"El reflejo de una sociedad" Siempre es destacable la llegada de películas de otros países y culturas tan distintas a la nuestra, ya que muchas veces no tenemos forma de acercarnos a ellas sin una pantalla mediante. Es así como podemos conocer y comprender otras realidades. “Relatos iraníes”, de la directora Rakhshan Banietemad, repasa los distintos personajes femeninos de su filmografía, mostrando el rol de la mujer en un mundo gobernado por hombres. Podemos observar mujeres provenientes de estratos sociales diferentes y con niveles de educación y empleo disímiles, pero que se cohesionan en una misma forma de buscar un mundo mejor: la constante lucha. Si bien la película está compuesta por relatos cortos, estos se van conectando de una manera bastante particular; es decir, que se encuentra un hilo conductor. Y en todas estas historias existen mujeres con un carácter especial que desde su lugar exponen una idea, justamente en un lugar donde la manifestación de la opinión no está bien vista y puede costar caro. Es una propuesta muy arriesgada por parte de la directora. Algunas historias son más interesantes o impactantes que otras, pero cada una de ella muestra una crítica social importante: se expone la violencia de género, el desempleo, el abuso del poder, la falta de libertad de expresión, la droga, la pobreza, las enfermedades, entre otras temáticas. Con una forma casi documental, la película nos acerca a una realidad distante desde la mirada de diversas mujeres y también hombres que comparten esa lucha. “Relatos Iraníes” se la puede ver en el Museo de Bellas Artes, en el BAMA Cine Arte y en los Cines del Centro Rosario. Samantha Schuster
"Recuperando la familia" Siguiendo con la moda de revivir las películas exitosas de tiempo atrás, en esta oportunidad le tocó el turno a “Vacaciones”, film que se estrenó por primera vez en 1983 y que tuvo varias secuelas. En este caso no tendremos como protagonista a Chevy Chase, sino que tomará su lugar Ed Helms, quien hará de Rusty, el personaje que hacía de hijo en las películas de los ’80. Cansado de la rutina y con el objetivo de unir a su familia, Rusty querrá revivir uno de los viajes que marcaron su infancia: la visita al parque Walley World. Sin embargo, el viaje no saldrá tal como lo planearon, sino que todo se le complicará a la familia Griswold. La trama es divertida y si bien carece de la fuerza y del poder de las originales que convirtieron a esta historia en un clásico, funciona muy bien. Tiene buenos chistes, aunque no hay que dejar de lado que cumple con la fórmula de la comedia ya establecida, es decir, que no se encuentran muchos elementos que salgan de lo común. Pero continuando en este sentido, la fórmula se sigue al pie del cañón y es por eso que la historia funciona mucho, entreteniendo y divirtiendo al espectador. Algunos chistes más inocentes, otros más burdos; nos proponen situaciones ridículas y extremas que logran generar risa en el público. Incluso existen ciertos guiños con sus antecesoras, sobre todo con la gran presencia de Chevy Chase. El trabajo de Helms es destacable, a quien pudimos conocer en comedias como “¿Qué pasó ayer?” o “The Office”, pero acá podemos observar que no solo sabe hacer buenos personajes secundarios, sino que también sabe llevar un protagónico; tiene una mezcla de inocencia y bondad con astucia para encarnar dicho papel. Además, está bien acompañado por el resto de los actores, tanto por Christina Applegate, quien hace de Debby, la mujer de Rusty, alguien que se encuentra infeliz entre tanta rutina; como por quienes hacen de sus hijos: Skyler Gisondo y Steele Stebbins. En síntesis, para estas vacaciones de invierno que ya se terminan, “Vacaciones” es una buena comedia para ir a ver. Tal vez no sobresalga de las comedias promedio, pero ofrece un momento de entretenimiento y diversión para toda la familia. Samantha Schuster
"Todos recibimos un milagro" John Green sorprendió el año pasado con la adaptación de su libro “Bajo la misma estrella” y en esta oportunidad vuelve a la pantalla grande con una historia previa, “Ciudades de papel”, de la mano del director Jake Schreier. “Ciudades de papel” narra, desde la perspectiva del protagonista masculino, la historia de Quentin (Natt Wolf), un chico que está convencido de que en su vida ocurrió un milagro: Margo Roth Spiegelman (Cara Delevingne) se mudó a su vecindario cuando eran chicos y se enamoró de ella. Pero los años fueron pasando y cada uno tomó su rumbo. Sin embargo, una noche Margo se le aparece en su ventana para que la ayude a vengarse de las personas que le hicieron daño. Al día siguiente, Margo desaparece y Quentin se verá obligado a descifrar qué es lo que le sucedió. En la historia existen ciertos altibajos, sobre todo lo que corresponde al ritmo. Tenemos el comienzo que podría calificarse como de aventura, con un ritmo más acelerado en donde Quentin ayuda a Margo con su venganza. Luego viene el misterio, la desaparición de la protagonista femenina y la búsqueda constante de pistas, con una dinámica de la trama más lenta, pero que no deja de perder su intensidad. Y luego vuelve a apresurarse con una especie de road-movie. Si bien las actuaciones son buenas, y tienen personajes secundarios bastante fuertes, como los mejores amigos del protagonista, interpretados por Justice Smith y Austin Abrams, Quentin no termina de generar empatía, hasta incluso se muestra medio insulso. Y Margo, que sí provoca algo en el espectador, se encuentra la mayoría del tiempo fuera de la pantalla. La película busca realizar una introspección en la vida de Quentin, quien en esa noche de aventura con Margo, comienza a vivir la vida diferente. Es una reflexión de los últimos momentos de la secundaria y el traspaso a una vida más adulta y esto se observa sobre todo en las transformaciones de los personajes a lo largo de la historia. A través de la metáfora de las ciudades de papel, la trama muestra cómo a veces la vida y las personas no son como uno las ve a simple vista. A veces las cosas son de papel, son falsas, nos hacen creer una cosa cuando la realidad es muy distinta. A pesar de que a simple vista la película parece una más de esos films del fin de la secundaria, John Green nuevamente le pone su sello a la historia y busca profundizar aún más en la vida y las emociones de estos personajes. Es una película sobre todo orientada al público juvenil. Samantha Schuster
Siempre se dice que es mucho más difícil hace reír que hacer llorar. Y eso es verdad. Los dramas pueden ser más o menos buenos, pero si una comedia no te causa gracia, perdió todo su sentido. Es por eso que cuando aparece una película con las características de “Ocho Apellidos Vascos” se le otorga un gran valor. El film español, dirigido por Emilio Martínez-Lázaro y protagonizado por Dani Rovira y Clara Lago, cuenta la historia de Rafa, un sevillano, y Amaia, una vasca, que tras un encuentro en un bar tendrán un flechazo (o al menos uno de ellos). Rafa irá a buscar a Amaia al País Vasco para conquistarla, pero las cosas se complicarán cuando Koldo, el padre de Amaia, se aparece con el objetivo de reanudar la relación con su hija. “Ocho Apellidos Vascos” se enmarca dentro de una comedia romántica y cumple tanto con la parte de comedia como con el romanticismo. Pero además, si bien la base de la historia es la relación entre Rafa y Amaia, existe un trasfondo político muy interesante y que únicamente con el tono de la comedia puede resultar. Tenemos chistes sobre vascos y andaluces por doquier, que aún sin conocer mucho acerca de la historia española, nos causan mucha gracia. Y si se está más informando, seguramente se aprovechará todavía más las alusiones a sus costumbres y contexto. Martínez-Lázaro hace una crítica incisiva en este sentido, pero desde una gran altura y humor, elementos que provocaron que “Ocho Apellidos Vascos” se convirtiera en la película más taquillera de la historia española. Pero dejando de lado la nacionalidad, será del agrado de personas de cualquier país, porque el guión es muy completo, la historia cierra perfectamente, tiene personajes muy bien armados y correctamente interpretados por Rovira y Lago (quienes hacen un maravilloso trabajo, sobre todo Rovira que no tiene experiencia en el cine, pero sí en la comedia), como también por los actores de reparto Karra Elejalde y Carmen Machi, y los chistes no caen en un cliché. Asimismo, cada personaje, aunque tenga el papel más pequeño, está elaborado a la perfección, generando risa en todo momento. Probablemente sí se muestren los estereotipos de vascos y andaluces, como mencionar la forma en que se ven los vascos o las siestas y la gomina de los andaluces; pero eso está utilizado con el objetivo de llevar al extremo una situación para hacer reír; cosa que logran íntegramente. La ambientación en general es bastante austera y no se necesitó de mucho para la realización de la película. Pero nos acerca lindos paisajes de ambos lugares. La música, por su parte, a cargo de Fernando Velázquez, acompaña a la perfección a la historia, proporcionándonos una alegría característica del film. En síntesis, “Ocho Apellidos Vascos” es una película que, independientemente de su trasfondo político que podamos entender de una mayor o menor forma, nos brindará una alegría y una gran diversión de principio a fin entre tanto drama cinematográfico. Con buenas actuaciones, lindos paisajes y música pegadiza, tendremos un momento de entretenimiento sano y saldremos del cine con una sonrisa. Samantha Schuster
"Minions": En busca de un villano Allá por el 2010 se estrenó “Mi Villano Favorito”, película en la cual pudimos conocer por primera vez a los Minions. Pero estos eran en realidad los secuaces de un protagonista mayor, llamado Gru, cuyas intenciones eran apoderarse de la luna, hasta que adopta a unas niñas y su vida cambiará de rumbo. Los Minions se convirtieron rápidamente en personajes secundarios fuertes e incluso más carismáticos que el mismo protagonista. Es por eso que, cinco años después, consiguieron su propio film. “Minions”, del mismo director de “Mi Villano Favorito”, Pierre Coffin (junto a Kyle Balda), se sitúa sin embargo en otro espacio temporal. No los veremos acompañando a Gru, sino que la historia comenzará mucho tiempo atrás. Desde tiempos muy antiguos los Minions siempre buscaron a algún villano a quien servir, pero siempre terminaban fracasando. Consumidos en la desesperación y el aburrimiento, Kevin, un miembro de la tribu le dio esperanzas al grupo: junto a Stuart y a Bob se embarcará en un viaje para buscar a un nuevo villano. Muchas veces cuando se anuncia la película de un secundario se está en la duda si será tan fuerte como para sostener su propio film y estar a la altura de las circunstancias. Tal vez funcionaban solamente alrededor de otros personajes. Pero ya desde el principio los Minions generaron una gran expectativa y la cumplieron. La película de los Minions propone una aventura divertida con la presencia fundamental de los propios personajes, quienes tienen la misma esencia que en los films anteriores. A pesar de manejar su propio idioma y que no se les entienda del todo cuando hablan, son muy carismáticos, tiernos, graciosos y se superan cuadro a cuadro. Al situarse a fines de los años 60 podemos ver gran parte de la cultura de ese momento, sobre todo de Inglaterra, principal locación para la historia, como también una gran utilización de la música para llevar a cabo esta trama. Si bien no tiene situaciones profundas como en “Mi Villano Favorito”, donde veíamos tal vez la relación entre un padre adoptivo y hermanas huérfanas, que nos llevaban más para el lado de la emoción, la historia que se cuenta es muy entretenida. Es una trama pura y exclusivamente de aventura y acción, con buenos gags. El 3D vale la pena y los que la vean deben quedarse hasta el final. Tanto para chicos como para grandes y tanto para quienes vieron las dos primeras películas como para quienes recién incursionan en el mundo de los Minions, es un film que nos proporcionará mucha diversión y risa, de la mano de unos personajes muy simpáticos y adorables. Samantha Schuster
"Escapando de la injusticia" La nueva comedia de Anne Fletcher, “Dos locas en fuga”, se centra en Rose Cooper (Reese Whiterspoon), una policía que sigue las reglas al pie de la letra, pero que todavía no encontró su momento para explayar todo su potencial. Hasta que le asignan la misión de acompañar a un agente a cuidar a una pareja, el Sr. y la Sra. Rivas, quienes testificarán en contra de un narcotraficante. Es así como buscará proteger a la Sra. Rivas (Sofía Vergara) por sobre todas las cosas. “Dos locas en fuga” reúne a dos grandes actrices como lo son Reese Whiterspoon y Sofía Vergara y es por eso tal vez que se esperaba un poco más de esta comedia. Si bien existen personajes secundarios, la fortaleza de la película recae sobre el hombro de estas dos actrices que encarnan a dos protagonistas distintas: por un lado Whiterspoon se pone en el papel de una oficial rígida y estricta que quiere hacer las cosas bien siguiendo las reglas, mientras que Vergara es una mujer de una clase social alta, preocupada por sus posesiones y mucho más libre que su compañera de ruta. A pesar de que el dúo funciona bien, a Sofía Vergara se la nota en un papel que le queda mucho más cómodo que a Whiterspoon, ya que puede mostrar esa frescura y sensualidad que la caracteriza, incluso ya su mera presencia nos transmite esa gracia que tiene. De todos modos los gags son buenos y es todo lo que podemos esperar de una comedia de estas características. “Dos locas en fuga” consigue hacer reír al espectador (aunque no de forma constante), a pesar de que nos encontramos con varios lugares comunes y muchas de las escenas son bastante predecibles. En síntesis, “Dos locas en fuga” nos propone una hora y media de divertimento, a cargo de dos actrices que se fusionan muy bien, mostrando dos tipos de mujeres distintas. A pesar de no ser una comedia que sobresalga por encima de tantas otras, pasaremos un buen momento viendo cómo dos personalidades diversas buscan sobrevivir y escapar de las personas que las buscan, atravesando situaciones hilarantes. Samantha Schuster
"Las estrellas no siempre brillan" La nueva película de Cameron Crowe cuenta la historia de Brian Gilcrest (Bradley Cooper), un contratista en materia de defensa que, luego de un tiempo de inactividad, regresa a Hawaii con la misión de supervisar el lanzamiento de un satélite. Allí estará rodeado de un antiguo amor, Tracy (Rachel McAdams), quien ahora está casada con dos hijos, y de una piloto de las Fuerzas Aéreas, Allison Ng (Emma Stone), por la cual comenzará a sentir algo. La temática de los cohetes, satélites y la exploración del cielo o el espacio es una idea que les gusta mostrar a muchos directores. Ver si hay vida en otro planeta y si el hombre podría dominarlo. Sin embargo, en esta oportunidad, el lanzamiento del satélite parecería ser una excusa para contar otras historias. Y es por eso, que la trama se torna un poco confusa. En “Bajo el mismo cielo” existe una mezcla de tramas y subtramas, intercalando la vida laboral con la sentimental de Brian Gilcrest, como también con la historia de Hawaii, la política de dicho Estado (quienes quieren ser independientes y no se sienten parte de Estados Unidos), los mitos y fábulas del lugar, y la importancia del cielo, del cual muchos de los millonarios se quieren adueñar. Es decir, que tenemos muchas historias distintas dentro de la historia central y querer abarcar todas estas tramas es arriesgado y no funciona de la mejor manera. Algunas no terminan de cerrar y otras lo hacen, pero de una forma bastante forzada. Sin dudas uno de los mejores elementos de “Bajo el mismo cielo” es la conformación del elenco, con grandes y excelentísimas figuras. Entre ellos se encuentran Bradley Cooper, Emma Stone, Rachel McAdams, Bill Murray, John Krasinski y Alec Balwin. Sin embargo, a veces reunir a artistas tan aclamados no significa el éxito asegurado de una película. Y esto es lo que podemos ver en “Bajo el mismo cielo”. Cada uno de los actores cumple bien con su papel, pero el guion no ayuda a que la historia se vuelva interesante y que fluya de una manera dinámica. Por otro lado, habría que destacar la música, otro de los elementos que funcionan en la película, proporcionándonos la esencia de Hawaii. En síntesis, “Bajo el mismo cielo” no se consagra como una de las mejores películas de Cameron Crowe, quien escribió y dirigió entre otras películas “Casi famosos”, “Digan lo que quieran” o “Vida de solteros”, ya que se presenta una historia pasatista, carente de profundidad o de gran interés para el público, destacándose principalmente las figuras de renombre que aparecen en ella.
"Una montaña rusa de emociones" Disney-Pixar nos tiene acostumbrados a esperar buenas historias, creativas, y con cada proyecto se va superando. En esta oportunidad llegó el turno de “Intensa-Mente”, de la mano de Pete Docter (“Monster Inc.”, “Up”), una película que cuenta la historia de Riley, una niña que ahora tiene 11 años y su vida dará un giro cuando su familia decida mudarse de la tranquila y nevada Minnesota al caótico San Francisco. Pero esta historia no se centra en ella, ni es nuestra protagonista. Simplemente es un medio para conectarnos con los verdaderos personajes principales: las emociones que viven dentro de Riley (furia, alegría, miedo, tristeza y desagrado). Allí podremos ver cómo actúan nuestras emociones y cómo nos hacer actuar a nosotros. Más allá de la idea original que se nos presenta está muy bien llevada a cabo, porque podrían plantearnos esta historia desde la perspectiva de las emociones y quedarse solo allí. Pero no se torna ni agobiante ni molesto, como tal vez ocurre en esas películas o series en las cuales hay un constante uso del recurso de la voz en off que agota al espectador. Pero “Intensa-Mente” no cae en eso. Se las ingenia para crear una problemática dentro de la propia historia de las emociones, más allá de la vida de la chica para la cual “trabajan” y “viven”. Es una película para chicos, ya que les proporciona una gran cantidad de aventuras y obstáculos a vencer, pero también para los grandes. Seguramente los adultos sepan comprender los mensajes que se esconden dentro de la historia con mayor profundidad; poder entender cómo cada emoción es importante para el desarrollo de nuestra personalidad ya desde niños y que en la vida no todo puede ni tiene que ser alegría. Hay que dejar que las emociones fluyan por sí solas y entender que la tristeza y la nostalgia pueden invadir la vida de un chico, sobre todo durante el paso de la infancia feliz a la cruda adolescencia; ese momento en el cual uno se da cuenta que no todo era tan perfecto como se creía. Como suele suceder con las películas de Disney, la historia nos va a ir llevando por distintos rumbos, proporcionándonos diversos sentimientos: vamos a pasar de la risa a la emoción. Sin dudas, “Intensa-Mente” es una de las mejores películas de Disney-Pixar de los últimos tiempos, desde su historia creativa y original, la animación de los personajes, hasta los mensajes que transmite. Una película bella y para disfrutar en familia. Samantha Schuster
"Relatos de una obsesión" Basada en la novela homónima de Cielo Latini, “Abzurdah” cuenta la historia de la adolescencia de la autora: los cambios de colegio, la falta de amistades, la desatención paternal, la obsesión por el amor, los trastornos alimenticios y la autodestrucción. María Eugenia “la China” Suárez tenía la difícil tarea de encarnar al personaje de Cielo, una chica con ciertas contradicciones, por momentos muy madura y por otros teniendo caprichos propios de la edad; como también con problemáticas de fondo muy profundas: la depresión, la anorexia y la obsesión enfermiza. Pero, a través de un gran trabajo actoral y físico, ya que tuvo que adelgazar para el papel, logró retratar la situación y las sensaciones del personaje. Esteban Lamothe acompañó bien también en su rol de Alejo, ese amor correspondido por momentos, pero que no se encontraba a la altura del amor que le entregaba Cielo. Lo mismo ocurrió con los padres de la protagonista, interpretados por Gloria Carrá y Rafael Spregelburd, dos personajes que fueron creados prácticamente para la película, porque en el libro tenían un rol más fantasmal. La historia se desarrolla de una buena manera, y mantiene la esencia del libro, obviando claramente algunos detalles, como la historia previa de Cielo, aunque en algunos momentos se menciona. Sin embargo, carece un poco de profundidad en el relato. Es decir, que las cosas se suceden de una manera muy rápida y no logramos entender del todo cómo se van desencadenando los hechos. Por ejemplo, no tenemos una historia detrás de cómo se forma el grupo del chat de Cielo, o por qué de pronto se queda sin amigas; que en el libro (seguramente por un tema de extensión) se encuentra mucho más explicado. De todos modos, una adaptación nunca es tan fiel al libro, y se aceptan este tipo de cambios. El problema recae, sobre todo, que esto afecta un poco al desencadenamiento de los hechos, ya que no se cuentan algunas cosas importantes del relato. Pero hay que decir también que fue correcto que hayan conservado gran parte del relato en primera persona, incluso con la narración de la China Suárez (que se lo puede considerar justo y necesario, sin abrumar al espectador), ya que el libro está basado en su mayoría en la reflexión de Cielo y en los chats y mails que se mandaba con Alejo. Esto también se mantuvo, pero se hizo un muy buen traspaso cinematográfico. Muchas de las conversaciones a través del ICQ se las incorporaron a las escenas cara a cara. También se debe destacar el hecho de haber mantenido la estética de los ’90, cuando los adolescentes usaban sobre todo el ICQ y el MSN recién estaba comenzando a asomarse, el hecho de no tener internet ilimitado y conectarse a través del teléfono o introducir los primeros celulares. En síntesis, “Abzurdah” mantiene el estilo del libro, aunque presentando algunos cambios y está orientada principalmente al público femenino de jóvenes o adolescentes, al igual que el best-seller. Retratando a un personaje complejo, con una temática fuerte, la China Suárez realiza un impecable trabajo, comenzando una prometedora carrera en el cine. Samantha Schuster
El primer trabajo en solitario de Juan Schnitman es “El incendio”, película que se centra en una pareja a punto de comprar su primer departamento. Sin embargo, las cosas se complican y deberán retrasar la compra un día más. Esas 24 hs serán tan tortuosas que les harán replantear cada detalle de su relación. “El incendio” es un film tenso, intenso, e incluso hasta incómodo por momentos. Y estas sensaciones se van intensificando y profundizando a medida que la historia avanza hasta explotar. La violencia de los personajes también va escalando de a poco en el relato, y si bien no todos pueden sentirse del todo identificados, ya que probablemente no hayamos vivido las mismas situaciones, la historia nos transmite una cotidianeidad y realismo. Aunque sea ficción, nos creemos lo que ocurre sin dudarlo ni por un momento. Las actuaciones están muy bien llevadas a cabo por Pilar Gamboa y Juan Barberini, destacando sobre todo a la actriz, que manifiesta esa confusión de seguir con una persona aunque sea una relación tormentosa. Pero Juan tampoco se queda atrás, y consigue realizar un papel violento e intenso. Ambos personajes son fuertes, pero débiles a la vez, tienen sus dudas, miedos y certezas. Se nota una gran construcción de estos roles. Y no sé si será algo positivo o negativo (depende de dónde se lo mire), pero definitivamente Juan Schnitman nos deja con ganas de más. El final (que permite una interpretación subjetiva, y tal vez acá se pierda un poco de fuerza), no nos termina de satisfacer y queremos saber más acerca de esa relación tóxica. De cierta manera nos termina involucrando en la historia, haciéndonos parte de ella. En síntesis, “El incendio” es una película que profundiza sobre las relaciones de pareja, las inseguridades, los miedos y la cotidianeidad de la misma, protagonizada por dos actores que se ponen el film al hombro y realizan dos grandes interpretaciones (una más emotiva y otro más corporal), captando cómo a veces una situación tan pequeña como el atraso de la compra del departamento puede disparar de a poco todas las falencias de una relación, hasta el punto de replantearte si querés seguir teniendo a la otra persona a tu lado. Samantha Schuster