La primera vez que vi Tron, la original, tenía unos 6 años. Habían pasado casi diez años desde el estreno de la película, allá por el 82, cuando los efectos especiales eran VERDADERAMENTE especiales. Me acuerdo que no podía creer lo que veía, esa gente gris-azulada andando en motos que dejaban un reguero de luz, combatiendo con frisbees y, sobre todo, salvando al mundo. Pasaron 19 años desde ese evento. En mi cabeza, Tron siempre fue uno de esos links permanentes en los que cada tanto caía, como un marcador en el navegador de mi cerebro. Por eso, cuando me enteré que iba a ver las nuevas aventuras de Flynn, casi me da un patatús. Ansias de chico, con eso cargaba. Y a esas ansias, Tron: Legacy, las satisfizo de manera magistral. Para resumir el argumento: Kevin Fynn desaparece misteriosamente a finales de la década del 80. Su hijo, Sam, al principio tiene esperanzas de volver a verlo, pero con el tiempo las va perdiendo. Tal vez por esa desazón se convierte en una especie de rebelde moderno, un joven idealista que nada tiene que ver con las nuevas andanzas de Encom, la empresa que manejaba su padre, que pasó de ser el ejemplo del Software libre a una mega corporación solamente interesada en vender (¿alguien dijo Microsoft?). Pero un día todo cambia. El día en que Sam roba el nuevo Sistema Operativo de Encom para colgarlo en internet. El mismo día que Alan Bradley (al que conocemos mejor como TRON) le dijo que recibió una señal desde el viejo teléfono desconectado de Flynn’s, la casa de videojuegos que solía regentear su padre. Luego de dudarlo, Sam va a revisar el palacio gamer abandonado, solo para encontrar un experimento de Kevin, que por error lo terminará llevando al mundo virtual que su padre creó, y del que es prisionero. Allí se reencontrarán, y junto con Quorra, una valiente guerrera, enfrentarán a Clu, el programa que Flynn creó a su imagen y semejanza, y que en sus ansias de poder traicionó a su hacedor. Ahí comienza un derrotero de aventuras y combates filmados con la más alta tecnología actual, que propone casi un viaje hasta los límites de la imaginación. Tron: Legacy es una excelente secuela, es la excepción de la máxima “las segundas partes nunca son tan buenas” y su banda sonora, hecha por Daft Punk, no puede ser más acorde. Tal vez no esté a la altura de “la película del año”, pero son dos horas en las que el niño que llevás adentro va a estar en su mejor momento. En cuanto a lo malo, el argumento a veces peca de infantiloide. Y no es que esté mal, atrapar público nuevo, pero considerando que hay fans de más de 30 años, se podrían haber tomado algunas licencias. Lo que si van a disfrutar los fans son la cantidad de pequeñas referencias de la primera película. Cosas que solo podés descubrir si sabés de que te hablan. Pero más allá de esos detalles, Legacy puede verse independientemente, sin que nada del argumento central se pierda. En definitiva, el regreso de Tron fue por la puerta grande, y como hace casi 30 años, vuelve a marcar un hito en cuanto a las nuevas tecnologías del cine. Esperemos que para la tercera parte de la saga (¿alguien tiene dudas?) la leyenda se mantenga, dejando de lado la manía de infantilizar argumentos.
El viaje del héroe está llegando a su fin En un gran evento organizado en el shopping Abasto de Buenos Aires se realizó la avant premiere de Harry Potter y Las Relquias de la Muerte, la séptima y penúltima entrega de las aventuras del joven mago y sus amigos. Locoxelcine estuvo ahí y te cuenta lo que vas a poder ver en las pantallas a partir del próximo jueves. El mundo mágico está colapsando. Lord Voldemort (Ralph Fiennes) y sus secuaces tomaron el poder. El Ministerio de la Magia está bajo sus órdenes e incluso la escuela Howarts, donde Harry comenzó a dar sus primeros pasos en la hechicería, está dominada por Mortífagos. Pero La Orden Del Fénix no permitirá que eso perdure. Por eso, en una misión a muerte protegerán al único que, según la profecía, puede acabar con la vida del mago oscuro. Pero Harry (Daniel Radcliffe) no arriesgará la vida de todos. Por eso, junto a Ron (Rupert Grint) y Hermione (Emma Watson) comenzarán un viaje que los llevará a la búsqueda de los Horrocruxes (los fragmentos del alma de Voldemort) y de las misteriosas Reliquias de la Muerte. Con dirección de David Yeats, Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte se convirtió, sin dudas, en la mejor entrega de la saga. Los climas agobiantes y oscuros hacen que la película, por momentos, coquetee con el género del terror. También hay guiños románticos y cómicos que distienden el vértigo de la cinta, pero a no confiarse, que los chicos la pasan muy mal en la mayor parte de la película. Esta última entrega de Harry Potter está dividida en dos partes. La segunda y última entrega de Las Reliquias de la Muerte podrá verse en julio de 2011 así que, ansiosos, a esperar que falta menos de un año para que el viaje de nuestro héroe llegue a su fin y, así, también culmine una de las sagas más exitosas de la historia del cine.
Muñecos de trapo post apocalípticos Bajo el padrinazgo de Tim Burton, Shane Acker hace largo el cortometraje que le valió una nominación al Oscar en 2006, Número 9, una historia post- apocalíptica sobre unos muñecos de trapo que pueden esconder la clave para salvar al mundo. Una vez más el cine hace que nosotros, los espectadores, miremos de reojo a nuestra querida pc. Es que en Número 9, son otra vez las máquinas las que hacen que el mundo tal como lo conocemos deje de existir. Pero entre esas ruinas, todavía hay vida. Por un lado, 9 (con voz de Elijah Wood), un muñeco de trapo que despertó de un largo sueño, que descubre que no es el único títere viviente del mundo, ya que existe un santuario regido por 1 (Christopher Plummer), el líder autoproclamado de estas nuevas formas de vida. Y por el otro, La Bestia: una especie de esqueleto felino robótico, un último e inoportuno recuerdo de la guerra que alguna vez los hombres y las máquinas llevaron hasta al mismísimo fin del mundo. Cuando 9 despierta, tiene la suerte de encontrarse con 2 (Martin Landau), quién le explica que no están solos. Pero la calma dura poco, ya que La Bestia secuestra a 2 y se lleva un extraño artefacto que 9 traía encima sin saber de que se trataba. Ahora 9 debe convencer a la tribu liderada por 1 que tienen que rescatar al pobre 2 de las garras del gato-robot-salvaje, a pesar de las insistentes negativas del líder de la tribu, quien prefiere pensar que 2 ya es alimento para robot. Con Numero 9, Shane Acker retoma un proyecto que realizó en la universidad, con el que fue nominado al Oscar en el rubro Mejor Corto Animado en el año 2006. Esa vez perdió la terna, pero la vidriera de la alfombra roja le sirvió al animador para mostrar su trabajo, en el cual se interesaron puntualmente Tim Burton y Timur Bekmambetov, el director de Se Busca (Wanted, 2008). Ellos dos apoyaron a Acker a realizar una expansión al mundo que había creado en 9, su corto, que relataba las aventuras de este muñeco en la lucha contra el robot- gato quién perseguía a los pobres muñecos para robarles su alma. A diferencia de la película el corto, de apenas 11 minutos, era mudo, y solo aparecían unos pocos personajes apenas comparables con los que se pueden ver en esta película. Por eso Acker, con la ayuda de Pamela Pettler (colaboradora de Burton en El Cadáver de la Novia) expandieron ese universo. Y tanto lo expandieron que, según sus creadores, podría haber más historias de estos muñecos de trapo post- apocalípticos. ¿Quién te dice?, capaz que en la segunda parte se cruzan con Neo o con John Connor. Bonus Track - En casi todo el resto del mundo, la película se estrenó en la oportuna fecha del 9 de septiembre de 2009 (9/9/09). - Pese a que la película esta prácticamente animada por computadora (CGI), el director decidió darle estética de animación stop motion.