El documental de Ximena González es un duro film sobre el caso de Julián, un niño guaraní que padece una grave enfermedad en el corazón Los médicos quieren operar, al tiempo que el jefe espiritual de su comunidad aborigen plantea un tratamiento diferente en el interior de su aldea. El resultado será una disputa que alcanzará el terreno legal, con médicos que por medio de una orden judicial quieren intervenir al pequeño, y las personas de la comunidad guaraní, que por sus propias creencias y ritos se oponen y pretenden llevárselo con ellos. De esta manera, González expone el choque de ambas culturas mostrando las dos caras de la situación. Mediante el recurso de la voz en off, construye a lo largo del film el relato de la vida de Julián a partir de los testimonios de distintos doctores y médicos, que rememoran la historia del niño. También la directora emplea material de archivo para mostrar cómo distintos medios audiovisuales y periodistas cubrieron el tema (ya que fue un caso paradigmático que alcanzó estado público en el 2005) a la vez que manifiesta una evidente crítica a los medios masivos de comunicación, que en un principio se hicieron eco de la noticia, pero al poco tiempo el caso quedó olvidado. La película también muestra la inocencia y el asombro que atraviesan los padres de Julián, Leonarda y Crispín, que además de ser muy jóvenes, en algún punto también son como niños que descubren determinados elementos propios de la cotidianeidad en la ciudad, como por ejemplo el contacto permanente con la televisión, algo que ellos no habían experimentado previamente. Un documental fuerte, cargado de imágenes poéticas y también angustiantes, que desliza una crítica social y genera un debate interesante en torno a la medicina y las culturas indígenas.
El film de José Luis García es una interesante producción sobre la búsqueda y posterior reunión con una ex joven revolucionaria de Corea del Sur.La película es una mezcla entre road movie y película autobiográfica, en la que se ve todo el trayecto realizado desde que el director conoció a Lim Sukyung en 1989 cuando la joven cobró renombre internacional al cruzar la frontera de Corea del Sur para llegar a su vecina del Norte, y en el contexto de un festival estudiantil, reclamaba la reunificación de las dos Coreas. El film, que fue ganador el Premio del Público en la última edición del BAFICI, cuenta con bastante material de archivo, lo que permite ver a la distancia el gran coraje y carisma que tuvo la protagonista en su juventud, en un gran trabajo de edición y montaje del director y los productores, que buscaron tapes, imágenes y audios de la época. Finalmente, más de 20 años después de su primer encuentro con Lim Sukyung, José logrará dar con ella, y se producirá la esperada reunión entre los dos, siempre con la presencia de Alejandro Kim, un traductor de coreano-español que ayudó en toda la investigación del director y colaboró en todo el film. Además García consigue que la película entretenga a lo largo del relato y sus diferencias culturales y discursivas con Lim Sukyung son entretenidas, ya que ella no le hace fácil la tarea de registrar su vida o sus pensamientos. Es muy interesante ver que pasó con esa joven enérgica y idealista tantos años después. Y cómo será su singular vínculo con la Argentina hacia el final de la película. El film tiene incluso un interés educativo, ya que explica a grandes rasgos las diferencias entre las dos Coreas e introduce el conflicto y la relación que mantienen hoy en día el Norte y el Sur, al tiempo que revela determinadas cuestiones sobre la cultura, identidad y política de estos países. Una original producción que vale la pena ver para repensar las perspectivas políticas y culturales históricas y contemporáneas, a la vez que refleja la particular historia de vida de una mujer idealista que enfrentó el poder y las consecuencias de su utopía.
Cada tanto aparecen películas que atrapan al espectador de principio a fin, que lo mantienen en vilo en su butaca, tanto por un acertado guión como por las interpretaciones. Este es uno de esos casos. Cacería implacable (Headhunters), de los mismos productores de la saga Millenium, muestra la vida de Roger Brown y su mujer Diana, que llevan una vida de grandes lujos. Él tiene un importante puesto como caza talentos en una empresa de tecnología, y ella es dueña de una respetada galería de arte. Pero para mantener el alto perfil de vida que poseen, Roger se dedica a otra actividad ilícita y secreta para todos: roba costosas obras de arte de sus clientes o conocidos con la ayuda de su amigo Ove, un empleado de una compañía de vigilancia. Tiene algunos conflictos maritales, pero su vida en general marcha bien. En una exposición su esposa le presentará a Clas Greve, un ex ejecutivo que parece un excelente candidato para la empresa para la que Roger trabaja, y decide conocerlo. Y así se enterará de varios sucesos, como que este hombre ha formado parte de un grupo especial de la Armada Danesa en su juventud. Pero la revelación más impactante será otra: saber que Clas tiene en su poder una valiosa pintura de Rubens. Entonces Roger decidirá hacer lo necesario para obtener el cuadro y salvarse de por vida. Todo esto es sólo el comienzo de la película. A partir de allí la historia irá en una escalada de eventos que cambiará la vida de todos minuto tras minuto, y donde, conducidos por la acción y el suspenso, se revelarán secretos que nadie conoce y que volverán a Roger la presa de una feroz persecución. La película está protagonizada por Aksel Hennie (Roger Brown), un respetado actor noruego que brinda una interpretación visceral en el film; Nicolaj Coster-Waldau (como Clas Greeve) actor danés también reconocido a nivel internacional por su participación en la serie de televisión Game of thrones, y la hermosísima Synnove Macody Lund, que en su debut cinematográfico hipnotiza en cada plano. Pero sin duda el punto fuerte del film es el guión, adaptado del best seller del escritor noruego Jo Nesbo, destacado por la crítica internacional como responsable de expandir los márgenes de la novela negra moderna, y que obtuvo ventas de más de 8 millones de libros con Headhunters. Y justamente ahí radica el potencial de la película, con un guión vertiginoso que muta constantemente, que entretiene, es imprevisible, y consigue capturar la atención del espectador en todo momento. La película aborda grandes temas en torno a la conducta humana como la ambición, las traiciones, la venganza, la incertidumbre frente a determinadas situaciones, y principalmente las relaciones de poder, tanto en el ámbito laboral como en el personal. Una gran película, que vale la pena ver en cine, y que atraviesa los géneros de acción y suspenso de manera inteligente y salvaje a la vez que explora el comportamiento humano en sus múltiples aristas.
La última película de Wes Anderson es una excepcional comedia sobre dos adolescentes que se enamoran y escapan juntos, generando un inusitado revuelo en el pequeño pueblo en que viven. Ambientada a mediados de los ´60, el nuevo film del director de Los Excéntricos Tenembaum y Viaje a Darjeeling, presenta una increíble historia situada en una pequeña isla de Nueva Inglaterra, protagonizada por los jóvenes Sam (Jared Gilman) y Lucy (Kara Hayward), un explorador y una actriz y ávida lectora, que luego de conocerse de manera espontánea establecerán un lazo especial, y precipitarán un plan de fuga de sus respectivas moradas. A medida que avanza el relato, comprenderemos cuáles son las razones de escapatoria de cada uno, y cómo ambas historias se entrelazan en la construcción de su amor. Si bien la historia de la película gira en torno a Sam y Lucy, tiene un gran elenco que hace funcionar el relato como un reloj, y que incluye renombrados actores como Bruce Willis, en el papel del frustado comisario del pueblo, Edward Norton como líder explorador, Bill Murray como un abogado venido a menos, Frances McDormand como la desapegada esposa de éste último, y finalmente Tilda Swinton en el rol de una asistente social sin desperdicio, tan mágnetica en la pantalla como siempre. Luego de su huída, tanto el resto de los exploradores como los padres de Lucy (McDormand y Murray) y el Capitán Sharp (Willis) emprenderán la búsqueda de los dos chicos por todo el lugar, mientras que ellos se las arreglarán sin problemas para sobrevivir en la naturaleza gracias a la experiencia de Sam como explorador. Con el correr de las horas la historia se complicará en todos los sentidos, y mientras los protagonistas emprenden una fuga definitiva demostrando su entrega y amor mutuo, se pronostica una gran tormenta que azotará la isla y que se convertirá en un antes y un después para todos los personajes. Hay varios puntos que deben destacarse de esta producción, empezando especialmente con la música que acompaña la historia, (razón por la cual es recomendable ver la película hasta los títulos finales incluidos), además de un numeroso y llamativo vestuario, exquisitas locaciones, todo con una estética tan particular de Anderson, entre lo naif y lo retro, en la que también se destaca un personaje interpretado por Bob Balaban, que en varios momentos guía el relato como si fuera una especie de Dios, que va explicando determinados eventos que sucederán más adelante. Anderson también elige utilizar muchos gratos recursos técnicos interesantes, vistas panorámicas, travellings y algunos planos secuencia, además de la utilización del color, que le imprimen un carácter especial al film. Sin duda estamos frente a una obra cinematográfica en la que cada plano, cada elección de vestuario y maquillaje y cada diálogo de los personajes está pensado con un fin determinado. Una gran obra del cine contemporáneo que habla del amor de la juventud en contraste con el de la adultez, al tiempo que mediante un entretenido y delirante guión (también de Anderson) revela los mundos y secretos de dos generaciones distintas, exponiéndolos con simpleza y con una estética y técnicas excepcionales.
La ópera prima del uruguayo Enrique Buchichio transita la temática de la identidad sexual en un joven que se siente estancado en su vida. El director y guionista uruguayo hace su debut en la pantalla grande con un film que recorre la historia de Leo (Martín Rodríguez), un joven de veintipico que siente una gran insatisfacción personal, ya que no puede avanzar en muchos ámbitos de su vida: no termina su carrera, no reconoce el desorden de su cuarto, no puede tener sexo con su novia, hasta que entonces se enfrenta con el pensamiento que lo inquieta: se plantea dudas sobre su sexualidad. Así empezará a conocer a otros chicos mediante internet, e iniciará una relación con Seba, que representa la visibilidad gay que Leo ve desde afuera. Pero a Leo le cuesta enfrentar su situación, disimula y se esconde frente a los demás, a pesar de que distintos miembros de su entorno ya han descubierto su secreto. Es así que Leo se da cuenta que su vida ha sido dirigida en función de complacer a los demás, más que a su propia voluntad. Durante todo el proceso de búsqueda y aceptación personal, Leo se reencuentra con Caro (Cecilia Cósero), una ex compañera de la escuela primaria, que atraviesa una gran depresión, debido a sus propios problemas personales, los cuáles Leo intentará dilucidar a lo largo de la película. La música es justa en cada momento, ayudando a la construcción de personajes y la relación entre ellos, y hay que destacar que es uno de los films uruguayos pioneros dentro de esta temática, a pesar de que en algunos momentos la incertidumbre de Leo parece un tanto exagerada y algunos elementos rozan lo estereotipado. La película cuenta con las interpretaciones de Arturo Goetz (como el psicoanalista Juan), Gerardo Begérez (como Seba), César Troncoso (Eduardo) y Rafael Soliwoda (Felipe, compañero de cuarto de Leo), entre otros actores. Un film sobre la búsqueda de la identidad y la auto aceptación, con buenas intenciones, y que vale la pena tener en cuenta.
Conmovedora historia de la activista por los Derechos Humanos Aung San Suu Kyi dirigida por Luc BessonLa Orquídea de Acero La película sobre la Nobel de la Paz y activista por los Derechos Humanos Aung San Suu Kyi es una conmovedora historia que recorre los hechos biográficos más relevantes de este ícono contemporáneo de la democracia. Dirigida nada menos que por Luc Besson y protagonizada por Michelle Yeoh, La Fuerza del Amor se basa en los sucesos que marcaron la increíble vida de Aung San Suu Kyi centrándose en su construcción como referente de la paz y los Derechos Humanos desde 1988 hasta la actualidad. El relato muestra cómo Suu Kyi pasa de ser una persona común a convertirse en una líder carismática a partir de un viaje que emprende a Birmania para cuidar a su madre enferma, que a la vez significará un reencuentro de con sus raíces y el origen político de su familia: su padre fue un líder popular asesinado poco tiempo antes de poder instaurar la democracia en Birmania, cuando ella tenía dos años. Besson refleja a lo largo del film el horror y opresión política que atravesó el país durante esos años, sin ahorro de imágenes de extrema violencia y que pueden resultar chocantes para espectadores sensibles. Y logra ensamblar con claridad como el colapso histórico del país coincidió con el reclamo de libertad del pueblo expresado en la voz de la ascendente Suu Kyi. La Fuerza del Amor también destaca el rol de la protagonista como madre y esposa, en especial la particular relación que mantuvo con quien fuera su marido, Michael Aris, (interpretado por David Thewlis) que también jugó su papel en la lucha por la independencia de Birmania (actual República de Myanmar) en las tareas de asistencia que brindó a Suu Kyi para la Liga Nacional para la Democracia y el apoyo que consiguió a nivel internacional. Por supuesto la película aborda la confrontación de Suu Kyi con la milicia birmana, las repercusiones mediáticas de su caso, la obtención del Premio Nóbel de la Paz en 1991 y la prisión domiciliaria que padeció durante casi 15 años, estando algunos momentos de ese período totalmente incomunicada. Michelle Yeoh, que estudió el idioma birmano durante meses para componer el personaje, logra una sentida interpretación de Suu Kyi y se mete de lleno en la piel de la activista, consiguiendo importantes destellos en pantalla. Cabe destacar que gran parte del relato construido y las imágenes proyectadas han sido posibles gracias a la colaboración de periodistas internacionales y personas cercanas a Suu Kyi que brindaron la información para el guión y material de archivo para la película, a pesar de recibir presiones y amenazas. La Fuerza del Amor es la épica historia de una mujer que luchó por la democracia con la paz como bandera distintiva y que en base al esfuerzo, la perseverancia y grandes sacrificios personales logró cambiar la realidad de un país entero que se alineó detrás de su figura.
Disfrutable comedia dramática sobre dos amigos de treinta y pico que deciden tener un hijo en común, y ver cómo resulta. La película protagonizada por Adam Scott y Jennifer Westfeldt, que además fue productora de toda la película, es una novedosa comedia dramática sobre dos amigos que deciden enfrentar el reto de la paternidad, ya que ninguno ha conseguido una pareja estable hasta el momento, y ya se encuentran cerca de los cuarenta. La decisión de Jason y Julie (Scott y Westfeldt, respectivamente) toma impulso luego de una reunión con su grupo de amigos más cercano, dos parejas casadas interpretadas justamente por John Hamm y Kristen Wiig (Ben y Missy), y por Chris O´Dowd y Maya Rudolph (Alex y Leslie), que además ya han tenido hijos por su cuenta. Luego de esta reunión, Jason y Julie van a un bar a charlar acerca de los cambiados que veían a sus amigos, que se muestran extremadamente agotados y malhumorados debido a la demanda permanente de sus hijos. Y es ahí cuando Julie y Jason se preguntan si se podrá mantener el romance de pareja y a la vez tener hijos. Entonces, en broma, plantean la posibilidad de tenerlo juntos y así cambiar las reglas de la sociedad: cada uno compartiría el tiempo con el niño al tiempo que buscan el amor verdadero que aún les falta. Parece una opción ideal, ya que Julie y Jason se conocen desde la facultad, viven en el mismo edificio y son mejores amigos, y además no sienten ninguna atracción el uno por el otro. Así Julie y Jason tendrán a su hijo a poco de comenzado el film, y desde entonces se desencadenarán una serie de eventos que modificará a todos los personajes desde distintas perspectivas. El film muestra las distintas aristas de la relación de pareja luego de tener hijos, sus cambios internos, sus problemas, y el paso a la edad adulta para el que muchas veces no están preparados los protagonistas. Todas las parejas tendrán asuntos que arreglar y cada una atravesará diferentes etapas de sus vidas en relación al momento inicial del film. A la vez, cada dúo representa distintas posturas frente a la vida en pareja: ya sea desde el humor, el drama, el placer, o la incertidumbre misma que atraviesan los protagonistas. La presencia de Megan Fox y Edward Burns, como los dos extremos estéticos de mujer y hombre ideales, suma sensualidad a la historia y le da cierto condimento, además de los grandes momentos de comicidad entre O´Dowd y Rudolph, pero es Jennifer Westfeldt quien se destaca entre todos. Justamente ella sacó este proyecto adelante junto John Hamm, su esposo en la vida real, aduciendo que en la industria cinematográfica norteamericana actual no hay lugar para este tipo de películas más adultas o reflexivas, lo cual se agradece, a pesar de ciertos giros previsibles que tiene la historia. Una película con un relato diferente, que puede disfrutarse principalmente en sus momentos de comedia, y que enaltece el rol de la paternidad como atributo transformador para el ser humano.
La película de Tarsem Singh exhibe una batalla épica que, a pesar de presentar algunos estereotipos del género, logra diferenciarse gracias al aditamento de los dioses griegos. La película protagonizada por Henry Cavill en el rol de Teseo (y que será el nuevo Superman en Man of Steel, una cara con la que nos vamos a familiarizar) y Mickey Rourke como el sanguinario rey Hiperión, retoma el sendero de las batallas épicas, alineada también a la moda de luchadores romanos que vienen mostrando sus músculos y su resistencia física en la pantalla chica con la serie Spartacus. El film, que es de los mismos productores de 300, plantea el brutal avance del ejército de Hiperión por Grecia destruyendo todo lo que se topa a fuerza de armas y sangre. Los pueblos son masacrados y los que sobreviven esclavizados y sometidos a sus designios. Y así llegará hasta la aldea de Teseo, donde el protagonista padecerá su sed de violencia. ¿Pero qué quiere Hiperión? La película gira en torno a una batalla sucedida hace miles de años atrás, entre una comunidad de dioses, donde los ganadores fueron al Olimpo y los perdedores, Los Titanes, fueron encerrados para siempre en las profundidades del Monte Tártaro. Hiperión, que ha sido vejado en su fe, pretende desatar a los Titanes y causar el caos del mundo como lo conocemos, para lo que emprende la salvaje búsqueda de un arco mitológico, la única arma capaz de abrir las compuertas de una nueva batalla entre dioses. Y es en este punto que el film se diferencia de otros del género, y logra proponer un nuevo abanico de interpretaciones. Por supuesto Teseo no estará solo, sino que será acompañado por un grupo de ex prisioneros y una sensual sacerdotisa (Freida Pinto), que lo guiará en su búsqueda del mismo arco para dar fin al conflicto y evitar una guerra divina. Pero previamente, Teseo deberá recuperar su fortaleza y creer en sí mismo para detener a Hiperión. Hay muchas líneas para interpretar en el film, como la caída de la figura de los dioses en la edad moderna; o el logro de un objetivo en base a la resiliencia que poseen los seres humanos. También el director de La Celda representa de modo implícito a veces y explícito otros, varios actos de la mitología griega, como la salida de Teseo del laberinto o la conocida pelea con el minotauro. Y en la representación de estos mitos se encuentra lo más interesante de la película. En especial con la incorporación de (algunos de) los dioses del Olimpo, con Zeus y Athena como personajes centrales, a los que los rodea un halo especial bien logrado desde los efectos especiales, y cuyas apariciones en la pantalla son de las más esperadas. Pero es una película de peleas. Y logra el destaque en ese aspecto. Se nota el entrenamiento físico de Cavill, que se desenvuelve con mucho ritmo en cada uno de los enfrentamientos que lidera, tanto individuales como grupales (no tanto así Rourke que permanece más estático), y están muy bien logradas todas las escenas de golpes y duelos. La realización del film es impecable, cuenta con un gran trabajo técnico gracias al multitudinario equipo de producción que acompañó a Singh, y en especial hay que destacar la dirección de arte a cargo de Jean Kazemirchuk, una excelente fotografía y un acabado vestuario de Eiko Ishioka (que también estuvo en La celda y en Drácula), no sólo con los trajes de los guerreros sino también con los cascos de los dioses y los sombreros de las sacerdotisas que merecen un destaque particular. No obstante, hay elementos demasiado americanizados de estos mitos griegos. Empezando por los actores, con Cavill a la cabeza y otro ejemplo es el caso del personaje de Athena (Isabel Lucas), la única diosa femenina de la película, donde se plantea el típico ideal de belleza norteamericano (ambos rubios de ojos azules cuales modelos de catálogo) y un guión con muchas frases estereotipadas durante gran parte de la película, especialmente en los momentos álgidos de la trama, acompañado de mucha sangre, que por momentos roza lo gore. De todas maneras, la película de Tarsem Singh logra entretener visualmente con el 3D y la acción, y consigue adaptar una lucha épica con mitos griegos de modo aceptable. Publicado en Leedor el 26-01-2012
Los Muppets están de regreso. Buena noticia, ya que el clásico creado por Jim Henson y Frank Oz hacia fines de los ´60 producía humor y contenidos para los más chicos con una base no sólo de entretenimiento sino también educativa. Esta nueva película dirigida por James Bobin para Disney, parte desde la introducción de un nuevo personaje muppet, Walter, fanático de la serie original, que irá de viaje a Los Ángeles invitado por su hermano Gary y la novia de éste, Mary (interpretados por Jason Segel y Amy Adams), donde tendrá la oportunidad de conocer el legendario estudio de los muppets, ya convertido en un museo. Una vez allí, descubrirá que el lugar ha sido adquirido por el maléfico empresario Tex Richman (Chris Cooper) que planea demolerlo para sacar el petróleo que subyace en el predio. Pero hay una manera de evitarlo. Y para eso, Walter, Gary y Mary iniciarán una búsqueda de los muppets con el fin de reunirlos y que hagan un nuevo show. Pero no será tan fácil. Deberán convencer a cada uno, ya que muchos han cambiado su estilo de vida. Primero irán tras la rana René (que en esta nueva versión tiene el nombre original del personaje en inglés, Kermit), que vive en la soledad de una mansión, Fozzie, que canta con una banda tributo en bares de mala muerte, Gonzo, que se convirtió en un exitoso empresario de la plomería, Animal, que está bajo tratamiento en un grupo de autoayuda para el control de la ira, y Miss Piggy, devenida en una prestigiosa editora de moda para la revista Vogue. En este sentido hay guiños a El diablo viste a la moda, y también hay otros reservados al público adulto en muchos de los diálogos y actitudes de los muppets en este retorno. Las escenas de Miss Piggy constituyen las partes más divertidas de esta nueva película, donde también se deja entrever una crítica hacia Hollywood y a la industria televisiva estadounidense actual, (tanto de los productos como de los productores del medio) donde El Show de los Muppets parece ya no tener lugar. Por otro lado, también hay algunos puntos, en especial en el guión en lo que respecta a la historia entre Gary y Mary que es bastante floja, y un doblaje al español que podría haber sido mejor, pero de todas maneras son todo el grupo de muppets los que se llevan las palmas, y los que a fin de cuentas salvan el film. Jack Black, Selena Gómez, Whoopie Goldberg y James Carville son algunos de los múltiples invitados que hacen cameos y pequeñas participaciones en la película, para dar apoyo (a veces involuntario) a los muppets y ayudarlos a conseguir su objetivo. Los más pequeños sin duda disfrutarán de los musicales que están desperdigados a lo largo de la cinta, siendo el más esperado (y el más logrado) la canción a dúo entre Miss Piggy y Kermit hacia el final, mientras que los más adultos podrán divertirse con los enredos de los muppets, las corridas a último momento y las críticas y diálogos de los muñecos más famosos de la pantalla. Una película alegre, que recupera un humor más sencillo, más sano y más atemporal, que cuenta con los pasos de comedia clásicos de los Muppets, y saca risas en una atmósfera entretenida, donde podrán disfrutar de su histrionismo tanto grandes como chicos. Publicado en Leedor el 11-01-2012
El film dirigido por Tate Taylor y basado en un libro de Kathryn Stockett es un drama coral ambientado en la década del ´60 sobre un grupo de mujeres separadas por clases sociales que a partir de un proyecto común cambiarán la historia de Missisippi. El film cuenta con cinco nominaciones para la próxima entrega de los Globo de Oro. La historia protagonizada por Emma Stone (Skeeter), Viola Davis (Aibileen) y Octavia Spencer (Minny) sitúa la vida de un grupo de mujeres de la alta sociedad norteamericana y la relación con sus criadas, y refleja la manera en que eran humilladas las mujeres de la comunidad afroamericana en Estados Unidos -en particular en Missisippi, donde hubo múltiples crímenes contra los negros administrados por el Ku Klux Klan- en un momento en que Martin Luther King luchaba por los derechos civiles de la comunidad afro en Estados Unidos. En la película, las mujeres blancas son en su mayoría amas de casa, pero que no se ocupan de sus hijos ni del hogar en sí, sino que se dedican a su apariencia, sus reuniones de salón y a la realización de proyectos pseudo-políticos de corriente higienista para mantener el control sobre la población negra. Mientras tanto, las empleadas que trabajan para ellas y se ocupan de la casa y de sus hijos, sufren la vergüenza y la humillación que les imparten muchas de estas mujeres, como por ejemplo la imposibilidad de usar el mismo baño que la familia para la que trabajan o de sentarse en la misma mesa, así como cualquier actividad que indicara una paridad de clases. El film alterna el drama con algunos momentos de comedia en este retrato coral, en donde las mujeres blancas de la época aparecen de manera polarizada entre las que a fuerza de amenazas y poderío económico dominan a las mujeres negras (que no parecen gozar de ningún derecho y son encarceladas ante la primer acusación de una persona blanca), y otras mujeres más débiles, que a pesar de no concordar con la tiranía racista imperante, no tienen la valentía de cambiar las cosas. Y en el medio aparece Skeeter, una joven recién llegada de la universidad y con una conciencia social más amplia, acorde al momento social y político que atraviesa el país, que será la encargada de lograr que las criadas se junten con ella para escribir acerca de sus deseos y sus padecimientos. En este contexto Skeeter será la única que tendrá el coraje de cuestionar a estas mujeres de la alta sociedad -y a las leyes vigentes en el país mismo- y con la ayuda de Aibileen y Minnie confeccionarán un libro desde el punto de vista de las criadas que pondrá al jet set del pueblo de cabeza al momento de su publicación. El reparto se completa con las actuaciones de Sissy Spacek, Bryce Dallas Howard, Jessica Chastain, Ahna O'Reilly, y Allison Janney, entre otras figuras, y cuenta con las nominaciones a Mejor Película, Mejor Actriz Protagónica (Viola Davis), Mejor Actriz de Reparto (para ambas Octavia Spencer y Jessica Chastain) y Mejor Canción Original (The Living Proof, interpretada por Mary J. Blige) para los próximos Globos de Oro. Una película llena de mensajes de esperanza y coraje, que incita a luchar por las ideas propias a pesar de todo, y que a la vez sirve de denuncia de una época de la historia de Estados Unidos donde la negritud fue castigada y diezmada a causa de un fascismo impulsado por la extrema derecha de ese país, y cuyo único resultado fueron innumerables abusos y crímenes, como bien reflejaba Billie Holliday en su tema Strange Fruit.