“Fuga de la Patagonia” es un western gaucho que a primera vista tiene algunas reminiscencias a “The Revenant” (2015) de Alejandro González Iñárritu. Con el correr de la cinta vamos dándonos cuenta que la película tiene su propio sello y que las evocaciones tienen que ver con los paisajes y la cuestión de la supervivencia. La cinta transcurre en el final del siglo XIX, y está basada en hechos reales recogidos en el diario del protagonista, el joven Francisco Perito Moreno (Pablo Ragoni). Moreno es un joven y entusiasta explorador que recorre la Patagonia virgen realizando investigaciones científicas. A causa del recrudecimiento de la Campaña del Desierto, es tomado prisionero por los mapuches y condenado a muerte. Logra escapar pero su ahijado mapuche, Francisco Sayhueque, es enviado a cazarlo. El film comienza brindando la información presentada anteriormente y ya nos encontramos con los protagonistas en pleno escape. La película relata los hechos de esa fuga. Podemos decir que nos encontramos ante un largometraje de gran belleza. La cinta pasa mucho por lo visual; los increíbles paisajes de la Patagonia son enaltecidos mediante el uso del diálogo acotado y la utilización de música incidental que acompaña perfectamente a la generación de climas. El espectador es testigo de los acontecimientos, ubicándose bien cerca de los personajes. Sin embargo, el film quizás no logra mantener el ritmo a lo largo de todo el relato. Si bien tenemos un arranque tremendo y desmedido en el medio del conflicto, la película se estanca en el segundo acto, donde llega a tornarse un poco lenta. Dicho esto, antes de distraernos con la enormidad del paisaje el relato recobra fuerzas nuevamente sobre el final para tener una conclusión a la altura de las circunstancias. “Fuga de la Patagonia” es una buena propuesta de cine nacional, técnicamente impecable, que tiene algunos baches en el medio pero que nunca decae del todo. El trasfondo histórico enriquece la trama y el elenco acompaña muy bien a la situación.
La ecuación nos presenta a Clint Eastwood detrás de cámara, a Tom Hanks como el protagonista de la historia y a un relato basado en hechos reales. ¿Cuál es el resultado? Sully, una película con todos los condimentos para pelear por algún galardón importante en la Temporada de Premios en Hollywood.
Ataúd Blanco llega a los cines argentinos como otro gran ejemplo de que se puede hacer cine de género en nuestro país.
Cuesta admitir que la saga de Inframundo aparentemente haya agotado todos sus recursos y haya comenzado a repetirse a sí misma, logrando producir cierto fastidio en el espectador.
Conrad Vernon (“Madagascar” y “Monster Vs Aliens”) junto con Greg Tiernan nos traen esta desfachatada e insolente comedia de animación que apunta a un público adulto sin ningún tipo de pacatería. Esta cinta de animación de Sony Pictures está basada en una historia de Seth Rogen, Evan Goldberg y Jonah Hill que fue adaptada a un guion por los mismos Rogen y Goldberg junto a Kyle Hunter y Ariel Shaffir. El film cuenta la historia de un grupo de alimentos que viven en un supermercado. Allí, ellos adoran a los consumidores humanos considerándolos como dioses que los llevan al “Gran Más Allá” cuando son comprados. Entre los productos comestibles del supermercado está una salchicha llamada Frank, que sueña con vivir con su novia, un pan de salchicha, llamada Brenda, en el “Gran Más Allá”, donde finalmente puedan consumar su relación. Los paquetes de Frank y Brenda son elegidos pero sus celebraciones son interrumpidas cuando un frasco de Miel Mostaza devuelta, que también ha sido elegido, afirma a los otros productos comestibles en la cesta de la compra que el “Gran Más Allá” no es lo que creen. Como ya se pueden imaginar por lo que nos dice la sinopsis argumental, la película no es apta para conservadores. Un relato de tinte delirante hace uso de situaciones bizarras para realizar una crítica social del capitalismo y el consumismo, al igual que un profundo reproche a las doctrinas religiosas. Por otro lado, también sirve a modo de sátira del puritanismo. Resulta chocante ver a varios productos comestibles realizar orgías o componer arquetipos sociales bien fuertes y dominantes de la comunidad norteamericana. Es ahí donde la película logra dar justo en la tecla y componer un relato entretenido, reflexivo y obsceno a la vez. A nivel técnico, el largometraje excede las expectativas y representa un logro para la disciplina de la animación (“Sausage Party” fue nominada a los premios Annie 2016 en la categoría Mejor Montaje). Y por el lado narrativo, el film exuda inteligencia a partir de una secuencia continua de gags efectivos, y la ya mencionada crítica social, racial y religiosa. Si están buscando una comedia negra, irónica, irreverente, desmedida y que cuente con grandes personalidades del género como Seth Rogen, Kristen Wiig, Jonah Hill, Iris Apatow, James Franco, Michael Cera, Salma Hayek y Edward Norton; entonces este fin de semana deberían ver “La Fiesta de las Salchichas”.