sexo por la web. Está empezando a salir a la calle con la excusa de pasear al perro de su ex pareja, que lo dejó a su cuidado antes de partir al exterior. Mariana se recibió de arquitecta, pero hasta que pueda dedicarse a su profesión decora las vidrieras de un local de indumentaria femenina. "Pienso que si alguien se detiene a mirar la vidriera, en algún punto es como si se interesara en mí", confiesa en un relato íntimo a los espectadores, que verán como Martín camina por la calle y se detiene a ver la vitrina armada por la joven. Este será solo uno de los varios momentos en los que ambos se crucen sin mirarse. Ellos parecen el uno para el otro, pero en una ciudad de más de tres millones de habitantes, encontrar lo que se busca parece algo difícil de lograr. La película expone muchas temáticas actuales, como la falta de comunicación, las manías y temores adquiridos por desilusiones previas, el desarrollo de relaciones en la época de internet 2.0, y la posibilidad del encuentro con esa media naranja que cada uno tiene en algún lugar. EL film cuenta con importantes figuras de reparto como Carla Peterson, Inés Efrón, Adrián Navarro y Rafael Ferro, que interpretan a distintos personajes que se encuentran en la misma situación: la búsqueda de un amor que mitigue la soledad desesperante en la que se ven inmersos. Uno de los momentos más destacados es la abertura de un hueco en la medianera de cada uno de los monoambientes en que Mariana y Martín viven, que liberará las tensiones acumuladas y los acercará a encontrar lo que tanto están buscando. Además la cinta rinde homenaje a la Ciudad de Buenos Aires, a través de múltiples planos que exhiben su arquitectura, sus plazas, sus edificios y calles, y el caos imperante, todo con una impecable dirección de fotografía. También hay que resaltar el guión escrito por Taretto, que es una bocanada de aire fresco para el cine argentino actual, original y preciso, que entretiene a lo largo de la película. Medianeras obtuvo el premio de público en la última edición del Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse y en el Festival de Berlín.
Nominada al Globo de Oro como Mejor Película Extranjera y al Oscar en la categoría de Mejor Vestuario, la película dirigida por Luca Guadagnino y protagonizada por Tilda Swinton es un melodrama contemporáneo sobre una mujer que vive presa de los deseos de los demás, y que al liberarse causará una tragedia familiar. Emma (Swinton) es una inmigrante rusa que se integró a la acomodada familia Recchi convirtiéndose en el corazón del hogar, complaciendo las expectativas de todos. Su matrimonio con el empresario textil Tancredi Recchi le ha dado tres hijos, pero a pesar del tiempo transcurrido, ella se siente confundida e intimidada hasta que conoce a Antonio, un chef amigo de su hijo Edoardo. A partir de ese momento, ambos desarrollarán un romance secreto que tendrá consecuencias imprevistas y cambiará para siempre la vida de toda la familia Recchi. Distintos hechos harán reflexionar a Emma sobre su lugar en el mundo, como la recuperación de su identidad rusa de la mano de Antonio, la presión por ser la mujer perfecta, tratada como un objeto mas que como un sujeto, o la revelación de la sexualidad de su hija adolescente, que será la única que comprenderá el dilema de su madre hacia el final de la película. La comida es un detonante dentro del film que sirve para detectar los cambios de giro en la historia y para prever lo que sucederá. A través de los platos que Antonio prepara y la pasión compartida por la cocina, Emma descubrirá el verdadero amor y se conectará con sus deseos de libertad, encerrados por años en un matrimonio en el que no fue amada, sino sólo admirada. Su marido la había "elegido" en Rusia por su belleza, casi como si fuera una obra de arte, como las que aparecen en el libro que Emma compra en San Remo antes de su primer encuentro amoroso. Ella partió de su patria con la ilusión de ser libre, pero descubre que pasó sus días encerrada dentro de la casa de la familia Recchi. El film busca convertirse en una actualización de los melodramas del cine clásico, aunque queda lejos de las grandes obras del género de Douglas Sirk o Rainer Fassbinder. Además, tal vez falte un poco más de sangre en el romance entre Emma y Antonio. Basada en una historia original de Guadagnino, la película fue coproducida por la misma Swinton, considerada por muchos como un ícono de la cinematografía actual, y presenta numerosas imágenes de la impresionante arquitectura de Milán. Las locaciones también incluyen las ciudades de Londres y San Remo, y los distritos italianos de Dolceaqua y Villa Necchi Campligio, recorridos en paralelo con los sucesos que desembocan en el derrumbe de esta familia de la alta burguesía italiana.
La versión de mi vida. Las partes del todo Ganadora de un Globo de Oro al mejor actor de comedia y nominada entre otros, a los premios Oscar 2011 y al León de Oro en Venecia, la película marca el retorno a la gran pantalla de Richard J. Lewis luego de años dedicado a la televisión. El resultado es una historia interesante, que conmueve y logra entretener a lo largo del relato. El film, adaptado de la última novela escrita por el canadiense Mordecai Richler, muestra la vida de Barney Panofsky (Paul Giamatti), un exitoso empresario y productor de filmes para adultos que aparentemente lleva una vida acomodada. Pero la publicación de un libro que lo involucra con la muerte de su amigo Boogie (Scott Speedman) muchos años atrás lo hará rememorar su pasado, en un intento por dilucidar lo que pasó, a la par de otras decisiones que marcaron su vida. De esta manera, la película maneja un constante ir y venir entre 1974 y 2010, desde que el protagonista es un joven dubitativo con respecto a qué hacer con su vida, hasta convertirse gracias a su tío, en el hombre de negocios que es en la actualidad. Sus recuerdos lo llevarán a lo largo de dos continentes hacia los diversos conflictos y situaciones que ha atravesado, como sus tres matrimonios, la relación con sus amigos, que muchas veces lo lastiman o lo hacen sentir sapo de otro pozo, o el encuentro con el amor de su vida en el lugar menos esperado. El problema es que cada vez que algo importante sucede, Barney se emborracha y pierde la noción de los hechos, por lo cual muchos de sus recuerdos son parciales, y le jugarán una mala pasada. Hay una intención del director de retratar el amor de la pareja como el pilar fundamental en las relaciones humanas, no sólo desde la óptica del romanticismo sino también considerándolo como una pulseada de poder. Al mismo tiempo sobrevuelan en toda la película de modo implícito temas existenciales en tono de comedia o drama, alternativamente. La música acierta al ambientar varios de estos momentos, aportando un aire descontracturado que da equilibrio y continuidad a las escenas. Cabe destacar el gran trabajo de maquillaje realizado por Adrien Morot, que recibió la nominación al Oscar en este rubro, al transformar con excelente precisión los rostros del todo el elenco a la par del paso de las décadas. Giamatti se luce en el rol de Barney Panofsky, con sus debilidades y virtudes, sus arranques y su fragilidad. Toda la película se apoya en él, y ese mérito le permitió alzarse con el Globo de Oro como mejor actor protagónico, además de recibir menciones en otros festivales de cine europeos. El elenco se completa con las actuaciones de Rosamund Pike, Minnie Driver, Rachelle Lefevre, Bruce Greenwood y Dustin Hoffman, que interpreta a Izzy Panofsky, padre de Barney, en una breve pero destacada participación. Una película recomendable que invita a la reflexión sobre la soledad, las decisiones de la vida y el significado del amor.
Anclados al vacío La ópera prima de Misael Bustos reconstruye la vida de dos marineros de la ex-Unión Soviética que quedaron varados en Mar del Plata con la caída del régimen comunista. Con imágenes de archivo y testimonios de familiares y amigos desde Moscú, Bielorrusia y Letonia, el documental, producido por Luis Puenzo, explica el abandono hacia estas personas y las razones de su estadía obligada. Luego de dejar sus hogares y viajar hacia la Argentina por trabajo a principios de los ´90, Viktor Yasinskiy y Anatoli Atankievich, junto a otro grupo de soviéticos, son dejados a su suerte en este lado del hemisferio luego del derrumbe del gobierno de Mijail Gorbachov. Al tiempo de vivir en Mar del Plata, Viktor y los demás reciben una oferta para volver a Rusia, pero sólo les brindarían el pasaje de regreso y un mínimo del salario por su trabajo en Argentina. Viktor, que ya desde niño soñaba vestir un uniforme de marino o de militar, preferirá no correr el riesgo de regresar a su tierra con "la vergüenza" -como define- de no llevar dinero a su familia, y decidirá quedarse a vivir en la ciudad costera hasta cobrar el dinero que le corresponde. Veinte años después y desde el otro continente, lo que queda de la familia rusa de Viktor, su hermano y su hija Lulia -a quien dejó a los tres años al cuidado de su madre- no entienden las causas por las que aún no ha vuelto. El nombre del film retoma el clásico de la historia del cine El Acorazado Potemkin (1925) de Sergei Eisenstein - sobre la revolución social del país a modo de propaganda política para la revolución bolchevique- para reflejar la ruptura entre la época de esplendor de la Unión Soviética con su ocaso, al inicio de los ´90. Las consecuencias para Viktor y sus compatriotas será un vacío de todo tipo: legal, social, emocional e identitario. En este sentido, la película también pone de manifiesto la problemática de la migración forzada, con los sentimientos de desarraigo, los engaños de los que son presa los extranjeros y el difícil proceso de adaptación respecto a situaciones de la vida cotidiana, como el idioma, las costumbres y la cultura del nuevo país. Una película sobre la desilusión y el destierro en el contexto del fin de una época, que deja un sabor amargo y a la vez sirve de denuncia del desamparo del estado ruso a estos ex compatriotas, hoy argentinos naturalizados. El film ha sido seleccionado para participar en la 5° Muestra de Cine Argentino en Leipzig que se realizará del 23 de septiembre al 2 de octubre de 2011.