Hay que decirlo desde un comienzo: las comedias de Adam Sandler vienen en declive desde hace ya un par de años. Personalmente creo que You Don't Mess with the Zohan fue el comienzo de todo. Su última película con cierta gracia fue Anger Management, aunque en parte era también gracias al genio de Jack Nicholson. Entonces, ¿qué pasa con Jack & Jill? La hermana de Jack, Jill, decide pasar unos días con su gemelo y su familia. Pero él no esta muy contento con ello y planea hacerle la vida imposible. Esta es la idea general, donde veremos montones de escenas que la muestran a ella como una victima. Y es ahí donde está el principal fallo de la película. Jill, interpretada por Adam Sandler, representa lo peor de este actor. Se trata de un personaje ruidoso, gritón, desagradable y que no cae bien en ningún momento. De esta manera, no logra simpatizar en lo más mínimo con el espectador. ¿Cómo se supone que nos importe y nos preocupemos de un personaje así? Jack no se queda atrás, es un aprovechador y oportunista que claramente detesta a su hermana. El resto del elenco está de fondo, sin aportar nada en particular. Peor aún, desaprovechar a un gran actor como lo es Al Pacino es un pecado que no puede salir impune. Una historia que no convoca, mezclada con dos protagonistas insoportables hacen de la comedia una pésima experiencia. Ahora, para hacerla completa, falta mezclar en la receta muchos chistes escatológicos, racistas y de mal gusto que no tienen ningún sentido dentro de la película. Jack & Jill es un desperdicio de tiempo en la gran pantalla. Puede resultar si la vemos en cable un domingo a la tarde y no hay otra cosa para hacer, en cine, es un despropósito que prueba una vez más que Adam Sandler no ha hecho una buena comedia en años. Y si sigue por este camino, no se puede tener fe en un futuro próximo.
Robert Rodriguez sabe que es lo que quieren los chicos. No solo eso, tiene ayuda de niños para realizar sus películas infantiles, lo que hace que sus trabajos sean atractivos especialmente para los menores. Esto no está nada mal, sobre todo en estos días en que las propuestas como estas para los más pequeños son escasas. Mini Espías 4 es un film infantil que no pretende enseñar o educar a los niños sino todo lo contrario, busca sacar los comportamientos más traviesos y alocados con sus chistes de mal gusto y escenas violentas, donde los chicos les dan una paliza a los mayores. La película no representará nada para los más grandes, quienes quizás prefieran esperar en la puerta de la sala, pero los menores se divertirán como si ellos mismos fueran los espías. Rodriguez logra eso, hacer que los chicos en su película se comporten como tales, no como pequeños que piensan como adultos. El argumento es simple y digno de la serie: los nenes de la casa descubren que su madre es agente y deciden ser parte de la organización para detener a un villano que quiere controlar el tiempo. Locura 100% Mini espías. En el medio tendremos divertidas escenas de acción, chistes asquerosos llenos de mocos y gases, así como personajes tan idiotas que es imposible no quererlos. Sobre todo al perro robot que protege a los héroes. Pero ni bien termina la película, tanto grandes como niños se olvidarán lo que vieron. No se mantiene en la memoria como una película animada de Disney, es más bien una montaña rusa. Se disfruta el paseo, pero al bajar se busca otra cosa. Cumple con creces en divertir al público infantil, pero tampoco aspira a más que esto. Cabe destacar que en Estados Unidos esta película se estreno con una "tecnología" 4D, donde los espectadores huelen lo mismo que los personajes. En la Argentina, por ejemplo, solo esta disponible en 3D, por lo que los diálogos donde los personajes recomiendan oler algo pueden quedar fuera de lugar, más allá de que no suponga una molestia.
Ha pasado mucho tiempo desde la última película exclusivamente hecha por Hammer, un estudio con una larga trayectoria en cuanto a cine de terror y fantasía. Let me in y The Resident no cumplen los requisitos de una producción Hammer pues en estos proyectos no se pudo ver el potencial completo que la productora sabia entregar en el pasado. Ha sido el director James Watkins, realizador de la excelente y cruda Eden Lake, quien le ha devuelto la magia y el verdadero terror con The Woman in Black. El argumento no es más que el de otra película de fantasmas, pero esto no es necesariamente algo malo. Aquí lo interesante es como está enfocado y narrado el terror, haciendo Watkins mucho uso de diferentes técnicas que hoy en día están perdidas para asustar al espectador. El director le da al pueblo donde ocurrieron las tragedias un tono lúgubre y pesimista que hace que uno quiera irse de este lugar en el momento en que llega, sensación que se transmite gracias a la excelente interpretación de Daniel Radcliffe. Por otro lado, la casa donde ocurren los hechos está mucho más viva que el pueblo en sí, de una manera tenebrosa y gótica. El realizador logra así que los fantasmas puedan aparecer desde cualquier rincón de la mansión, sin necesidad de recurrir a efectos baratos de computadora. El otro recurso que Watkins usa constantemente es el silencio. Los espectadores estamos acostumbrados al ritmo normal de una película haciendo que sepamos aproximadamente cuanto suele durar un silencio antes de un susto, pero él los alarga más de lo normal para que a la hora de asustar esto provoque un mayor efecto por la sorpresa. Las interpretaciones de los actores en general son correctas, pero todo el peso de la película cae en Radcliffe. Esta es la primera película en llegar a nuestros cines donde el actor no interpreta a Harry Potter y sale muy bien parado. Daniel sabe poner todo el peso del film sobre sus hombros haciéndonos olvidar por completo al mago y preocuparnos por el bienestar de este indefenso abogado. The Woman in Black es terror de verdad, del más puro. En una época de sustos baratos y violencia a la máxima potencia solo para asquear al espectador, el film de James Watkins devuelve no solo a Hammer Films a su época dorada, sino que también al cine de terror, asustándonos con poco y nada pero con mayor efectividad que cualquier otra película. Uno sufre en la sala con todo el miedo que puede provocar, pero esa es la finalidad del film, hacernos sentir que en cualquier momento la dama de negro puede venir por nosotros.