Un boxeador debe luchar por su felicidad y la de su familia, fuera y dentro del ring. Cuenta las vivencias de Billy Hope (interpretado por el nominado al premio de la Academia Jake Gyllenhaal, por “Secreto en la montaña”) campeón mundial de peso semipesado que lleva una vida feliz con su esposa Maureen Hope (Rachel McAdams, “Sherlock Holmes”). Son fieles, ella es una mujer bella, que lo quiere, cariñosa, ordenada, se llevan bien, tiene una hija encantadora Leila Hope (Oona Laurence) y tienen una vida llena de lujos. A él en distintas oportunidades lo vemos como un hombre generoso con sus amigos y con aquellos que se encuentran a su alrededor, como tantos otros deportistas conoció la pobreza y con su profesión ha logrado ser una estrella y ganar bastante dinero. Pero una noche cuando sale junto a su esposa y otros amigos sucede una tragedia inesperada. Vemos de golpe como toda su vida se desmorona no solo en lo económico sino también espiritualmente. Se sumerge en una gran depresión, se dedica al consumo de drogas, alcohol y protagoniza ataques cargados de violencia que provocan que pierda todo, incluso la tenencia de su hija. A veces cuando un ser se encuentra en las malas todos desaparecen. En este caso se acabó la fiesta, su manager y amigo de toda la vida Jordan Mains (Curtis Jackson, alias “50 Cent”), cuando este toca fondo, lo abandona. Cuando el barco se hunde las primeras que huyen son las ratas. Se debe enfrentar solo a la vida y resurgir como el ave fénix. Es aquí cuando entra en acción su nuevo entrenador Tick Willis (interpretado por el ganador del Oscar Forest Whitaker, por “El último rey de Escocia”), ellos juntos emprenden una gran batalla para recuperarlo todo. Este film tiene como director a Antoine Fuqua (Día de Entrenamiento) y al guionista Kurt Sutter (“Sons of Anarchy”), contiene algunos elementos y situaciones similares a “Toro salvaje”. Todo lo que va sucediendo resulta bastante previsible, aggiornado con toques conmovedores y melancólicos. La historia va ofreciendo mensajes, entre ellos la fuerza de superación y que se puede salir de las malas situaciones. Muy buena la preparación física para este personaje de Jake Gyllenhaal (podría ser nominado al Oscar), una vez más vuelve a brillar Forest Whitaker, acompaña una buena fotografía, montaje y banda sonora. Algunos la relacionarán con un “Rocky” pero más moderno.
Ya no hay sorpresa, pero sigue la diversión, el entretenimiento y los pochoclos. Este film es genial para los fans Seth MacFarlane (una vez más como director, guionista, actor y productor) y quienes lo acompañaron en “Family Guy” y en la primera entrega de “Ted” en el 2012 apoyarán esta dado que mantiene su estilo, es divertida y los protagonistas siguen manteniendo su afecto. Ahora John Bennet (Mark Wahlberg) se encuentra solo, divorciado de Lori Collins (Mila Kunis) y su oso de peluche compañero desde su infancia Ted (voz de Seth MacFarlane) se casa con la bella cajera Tami-Lynn (Jessica Barth, “Superagente 86 de película"). Comienza con algunos puntos a favor desde los créditos con buenas coreografías y un número musical, homenajeando aquellos de los años 50. Después lo que continúa es la convivencia escándalos en el vecindario en el que se destacan los momentos divertidos. Para reafirmar su amor una compañera del supermercado donde trabajan juntos le sugiere que tengan un hijo con su esposa. Abordan varios inconvenientes y deben encontrar un donante, dada su naturaleza, en busca de esto se genera una gran odisea alocada intentando encontrar la persona adecuada, cuando están a punto de la inseminación, Tami tiene problemas de fertilidad, por lo tanto deciden adoptar y ahí surge la gran hazaña: demostrar que Ted es una persona real porque por el estado es considerado un objeto, una propiedad y le quitan todos los derechos civiles. Nadie quiere tomar el caso y para ayudarlos aparece un abogado muy especial: la joven inexperta de 26 años Samantha (Amanda Seyfried) divertidísima que se suma al desequilibrio de los protagonistas con fumatas entre otras cosas, pero quien terminara ayudándolos en la corte suprema es el abogado Patrick Meighan (Morgan Freeman) cuya intervención no es casual. Lo que continúa es una serie de situaciones cómicas, humor absurdo, acido, escatológico, friki y surrealista, otros personajes John Slattery fiscal, el malvado Giovanni Ribisi y cameos brillantes a: Jay Leno, Liam Neeson, Sam J. Jones, Michael Dorn, Tom Brady, Jimmy Kimmel, Dennis Haysbert, entre otros. Llena de referencias a otros films. Increíbles situaciones en el “Comic Con”. Todos los toques son alocados, como así también dramáticos y usa a Ted como metáfora para hacer una crítica de la sociedad en la que vive, entre otras críticas. Quédate a ver hasta el último de los créditos porque hay yapa.
Una historia que nos invita a reflexionar sobre nuestro pasado reciente. Se encuentra basada en una historia real: la de la familia Puccio, que tuvo una fuerte repercusión en la Argentina cuando se conocieron sus vidas y secretos. Esta era una familia querible y acomodada de San Isidro de la que nadie sospechaba, menos aun de lo que sucedía en el interior de esa casa (acá se cumple el dicho las apariencias engañan). Durante los años ochenta cometieron varios secuestros, cobraban el rescate y sus víctimas nunca regresaban con vida porque eran asesinadas. Este caso que conmocionó a todo el periodismo, distintos medios de comunicación, a varias personas y fue un hecho que causó gran estupor. Ahora llega de manera comprometida de la mano del prestigioso cineasta Trapero por primera vez al cine. Guillermo Francella interpreta a Arquímedes Puccio, líder del clan, y Peter Lanzani, en su debut cinematográfico, se pone en la piel de su hijo Alejandro, entonces jugador estrella del equipo de rugby del CASI y del seleccionado argentino Los Pumas. Elogiado y querido por todos sus compañeros y entrenadores. Nadie sospechaba que se escondía detrás de esos rostros. Dentro de su desarrollo (1982 a 1985) se van mostrando etapas de la Argentina, entre fines de la dictadura militar y el comienzo de la democracia con los discursos del Presidente Alfonsín y una serie de hechos políticos. Se va mostrando material de archivo, con distintos discursos, (se intercalando dentro de su narración) figuras militares, violencia, impunidad y hasta aparece la figura de Aníbal Gordon, entre otros. Trapero es un buen narrador, con claridad va mostrando a un matrimonio padre de cinco hijos, católicos, la relación entre ellos, el horror que se encontraba encerrado en las paredes de esa casa y como cada uno de ellos lo vivían. Está la relación padre e hijos y en especial entre Arquímedes y Alex seres oscuros siniestros, con sus gestos miradas, silencios y acciones. Se movilizaban con total libertad por todas partes, hasta utilizaban su auto con patente y operaban en su hogar. El film está muy cuidado, con una impecable reconstrucción de época, algunos planos secuencias interesantes, situaciones claustrofóbicas, una buena paleta de colores que le da los climas necesarios, al igual que los temas musicales (“Encuentro con el diablo”, “Sunny Afternoon”, entre otros) fueron elegidos por sus letras que están relacionados con la trama. Por momentos cae un poco. Las interpretaciones son correctas acompañan, pero hay dos para destacar nuevamente la de Francella, su mirada fuerte sin pestañar, un ser despreciable, psicópata, un monstruo y por el lado de Lanzani logra está a la altura de las circunstancias y se enfrentó a un gran desafío en su debut cinematográfico. La fortuna es que se encuentra protagonizada por Francella, dirigida por Trapero, muchos conocen la historia otros no tanto y no es casualidad que se estrena en agosto al igual que “Relatos salvajes” es un mes apropiado, en este caso en 267 salas de todo el país y en formato digital.
Cuatro jóvenes pueden salvar al mundo a través de sus superpoderes. Los 4 Fantásticos son un grupo de superhéroes que aparecen como cómics estadounidenses creados por Marvel y que se comenzaron a ver años anteriores en diferentes películas. Ahora nos encontramos con esta nueva versión dirigida por Josh Trank (“Chronicle”) y protagonizada por: Miles Teller (“Whiplash: Música y obsesión"), Kate Mara (“127 horas”), Jamie Bell (“Billy Elliot"), Michael B. Jordan (“Chronicle") y Toby Kebbell ("RocknRolla"). Se centra en cuatro jóvenes marginados que se teleportan hacia un universo paralelo y peligroso que altera sus cuerpos de maneras aterradoras. Ellos son: Reed Richards (Miles Teller), Ben Grimm / The Thing (Jamie Bell), Sue Storm (Kate Mara) y Johnny Storm (Michael B. Jordan). Ahora que sus vidas han sido transformadas, este equipo debe aprender a utilizar sus nuevos poderes de manera conjunta para rescatar a la Tierra de uno de sus ex-amigos, ahora transformado en un peligroso rival. Esta nueva versión, con un elenco más joven y que mantiene la estructura y el infaltable villano de turno que aparece cerca del final Victor von Doom (Toby Kebbell), tarda mucho en aparecer y se demora demasiado con otras situaciones. Su ritmo resulta un tanto desparejo, contiene poco humor y un pobre guión. Para destacar los muy buenos efectos especiales, fotografía y los elementos que provocan la acción. Puro entretenimiento, pochoclera de principio a fin e ideal para los amantes del género. Con un final que te da la pauta que la historia continúa y cuyo estreno se encuentra previsto para el 14 de julio de 2017 en Estados Unidos.
El ocaso de un actor. Todo gira en torno a Simon Axler (Al Pacino, “Directo al corazón”) un veterano y famoso actor de teatro que se enfrenta a un desafío en el escenario al componer dos personajes shakesperianos: al Prospero de “La tempestad” y a Macbeth. Y sufre un bloqueo, tras una penosa interpretación de Macbeth, Simon no tiene más remedio que aceptar que los días de laureles pertenecen al pasado y se sumerge en una profunda depresión que le lleva incluso a pensar en el suicidio. Surgen una serie de inconvenientes, pero alguien llama a su puerta; es la hija de una vieja ex amante, Pegeen Mike Stapleford (Greta Gerwig, “Amigos con derecho”), esta le va devolviendo las ganas de vivir, va recuperando el brillo en todo su ser, esta mujer lo lleva a la aventura le transmite su energía y juventud, esta relación no será fácil traerá ciertas complicaciones, confusiones y obstáculos en ambos. En esta película del cineasta Barry Levinson (“Rain Man”, “Buenos días, Vietnam”, “Dos estafadores y una mujer”), el título de la novela es “La humillación” de Philip Roth, pero acá a la película la titularon como “un nuevo despertar” les resulto más atractivo y en España como “La sombra del actor”. Se van abordando distintas temáticas, se permite ciertas licencias, habla de la crisis de un actor entrado en años tanto física como mentalmente, con momentos de tensión que se van armonizando con toques de humor. Comienzan los distintos replanteos, con una maravillosa interpretación una vez más de Al Pacino (75) que se enfrenta perfecto a la cámara y con toques shakesperianos, muestra que le va pasando a un actor entrado en años. Se va relacionando con los distintos personajes: Sybil (Nina Ariandra), que lo quiere como asesino de su marido, argumentando la experiencia que adquirió en teatro; el encuentro con la joven Pegeen que lo hace revivir y la escena divertida entre Pacino, Gerwig y los padres de la chica: interpretados por Dan Hedaya (“Los sospechosos de siempre”) como Asa y Dianne Wiest (“El laberinto”) como Carol. Desde el primer fotograma contiene algunas similitudes con “Birdman” (2014). Lo único que no ayuda mucho es la adaptación del guión por lo tanto para algunos espectadores algunos pasajes pueden resultarles un tanto aburridos.
Conmovedora, brillante y rodeada de buenas actuaciones No encontramos con uno de los trabajos del prestigioso director, actor, productor y guionista cinematográfico italiano, Nanni Moretti (61) que siempre se caracterizó por abordar temas sociales y políticos marcando sus ironías, sarcasmos y parodias. Llega ahora con “Mía Madre”, que se presentó en el festival francés de este año, así como en otros certámenes internacionales. Aquí se enfrenta a un drama autobiográfico sobre las vivencias de una directora de cine y su madre que se encuentra internada y gravemente enferma. Mientras realizaba el montaje de la película “Habemus Papam” que protagonizó Michel Piccoli como un Sumo Pontífice con ataques de pánico quien es atendido por un psiquiatra, (film que estuvo en competición en el Festival de Cannes de 2011), en medio de todo esto, este prestigioso cineasta se enfrentaba a la muerte de su madre. Así nace esta película. Todo gira en torno a la protagonista Margherita (Margherita Buy), una directora de cine cuarentona que se está separando de su marido Vittorio, tiene una hija adolescente, su madre se encuentra enferma e internada y mientras tanto está filmando una película política protagonizada por una estrella de Hollywood de origen italiano, un divo insoportable llamado Barry Huggins (John Turturro) que dentro del drama que vive esta directora, porque se le está muriendo su madre, este personaje que es un verdadero chanta es quien le da acertados toques de humor y dentro de tanto drama le da un equilibrio a la historia. Realiza un extraordinario trabajo Margherita Buy, desde la mirada, lo gestual, los silencios y la ira, va mostrando las dificultades que va atravesando en medio de una filmación, enfrentando problemas laborales y personales, porque entre otras cosas su madre Ada (Giulia Lazzarini) se está muriendo. Frente a este drama quien le da algunos toques de humor es el personaje de Turturro, un ser fastidioso quien se cree un dios pero es un chanta. Además Moretti un director filoso acá se da el gusto de interpretar uno de los personajes: el hermano de la protagonista. También se van abriendo otras historias. Es conmovedora, bella, está muy bien narrada, es reflexiva y plantea como uno puede seguir y sobrellevar la vida porque finalmente nuestros padres en algún momento se mueren.
Una comedia sobre una familia que quiere salir de la rutina. Con toques escatológicos y humor negro. Narra los momentos que vive una familia muy especial. El padre de familia es un piloto de avión Rusty Griswold (Ed Helms) que nota que su esposa Debbie Griswold (Christina Applegate) no se encuentra bien. Eso lo descubre junto a su deseo de conocer París cuando escucha una charla durante una cena con los Peterson (Keegan-Michael Key y Regina Hall) , entonces considera que necesita revivir la pasión perdida y recomponer la comunicación con sus hijos Kevin Griswold (Steele Stebbins, "Paranormal movie 2”) y James Griswold (Skyler Gisondo, "Noche en el museo: El secreto del faraón "), para ello, deciden ir todos juntos desde Chicago a "Walley world" un parque de diversiones que queda a varios kilómetros de su domicilio. Para esta gran travesía alquilan un vehículo inteligente. Pero en ese recorrido suceden una serie de divertidos obstáculos que se verán a lo largo de la carretera. Vivirán una serie de aventuras y desventuras, chistes burdos, sexuales y algo de humor negro. Contiene momentos alocados y mucho aporta la buena banda sonora que va envolviendo las distintas situaciones. Dirigida y escrita por Jonathan Goldstein y John Francis Daley, que debutan como directores y los protagonistas son los actores Ed Helms y Christina Applegate (buenos comediantes) son graciosos. Además contiene una alusión a la película “Reto a la muerte” de Steven Spielberg, un cuñado especial interpretado por Chris Hemsworth, cameos Colin Hanks como pasajero junto a su familia soporta varios infortunios durante una turbulencia. Resulta entretenida y muy pochoclera.
A pura adrenalina los espectadores disfrutarán de Tom Cruise en escenas por carreteras a alta velocidad, por aire y debajo del agua. La presentación comienza a toda acción entre Benji Dunn (Simon Pegg, "Misión imposible: Protocolo fantasma"), Luther Stickell (Ving Rhames, "Misión imposible 2", "Misión Imposible 3") y Ethan Hunt quien aparece en pleno despegue de un avión se trepa y en pleno vuelo intenta ingresar al mismo. Ahora se encarga una nueva misión a Ethan Hunt (Tom Cruise, acá es el protagonista y productor) y su equipo que se enfrentan a una tarea bastante difícil hasta el momento, debiendo erradicar al Sindicato, una organización internacional clandestina y que está comprometida en eliminar al IMF. Cuando la amenaza se pone más potente todo el peligro rodea a Ethan, quien ira teniendo distintos destinos: Londres, Cuba, Paris, Viena y Marruecos, entre otras locaciones. La misión se torna más difícil con una terrible lucha con el doctor de los huesos que es el rompehuesos y en un calabozo se une una bella y extraña mujer Ilsa Faust, (sueca Rebecca Ferguson) que se ira trasladando entre dos bandos. Ilsa es una experta luchadora, maneja a la perfección las artes marciales y con una estupenda destreza. Ethan se enfrenta constantemente con los malos que están dirigidos por un temible villano de nombre Solomon Lane (Sean Harris Lane, “Prometheus", efectivo y odiable). Antes que los chicos malos logren dominarlo todo, Ethan y sus hombres William Brandt, Benji Dunn, Luther Stickell y el contrariado Alan Hunley (Alec Baldwin), idearán grandes planes para poner a salvo los secretos de un país. Su misión no será fácil, se va complementando con explosiones, persecuciones, el peligro acecha por todas partes, luchas cuerpo a cuerpo, mucha tensión, armamento de gran calibre, espionaje, a toda velocidad en motocicleta, alta adrenalina en auto y debajo del agua e increíbles escenas de acción. Entretenida de principio a fin. Dirigida por Christopher McQuarrie (“Jack Reacher”, 2012), vuelve a trabajar junto al carismático y creíble Tom Cruise quien a los 53 años se atreve a realizar escenas de alto riesgo y no utiliza dobles. Se logran escenas espectaculares e impactantes, con toques de humor aunque con un guión por momentos es algo reiterativo. Muy buenas locaciones que además nos ofrecen una estupenda fotografía y genial la banda sonora. Sale con más de 200 copias y se encuentra doblada y subtitulada.
Una fábula conmovedora La película se encuentra ambientada en los años 40 en, O’Hare un pequeño pueblo costero ubicado en California, allí vive con su familia, Pepper Flynt Busbee (Jakob Salvati), de unos 8 años apodado “Little Boy”, quien debido a su corta estatura es rechazado y molestado por otros niños del lugar que se burlan constantemente. El único amigo es su padre James Busbee (Michael Rapaport), con el que pasa momentos maravillosos y comparten todo tipo de actividades. Pero su dicha se ve opacada cuando London Busbee (David Henrie), su hermano mayor, no es admitido en el ejército debido a su pie plano y el padre tiene que tomar el compromiso con la patria y debe ir a combatir en la Segunda Guerra Mundial contra las fuerzas japonesas. Las cosas cambian en la familia Busbee, Pepper la pasa mal, es agredido constantemente (sufre el bullying) por Freddy Fox (Matthew Scott Miller) y su banda, su madre acosada por el viudo Doctor Fox (Kevin James) y London se siente culpable, bebe demasiado e intenta inventar una máquina. Lo que ilusiona a Pepper es la llegada y el encuentro con un mago itinerante Ben Eagle (Ben Chaplin), quien le hace creer que con la magia lo puede todo hasta traer de vuelta a casa a su padre. Pero quien intentará guiarlo es el cura de la zona Oliver (Tom Wilkinson), mezclando su fe con los mandatos de la iglesia, uniendo magia, esperanza, solidaridad y milagro. Uno de los peores momentos que vive Pepper es cuando debe dejar de lado el odio hacia uno de sus vecinos, en plena guerra, justo a un japonés Hashimoto (Cary-Hiroyuki Tagawa), que se encuentra viviendo en la zona, quien se ha quedado sin familia y los lugareños obviamente no aceptan a este hombre y la enemistad está generalizada. Su narración contiene una serie de lecciones morales, las cuales no se encuentran muy elaboradas, la historia habla de los sueños, del amor, el rencor, el racismo, la intolerancia, la xenofobia, hasta del bullying y acerca de que la fe puede mover montañas, pero la forma que se eligió para contar esto es demasiado lacrimógena y contiene varias situaciones que no convencen. Se promociona como una gran aventura familiar para atraer a los chicos pero no cuenta con un protagonista atractivo, muy melodramática y con demasiados golpes bajos.
Dos seres encerrados en mundos que no les pertenecen y el destino decide cruzarlos. Narra los momentos que comienza a sentir en su interior Meira (Hadas Yaron, “La esposa prometida”), una joven casada y madre de una niña que ya no se siente cómoda viviendo según los estrictos preceptos religiosos de la comunidad judía jasídica en Montreal, no sabe muy bien cómo salir de ese universo, aunque sea lo único que ha conocido, no se la ve feliz, esta fastidiosa y a escondidas dibuja y toma anticonceptivos. Su esposo Shulem (Luzer Twersky, "Romeo y Julieta en yiddish") mientras se prepara para el Shabat, la observa, nota ciertas asperezas y se enoja cuando la encuentra escuchando música soul. Por otro lado esta Félix (Martin Dubreuil, "Les 7 jours du talion"), un ser solitario y soltero. Su padre Théodore (Benoît Girard "Camping sauvage") con quien tuvo algunas diferencias acaba de fallecer y ahora debe arreglar algunas situaciones legales con su hermana Caroline (Anne-Élisabeth Bossé, "Laurence Anyways"). Por casualidad estas dos almas (Félix y Meira) desdichadas se encuentran y se conocen. Comienzan lentamente a relacionarse y no tenían que enamorarse pero sucede. Plantea aquellos momentos en los cuales se deben cumplir lo mandatos religiosos. Las mujeres deben tener todos los hijos que lleguen y las que se divorcian lo pierden todo, ya no son recibidas por la familia o comunidad, los hijos quedan al cuidado de los padres y se quedan sin nada, pero si el hombre quiere alguna excepción puede ocurrir. Es una historia de amor de mundos diferentes (ella ahogada en una comunidad de la cual no quiere ser parte y él, que soporta la muerte de su padre y su vida no tiene rumbo), ambos están perdidos en la vida, son curiosos y tienen inquietudes. Ellos a partir que se conocen tienen una segunda oportunidad y le pueden dar un vuelco a sus vidas. Aunque el director deja un final abierto en esa góndola en Venecia. Contó con un cuidado vestuario, la fotografía Sara Mishara y su realización fue con mucho respeto. Las actuaciones son correctas, varias metáforas, se van creando buenos climas y a veces se marcan planos fijos y largos.