El director Guy Ritchie vuelve a la pantalla grande de la mano del gran Jason Statham para presentarnos el estreno de la semana: “JUSTICIA IMPLACABLE”. Si te gustan las pelis de acción, persecución y suspenso, te aconsejamos que vayas sacando tu entrada en el cine más cercano. H (Jason Statham) se caracteriza por ser un hombre misterioso y de pocas palabras. Luego de ser contratado por una compañía de transportes blindados como personal de seguridad, despierta la atención de muchos de sus compañeros al demostrar la enorme habilidad y valentía que maneja con los armamentos, estableciendo de esta forma un gran enigma sobre quién es él y de dónde viene realmente. Luego del lanzamiento de “The Gentlemen’’, la –hasta ahora- última entrega de Ritchie, podríamos afirmar que el nivel de expectativas que giraba alrededor de este largometraje jugó un papel bastante importante a la hora de exponernos ante esta nueva experiencia. Sin entrar demasiado en comparaciones, podemos notar como la esencia del director continúa vigente, por ejemplo, al mantener su brillante estilo en la narración de la historia. Los giros argumentales y la manera en la que se nos dispone la información presentan la misma singularidad a la que Guy nos tiene acostumbrados. Sin embargo, no puedo evitar sentir que en este film no encontré el mismo nivel de frescura y dinamismo que me impresionó en varias entregas anteriores. Enfocándonos puramente en esta producción, podemos decir que la propuesta que se nos plantea está totalmente cumplida. Uno de los puntos más fuertes que nos regala esta obra son las secuencias de enfrentamiento, persecución y acción, en donde la técnica del montaje, los efectos y las coreografías cumplen de manera íntegra para entregarnos un resultado de muy buena calidad. La película posee el impacto necesario como para mantener al espectador interesado en el ambiente que se logra construir en la pantalla. El protagonismo de Jason Statham es otro de los puntos clave que podemos destacar de este film. La naturaleza del personaje que interpreta parece haber sido creada únicamente para ser tomada por él, y eso convence de manera descomunal. Una vez más, Jason demuestra ser un profesional con muchos años de experiencia en este género y podríamos decir, incluso, con su propio estilo de personaje: un antihéroe, frío, estratega y habilidoso que está dispuesto a enfrentarse a cualquier peligro. Al igual que la mayor parte de la filmografía de Ritchie, se trata de un film con pura presencia varonil. Estamos frente a una película que nos ofrece un contenido de calidad, y una producción que dentro de su género logra diferenciarse del resto gracias al gran trabajo y visión de su director, quien afortunadamente no permitió que el producto caiga en un lugar corriente y primario. “JUSTICIA IMPLACABLE” es una muy buena opción si estás buscando una dosis de suspense, osadía y fuerza plasmada en pantalla grande. Por Milena Orlando
“El Padre” se apunta dentro de las candidatas a mejor película en los premios Oscar y no encuentro motivo por el cual no debería estar allí. Estamos frente a un film que muy probablemente - y en mi opinión- dejará una huella en el camino del cine y en la memoria de cada persona que se haya sumergido en esta experiencia. Porque las buenas películas son eso: experiencias que nos permiten vivenciar a flor de piel sin la necesidad de estar transitando por esa situación en nuestras vidas. Y es exactamente esto lo que Florian Zeller logra con este profundo y delicado trabajo. Anthony (Anthony Hopkins) tiene 80 años y vive solo en su departamento. Al mismo tiempo, su hija Anne (Olivia Colman) lleva un largo tiempo buscando a una enfermera que pueda cuidar a su padre, debido a que ella tiene pensado irse del país muy pronto. Entre un ida y vuelta de charlas, medicos, familia y habitaciones, la mente de Anthony se deteriora al ritmo de una mezcla de recuerdos e ilusiones mientras transita el doloroso padecimiento de la demencia senil. Historias simples contadas de maneras profundas pueden llegar muy lejos. Este tipo de suceso es el que en mi opinión, nos muestra el poder y la esencia del lenguaje audiovisual en el esplendor de la simpleza. Si bien el film cuenta con una producción de alto nivel, no tengo dudas de que en el caso de haber contado con un presupuesto más acotado, hubiese logrado dejar el mismo mensaje en el espectador. Esto se debe a que el guion se hace valer por su cuenta y no pretende de ayudas ajenas. La construcción del mismo nos lleva desde un suceso pequeño a un mundo enorme y repleto de detalles, como si el tiempo se detuviera y cada acción, por más corriente que sea, se volviera especial. La verosimilitud de cada diálogo con el perfil de cada personaje nos traslada a un escenario crudo en el que podemos vernos reflejados e identificados y hasta transportados hacia algún recuerdo de nuestras vidas en el que nos vimos frente a un episodio similar. Nos interpela y nos pone incómodos. El trabajo de dirección se complementa a la perfección con la calidad actoral de Hopkins y Colman, quienes supieron interpretar de manera extraordinaria la sensibilidad de cada personaje. El inmenso talento de Anthony sobrepasa la pantalla y nos estremece a cada instante. Es increíble como adoptó tan dramática y delicadamente la actitud y naturaleza propias de un paciente diagnosticado de demencia senil y lo expuso en cada gesto, mirada y movimiento. Su interpretación le suma un gran valor al film y lo enaltece de manera exponencial. No puedo evitar mencionar a Ludovico Einaudi, quien con su pieza musical marca una estética muy adecuada para el contexto de la historia. Personalmente, al escucharla puedo sentir el paso de los años avanzando, cada vez más firme y tomando más territorio. El filo del tiempo corrompe los pensamientos, las sensaciones, nuestro más interno poder de vivir como lo que siempre fuimos. Es impecable y movilizante. Los departamentos de fotografía y arte cumplieron un papel fundamental, aportando todo lo necesario para crear de este proyecto un producto que resalta y se destaca por los personajes. Los escenarios no son pretenciosos, dejando que la atención se encuentre en la presencialidad del actor en escena, pero sin descuidar la estética y el valor de lo visual. Estamos frente a un film que merece nuestro tiempo. Sin dudas vale la pena dejarnos llevar por el torrente de dudas, ideas y reflexiones que la cinta despierta en cada uno de nosotros. Destaco el respeto y la rigurosidad con la que se manejó el tema, y celebro que el cine continúe siendo portavoz de temáticas semejantes. Esta pieza puede que revele una gran oportunidad para los padecientes de la enfermedad, de hacer ver su realidad y así lograr un mayor nivel de empatía y comprensión desde su entorno. Por Milena Orlando
“OLD” (Viejos) de M. Night Shyamalan se instaló en la pantalla grande para hacernos gozar de una experiencia al filo de lo que podría consagrarse como una de las películas más polémicas del año. El director de ‘Sexto Sentido’ continúa explorando el terreno de un cine que interpela directamente al espectador con secuencias escalofriantes y giros inesperados, sin reparar en demasías ni excesos. Prisca (Vicky Krieps) y Guy (Gael Garcia Bernal) deciden tomarse un fin de semana vacacional junto a sus dos hijos en un paradisíaco destino turístico. La idea de relajarse al calor del sol se ve interrumpida por una seguidilla de situaciones que rápidamente perturban a la familia y a los demás visitantes: por algún extraño motivo, el lugar en el que se encuentran les está causando un envejecimiento acelerado, pudiendo llegar a reducir toda su vida a tan solo ese mismo día. Sobre gustos no hay nada escrito, pero si hay algo que Shyamalan lleva por debajo de su piel innegablemente, es una gran pasión por el cine. Durante todo el avance de la película podemos encontrarlo a él y a su esencia tomando el control del relato, transformándolo en un discurso visual lleno de personalidad. Acertadas o no, sabemos que sus decisiones fueron tomadas con mucha impronta, dejándonos un sabor exótico en el paladar. La premisa es atractiva por donde se la mire, aunque si nos enfocamos en el desarrollo de la trama, puede que no sea el ideal. Estamos frente a una historia puramente enfocada en acontecimientos, en donde cada personaje tiene una función para con su desarrollo, no permitiendo que generemos demasiada empatía o identificación con alguno de ellos. Además, la gran sucesión de conflictos genera un clima cargado de intensidad -muy interesante para el espectador- pero que lamentablemente muchas veces se ve interrumpido por diálogos vagos e interpretaciones poco logradas. No creo que este sea un film que tenga al campo de las actuaciones como un pilar. No pude evitar sentir cierta incomodidad con una de las actrices , ya que bajo mi percepción no se sintió como interpretación profunda, ni mucho menos con el drama necesario para contar semejantes sucesos que procuran de una gran carga emocional. El resto del cast cumple a la perfección con cada uno de sus roles de forma justa y precisa, destacándose la labor de Alex Wolff (Jumanji, Hereditary). Más allá de los puntos más y menos fuertes que presenta esta pieza, soy consciente de que estoy frente a una película totalmente diferente y genuina. Puedo ver más allá del producto final y percibir la profundidad del mensaje colocado detrás de la obra visual. M. Night Shyamalan se arriesgó de forma concreta a romper una gran barrera vinculada con la delicadeza y la sutilidad, generando un ambiente con cierta crudeza que muchos pueden no digerir. Para lograr apreciar la obra en su máximo esplendor puede que sea muy necesario que el espectador tenga que eliminar su prejuicio y dejarse llevar por el gran juego que se nos propone: analizar el concepto del tiempo. La riqueza de “OLD” se encuentra en las reflexiones que uno haga luego de verla. Sin dudas, es un film que recomendaría ver una vez en nuestra vida. Por Milena Orlando
Nominada en seis categorías de los premios Oscar, y habiendo ganado numerosas premiaciones más, “Nomadland” llega para mostrarnos un costado no muy conocido de la sociedad estadounidense. Chloé Zhao no necesita grandilocuencias para contarnos lo que quiere decir, y en este proyecto lo deja bastante claro. Ser nómade en la era moderna no tiene nada de convencional, pero lo que Fern (Frances McDormand) descubre, es que en este viaje nunca estará sola. “Nomadland” trae a la pantalla grande conceptos y realidades propias de una sociedad trabajadora de clase media que ha optado por pasar su vida en una van, vivir de trabajos estacionales y tener encuentros pasajeros con otras personas de la comunidad. Lo efímero de cada momento -y de la vida- es lo que los mueve a seguir adelante en busca de nuevas experiencias en la ruta. Normalmente estamos acostumbrados a que las historias del cine mainstream se desarrollen y giren en torno a grandes ciudades, o que por lo menos el conflicto se construya a partir de la inclusión de alguna de ellas en la trama. Es decir, los lugares muchas veces cumplen un rol muy influyente, tanto en el personaje como en las circunstancias. Uno de los mensajes que desde mi lugar puedo reflexionar que nos deja el film, tiene que ver con el peso -o no- que le damos a estos mismos. En Nomadland, por el contrario, podemos observar como el valor real de los sitios se encuentra en las personas que lo transitan, y no por la concepción del lugar en sí. Un desierto puede tener mucho para brindarnos, siempre que una persona con ideas, historias y presente se encuentre allí. El ritmo del film nos invita a poner el ojo en la contemplación del presente, de la riqueza de cada palabra, mirada y sonrisa. La historia no juega a sorprendernos con giros, conflictos extravagantes o villanos temibles, porque todos esos elementos se encuentran dentro de nuestra protagonista, quien padece la vida misma. La película se encarga de acompañar al personaje mientras atraviesa un proceso de cambios constante, en el que cada día es diferente al anterior y no queda otra opción que la evolución individual permanente. La interpretación de Frances McDormand le aporta la naturalidad perfecta y se alinea con el resto de los personajes de manera muy sutil, teniendo en cuenta que muchos de ellos no forman parte de la industria como actores, sino que fueron llamados por pertenecer a la cultura nómada. Es por eso que en mi opinión, el trabajo de dirección de Chloe merece un gran reconocimiento por su capacidad de dirigir en un proyecto de ficción a un grupo tan diverso de personas de forma impecable. En cuanto a los aspectos técnicos, la fotografía cumple un papel muy importante en el film y es gracias a ella que podemos sumergirnos en una experiencia visual espontánea y natural, mediante la cual podemos llegar a percibir la atmósfera genuina de cada ambiente. En mi opinión, “Nomadland” dice mucho más de lo que muestra y es por eso que se convierte en una gran oportunidad para el espectador de no solo verla, sino de utilizarla como puntapié hacia una reflexión y un diálogo interno que no muchas veces estamos invitados a hacer por parte de la totalidad de los proyectos cinematográficos actuales. Por Milena Orlando
Si te gustan las pelis basadas en universos distópicos con una dosis de mucha ciencia ficción, esta peli es para vos. Basada en la Novela de Patrick Ness, “Chaos Walking’’ nos presenta un escenario en donde los hombres conviven entre sí, con la particularidad de que cada pensamiento que pase por su cabeza será escuchado por los demás, definiéndose como “Noise’’ (ruido). Por otra parte, en el pueblo de nuestro protagonista Todd (Tom Holland) no habita ninguna mujer, y es por eso que él arriesga su vida para huir junto a Viola (Daisy Ridley)- una joven que accidentalmente llega a su vida- , en busca de muchas respuestas y una vida diferente. Debo admitir que puse mucha expectativa encima de este film cuando fue anunciado. Un proyecto con actores pertenecientes a dos de las franquicias más famosas de los últimos tiempos , unidos en una pieza de ciencia ficción producida por Lionsgate - la misma productora que gestó la aclamada saga de “Los juegos del hambre”- no era poca cosa. Como si fuera poco, el film además está producido por Robert Zemeckis (Volver al futuro) y uno de los autores del guion es Charlie Kaufman (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos), quien obtuvo un premio Oscar a mejor guion original. Lamentablemente, este panorama tan prometedor solo significó eso: una promesa, que no se terminó de cumplir. Más allá del hecho de que la elección de los actores seguramente haya formado parte de una gran estrategia enfocada a la venta, los actores cumplen con su trabajo y demuestran ser no solo dos caras conocidas en el mercado del cine. El rol de Holland en el film le cabe a la perfección y me da la sensación de que el mismo fue creado pensando exclusivamente en él. Por otro lado, no pude evitar encontrar un poco llamativo el papel de Daisy. Esto no se debe a su interpretación, sino a algún factor relacionado con la construcción del personaje desde el guion. Debemos recordar que el film está basado en una novela previamente escrita. Desconozco al personaje en su versión literaria, pero sí puedo decir que en la versión audiovisual no es recordable ni tampoco cuenta con algún rasgo distintivo que me lleve a querer ver más sobre él. La premisa de la película parecía interesante en un principio, pero rápidamente se dejó llevar por una construcción simple y básica del universo del film, en el que todo parecía estar allí para justificar la trama de la historia. Es decir, a mi parecer se creó el terreno perfecto para contar una historia interesante y llamativa ideal para que se desarrolle algún conflicto –un mundo en el que se escuchan los pensamientos de los hombres- pero se cometió el error de no reparar en ofrecer una justificación completa del mismo. Como dije anteriormente, puede que en el libro esto no sea así, pero por lo menos en el film no se vio reflejado. Por encima de estos desaciertos, la película cuenta con un gran enfoque orientado a la autonomía del género femenino, haciendo notar que no toda historia de aventura tiene que incluir al romance en la misma solo por el hecho de que haya un hombre y una mujer en la trama. Es una realidad distinta a la mayoría de los films y me alegra que eso suceda. Más allá de las inconsistencias que se pudieron percibir, destaco la calidad de la imagen y el nivel de producción con el que cuenta. Es una historia simple contada en su gran mayoría a través de una gran percusión por el medio de la naturaleza que cuenta con la gran ayuda de la técnica a la hora de hacer ver a esta trama más interesante y llevadera. Es un producto que entretiene y logra su cometido en rasgos generales. Desconozco el contenido original del guion –que no es lo mismo que la historia literaria- pero creo que este producto es la mejor versión de lo que podría haber sido, ya que las mayores inconsistencias no se encuentran al momento de la realización. Por Milena Orlando
Luego de la gran apertura de los cines llega a la cartelera un thriller con un rostro bastante conocido perteneciente a la TV. Maisie Williams está lista para hacer temblar la pantalla grande. ¿Podrá luchar aquí de la misma manera que contra los Skywalkers? Allá por los años ‘90 y en un pueblo Inglés, un grupo de tres jóvenes deciden entrar a robar un gran domicilio en donde viven dos adultos mayores: El Dr. Huggins (Sylvester McCoy) y la Sra Ellen (Rita Tushingham). Su gran objetivo consiste en abrir una caja de seguridad guardada en el sótano de la vivienda. Sin embargo, el plan no sale a la perfección y allí es donde Mary (Maisie Williams), la novia de uno de los delincuentes, se ve afectada y sin ánimo alguno debe entrar junto con ellos. Las expectativas de finalizar su tarea y huir son altas, pero Los Propietarios no planean dejársela muy fácil... En aspectos generales, el film cumple con lo que promete. Al ser una pieza del sub género “Home Invasion” tenemos todos los elementos que solemos esperar y encontrar en cintas de este tipo. Es por eso que no sorprende ni deja lugar a dudas: juega con los puntos de giro de forma correcta pero tampoco se arriesga. Estamos frente a un thriller que, en mi opinión, subestima en cierto punto al espectador y nos vende ideas que ya hemos comprado tiempo antes en otros productos audiovisuales, dejándonos servidas la totalidad de las respuestas que buscamos al verla. Tratándose de un thriller con tintes de terror, confieso que esperaba más condimentos del estilo. Sin embargo, la tensión se mantiene de forma pareja a lo largo de todo el film y se vuelve entretenida para el espectador, siendo este un punto muy positivo y destacable de la película. No puedo dejar de pensar que por momentos las decisiones de los personajes se veían algo inconsistentes y, lamentablemente, funcionales a la trama. Cuatro jóvenes vs. dos adultos mayores dejan ver para cualquiera una gran ventaja para uno de estos grupos, que al parecer, en el guión decidieron omitir y no justificar con acciones a la altura. Más allá de que su realización es correcta, no hay nada que se pueda hacer si el “problema’’ reside en las páginas. Las actuaciones se destacan por encima de la trama y elevan a esta pieza hacia otro nivel. Los momentos más cercanos al terror registrados en esta película se los lleva todos Rita Tushingham, quien con su personaje logra erizarnos la piel en varias ocasiones. Maisie Williams usa todo su talento a favor del film y logra al mismo tiempo despegarse de forma radical de uno de los roles más destacados y conocidos de su trayectoria (Arya Stark, Game of Thrones). Para los que estamos tan acostumbradas/os a verla en ese antiguo rol, es más que grato poder servirnos de su calidad de actriz desde la frescura de otros papeles. Probablemente me hubiese gustado que algunos detalles del género se traduzcan de otra manera sin usar necesariamente los mismos elementos que estamos acostumbrados a ver en la base de cualquier película thriller-terror, como por ejemplo el sótano. El mundo se encuentra repleto de elementos terroríficos en el sótano de una antigua casa, y continuar perpetuando este hecho seguramente resulte agotador para más de un espectador. En grandes rasgos la considero una película positiva en cuanto a calidad de actuaciones, dirección y fotografía. A pesar de haber caído en ciertas zonas de confort del género, cumple de todas formas. Lo más destacable de este film es el hecho de haber logrado entregar un producto a la altura de la trama y no haber abusado de la alta expectativa a la hora de su venta. Por Milena Orlando
¡Disney, es por acá! En el Reino de Kumandra los seres humanos y dragones cohabitaban en armonía, hasta que una multitud de criaturas misteriosas y diabólicas, los Druun, amenazaron el territorio. Los dragones, en un acto de confianza y amor, se sacrificaron para salvar a la humanidad. En la actualidad –500 años después - la civilización se vio nuevamente en riesgo mortal y Raya, una joven guerrera, se encargará de encontrar al último de los dragones, siguiendo los principios y valores de sus ancestros. Con cada entrega, Disney deja cada vez más en claro que el mundo de las mujeres en sus relatos ya no gira en torno a los romances hetero-normativos, que generalmente concluyen en un final feliz de nuestra protagonista junto a un hombre. En Raya y el ultimo Dragon podemos identificar elementos que ya hemos encontrado en películas como Brave y Moana – co dirigida por Don Hall, al igual que este film - en donde los objetivos de las protagonistas tienen que ver con el auto desarrollo personal, la reprogramación de los impuestos sociales establecidos y la confianza en sí mismas. Aunque la historia plantea conceptos muy interesantes y dignos de destacar, el film no se encuentra libre de desaciertos. Durante varios momentos, sentí que las situaciones caían en lugares comunes, predecibles y a veces muy forzados. Los diálogos no se sienten naturales y muchas veces el humor no termina de despegar, quedando en un lugar frecuente y un poco básico. El tan presente espíritu aventurero, que va a la par de una historia de travesías hacia lo desconocido, presenta muchas referencias inteligentes a varias películas de éste género de los años ‘80, como lo son Indiana Jones y La Historia sin Fin. Sin embargo, hay un elemento que ya hemos visto hasta el cansancio – por lo menos en este último tiempo - y que tal vez resulte un poco abrumador para el público tenerlo otra vez como disparador de la trama. Estoy hablando de la Piedra Mágica. Un objeto con poderes enormes, que se encuentra en alguna parte del mundo y de encontrarlo depende el destino de la humanidad. Con respecto a los personajes, la fortaleza la tienen los secundarios. Divertidos, simpáticos y muy recordables. No puedo evitar pensar que faltó información sobre nuestra protagonista, Raya. Con esto quiero decir, que por momentos siento que es un personaje creado para ser funcional a la trama, como si cualquier otro pudiera ocupar su lugar. No se nos presentaron demasiadas ocasiones como para conocerla, y empatizar luego con ella. De más está decir que la animación y dirección de arte son magníficas, y un gran factor a la hora de contar esta historia, dándonos la oportunidad de recorrer el mundo y presenciar paisajes extraordinarios recorriendo la gran cultura oriental. Éste último punto es el que en mi opinión, hace que la historia tenga un condimento extra: comprender la cultura, tratarla con respeto y darle un lugar bajo los grandes reflectores. Raya y el Último Dragón no es de los largometrajes que más pasión despierta en el espectador, ni tampoco de los más impecables de esta compañía, pero en el fondo implanta un mensaje mucho más general e importante que el que plantea la trama en sí: Las mujeres pueden salvar al mundo. Por Milena Orlando