Peter Lanzani brilla en su actuación y da muestras de que es por escándalo el actor argentino del presente y futuro, en una película que no pasa de la media y que tiende a pecar de pretenciosa.
Si hay algo meritorio en la carrera de Peter Lanzani es que ha sabido librarse del mote de “chico Cris Morena”, un mote que le fue impuesto luego de su aparición en la novela infanto juvenil Casi Ángeles (2007-2010). A lo largo de 4 temporadas y 549 capítulos, Peter se ganó un lugar en la cultura popular local, siendo reconocido como uno de los mejores actores que tuvo la serie y al margen del éxito posterior de Lali Espósito con su carrera de cantante, logró obtener el respeto del ambiente del espectáculo argentino y sudamericano y transformarse en el icono actoral de los jóvenes. Claro que esta fama solía venir acompañada de preguntas sobre posibles futuros trabajos con Cris Morena y papeles que más tenían que ver con su trabajo anterior. Por suerte para quienes no consumen ese tipo de producciones, Peter optó por cambiar el rumbo de su carrera y dedicarse a protagonizar papeles más adultos y profundos. Un poco de esto se pudo ver en sus películas más recientes como El Clan (2015), Solo Se Vive una Vez (2017) y El Ángel (2018) y a pesar de las distintas opiniones que se generaron con respecto a esos tres diferentes filmes, la piedra angular entre ellas era la actuación de Lanzani.
Tomándose el tiempo necesario para seleccionar los papeles más potables e investigando lo necesario para que estos sean lo más realistas posibles, Peter logró revertir el concepto que rondaba en la opinión pública sobre que él siempre seria uno de los Teen Angels, pero todo eso quedó en el pasado y ahora Peter se mete en su papel protagónico más complejo y jugado en 4X4 (2019), la nueva película de Mariano Cohn. En esta nueva película Peter interpreta a Ciro Bermúdez, un ladrón de poca monta que en su afán por querer apropiarse de una camioneta último modelo, queda encerrado en ella sin ningún tipo de contacto con el exterior salvo por las esporádicas charlas que comparte con el dueño del vehículo, quien fuera el que ideó ésta trampa mortal motorizada. De esta manera, Ciro deberá encontrar la manera de poder escapar de esa fortaleza blindada mientras que su cordura empieza a desvanecerse.
El cine argentino es conocido en mayor medida por dos géneros en particular: Comedías y dramas. Por fuera de estos dos géneros, que bien han sabido generar una identidad de cine propia, en los últimos años los realizadores han empezado a ver con mejores ojos el hecho de hacer producciones que sean más ambiciosas y complejas para intentar lograr una semejanza con las películas que vienen desde otros mercados. El thriller debe ser uno de los géneros que más problemas trae a la hora de su confección y es por eso que el director Mariano Cohn, junto con los guionistas y productores, ha logrado captar la esencia de este género en ésta película. Sin dudas, lo más destacable pasa por explotar el encierro del personaje principal dentro de la camioneta. Por otro lado, lo que peor funciona en la película es la interacción de Ciro con otros personajes. Teniendo en cuenta que el guion fue escrito por dos personas, el propio Cohn y Gastón Duprat, estas fallas suelen ser normales, pero lo que no es normal, es que el nivel sea tan desparejo. Cuando el personaje de Lanzani se encuentra encerrado y sin ningún tipo de escapatoria, se encuentra al borde de perder la cordura y tiene que recurrir a las peores acciones que un humano pueda imaginar para sobrevivir, es realmente convincente y hasta se puede sentir empatía por el personaje, a pesar de que su backstory no sea para nada amigable. Por el otro lado, cuando los personajes conversan o comparten cámara, el guion se vuelve realmente tedioso, cayendo en lugares comunes y termina dilapidando todo el buen ambiente de tensión que fue generado previamente.
De la mano con estos vaivenes, hay un subcontexto político y social muy marcado que toca de una manera muy fuerte un tema por demás delicado. Cuando todo esto comienza a tomar más protagonismo en el film, éste comienza a perder la fuerza que, pese a sus momentos flojos, había sabido construir. Si el plan inicial era el de sembrar el debate y la polémica por un tema tan complejo, hubiera sido mejor que el desarrollo fuese más preciso y tratado con la delicadeza que se merece.
En cuanto a lo actoral Peter Lanzani vuelve a demostrar que es sin dudas el mejor actor de esta generación. Ya lo venía mostrando en sus papeles anteriores y en esta oportunidad se roba por completo la película. Dejando de lado el hecho de que el corte final de la película cuenta con casi el cien por ciento de su participación en cámara, lleva su actuación a otro nivel, casi siempre desde lo que transmite la mirada y lo gestual por sobre lo físico. El resto del elenco cuenta con otro de los grandes interpretes del cine nacional como Luis Brandoni y por el famoso comediante Dady Brieva, pero a ninguno de los dos se los puede evaluar realmente porque su tiempo en pantalla es escaso y ese tiempo no es aprovechado en lo más mínimo.
4X4 termina siendo una experiencia que no deja una sensación satisfactoria en ningún aspecto, pero que al mismo tiempo tampoco puede decirse que no lo hace nada bien. Lo que más sobresale es la brillante actuación de Peter Lanzani, quien se afianza como el actor argentino con mas proyección a futuro y quien disfruta un presente envidiable.