1982, la gesta recupera con pasión la historia de 22 soldados de Malvinas El documental de Nicolás Canale se apoya en la contundencia de las historias de vida que refleja y un sólido trabajo de archivo ¿Dónde estaban y qué pensaron muchos cuando se enteraron del éxito ese 2 de abril de 1982 de la llamada Operación Rosario? ¿Cómo fueron convocados los jóvenes a participar en ese conflicto? ¿Qué se siente perder a un compañero en combate? Estas y muchas otras preguntas son la que responden estos 22 veteranos en este documental que transita con calidez y pasión uno de los más dramáticos sucesos de la historia argentina. El film, a través de las voces de sus protagonistas, describe los hitos más importantes de esa guerra mientras se honra el valor de esos héroes. El documental llega a 40 años de aquel momento y relata las contingencias de esos hombres que sufrieron la derrota y tuvieron la valentía de hacer pie en la tierra malvinense. El director Nicolás Canale fue mostrando en sus relatos y a través de añejas fotografías, impresionantes escenas cinematográficas de varios noticieros y mapas que señalan los lugares más importantes en los que tuvieron lugar las más encarnizadas batallas, que redondean este conjunto de historias que son relatadas con lágrimas de tristeza y también con exaltación
El documental de Nicolás Canales revive la guerra de Malvinas en los testimonios de 22 veteranos de guerra que cuentan sus experiencias, sus sentimientos, sus vivencias a cuarenta años de una acción bélica que los marcó para siempre. Con emoción inevitable, con una mirada centrada solo en los hechos y su inspiración, recortadas en una parte de nuestra historia con geografía propia y algunas criticas directamente relacionadas con otras películas sobre el tema. Dice un testimonio lanzado no al azar “nosotros no somos los chicos de la guerra” en referencia a un film icónico sobre el tema. Pero en esos hombres que dan su testimonio de modo sencillo y contundente, escapándole a lo conmovedor, que siempre aflora, hay un especial ítem que tiene que ver con la culpa de estar vivos, o el no haber podido salvar a tal o cual hombre, y a los que consideran ser verdaderos héroes, a ninguno de los entrevistados le gusta ese título para sí.
Un hecho que llama especial atención en la era actual es el fenómeno de la concientización de hechos históricos. Especialmente en lo que concierne a las generaciones más jóvenes. ¿Cómo lograr una impresión duradera en un adolescente que lo vio todo? El hecho de tener el mundo entero al alcance de un click disminuyó mucho la posibilidad de conmoción. Y esto no solo le ocurre a los chicos, sino a cualquiera que se acostumbre a navegar por las redes habitualmente. Los devenires de la actualidad, por muy impresionantes que sean, entran por un oído y salen por el otro. En mi caso, nací en el 2002 y, para el momento en el que llegué a la secundaria, ya estaba absolutamente familiarizada con la realidad proporcionada por la tecnología de las redes. Fue en esos años que, todos los primeros días del mes de abril, el colegio invitaba a ex combatientes de Malvinas a impartir charlas sobre el acontecimiento bélico. Recuerdo a mis compañeros escuchándolos con mucho respeto, para desentenderse totalmente del tema minutos después de finalizada la charla. Todos entendíamos la gravedad del asunto, pero no nos terminaba de impactar en la piel. Ayer, viendo ‘1982: La gesta’, deseé que el documental de Nicolas Canale hubiese llegado antes. En un momento en el que los chicos van al colegio y solo prestan atención a los episodios de Canal Encuentro, espero que esta producción alcance todas las instituciones educativas que pueda. En solo una hora y veinte minutos, se llegan a entender las piezas principales que, en su minuciosidad, conforman el todo que fue el conflicto de las Islas Malvinas. Los que peleaban por mar, los que lo hacían por el cielo, y los que luchaban parados en la tierra. Veintidós testimonios representan con exactitud a todos esos hombres. Y, lo más importante, los revisten de una humanidad que muy usualmente solemos restarles. Durante todo el documental, vemos pasar los testimonios que se amalgaman para conformar el relato cronológico de la guerra. Los hombres entrevistados no solo cubren el paso a paso de la gesta, sino que le agregan el componente que hace a esta producción única: el factor sensible. Cada una de las memorias está narrada desde el amor, y eso se evidencia en mucho más que la anécdota misma. La música refuerza lo dicho. Las imágenes lo ilustran en los momentos exactos. Y los recuadres elegidos para cada plano enfocan a los veteranos con una cercanía que impacta desde cualquier butaca. No es extraño que el resultado de ‘1982: La gesta’ sea un producto tan íntimo. Su director, Nicolás Canale, hizo lo que cualquier creador de documentales debería hacer, que es empaparse del tema. Además de ocuparse de la información testimonial, también cubrió el aspecto geográfico, y para ello viajó a las islas. Las fotografías de las Islas Malvinas actuales amplían enormemente la explicación de la trama, pero además tienen algo que las hace un relato en si mismas. En esas imágenes estáticas de alguna forma se puede imaginar el frío, pisar la tierra mojada, y sentir el aire rozando la piel.
“1982. La Gesta”. De Nicolás Canale. Crítica. Malvinas en primera persona. Matias Frega Hace 2 días 0 196 Mañana jueves 20 de octubre se estrena el documental “1982. La Gesta”, dirigido por Nicolás Canale. El film narra, desde los ojos de 22 veteranos de Malvinas, los momentos más importantes de la guerra. Un trabajo conmovedor que muestra a corazón abierto los sentimientos y experiencias de los verdaderos protagonistas de uno de los hechos más relevantes de la historia argentina. 40 años después del conflicto bélico que enfrentó a nuestro país contra el Reino Unido en busca de recuperar las Islas Malvinas, que en el año 1833 fueron ocupadas militarmente por los británicos, el realizador recoge los testimonios de varios ex combatientes y logra recrear un relato cronológico de todos los pasos que fueron gestando dicho momento histórico. Desde aquel 1° de abril de 1982 donde, el entonces Presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri anunciaba que las Islas Malvinas habían sido recuperadas hasta la vuelta de los sobrevivientes y su destrato por parte del estado. El alma de este documental recae en los recuerdos de estos hombres que vivieron en carne propia el horror de la guerra, pero el film no se centra únicamente en contar los hechos, sino que permite conectar con cada uno de los protagonistas y entender que pasaba por sus mentes y corazones. Muchas preguntas son planteadas durante el transcurso del metraje y son las voces autorizadas las que responden, colmando de emoción cada momento. Junto a los testimonios se entremezclan materiales de archivo y algunas animaciones que permiten al espectador recrear los hechos narrados. Aquí no solamente hay espacio para las lágrimas, muchas de las anécdotas son recordadas con una sonrisa por parte de estos hombres, que sin dudas dan un aire diferente a esta producción. La edición (Patricio Dondo) y la musicalización (Lucas Córdoba) juegan roles clave para crear un ambiente hipnótico en esta cinta, generando que el espectador se sumerja en cada testimonio recreando cada instante en la mente, permitiendo así poder comprender, aunque sea un poco, esas experiencias que marcaron las vidas de estas personas. “1982. La Gesta” es un trabajo emocionante que permite conocer otro lado sobre la guerra que marcó un antes y un después en la historia de nuestro país. Pero, sobre todo, conocer los rostros y voces de quienes estuvieron ahí. Calificación Dirección Guion Fotografía
La Guerra de Malvinas ya ha tenido muchas películas sobre los eventos ocurridos en el año 1982 en el Atlántico Sur. Incluso se podría decir es muy alto el porcentaje de largometrajes hechos acerca de esta guerra. Las hubo de todo tipo, con más documentales que ficciones. Las visiones sobre la misma guerra eran muy variadas, pero en general todas tenían una mirada pesimista, deprimente e incluso vergonzosa. Casi todas expresaban un punto de vista contrario no solo a la dictadura militar, sino al mundo militar en general. Por eso algo faltaba siempre, o casi siempre. Por eso 1982 La gesta viene a cubrir ese gran vacío que el cine argentino nunca intentó cubrir. Veintidós veteranos de la Guerra de Malvinas reviven sus experiencias cuarenta años después. Lo hacen contando su punto de vista, dejando de lado la política y poniendo el énfasis en su experiencia personal, sus valores, sus recuerdos. La mirada de los que estuvieron allí, no de los que teorizaron sobre la guerra. La película es emocionante, muy respetuosa, y entrega otra pieza más para completar el rompecabezas sobre una experiencia dolorosa para la Argentina. No es una película para dar lástima ni bajar línea, es un merecido espacio para los veteranos.