El amor después del cajón
Galardonada en el último Festival de cine de Mar del Plata, la mexicana Cinco días sin Nora es una comedia dramática con toques de humor negro de gran nivel, sobre los protocolos familiares y religiosos.
Nora ha muerto y, por motivos de fechas religiosas judaicas, no puede ser enterrada hasta dentro de cinco días. Los preparativos y la llegada de familiares precipitarán distintos conflictos ocultados en el tiempo. José (Fernando Luján), el ex esposo de Nora, sospechará que todo fue planeado por la difunta y buscará resolver el misterio.
Estamos frente a un enigma según el personaje de José, a través de quien el espectador accede a la información. Él comprenderá, mediante la desconfianza que le provee su ateísmo, malhumor y carácter fácilmente irritable, que algo se esconde detrás de la ceremonia. Y lo que descubrirá es nada más ni nada menos que a Nora, a la verdadera Nora.
Con el correr de los minutos y mediante distintos flashbacks que nos invitan a resolver el misterio envuelto alrededor de Nora, José llegará a conocer a su difunta ex esposa aún más que en vida, incluso comprenderá porqué llegó a enamorarse de ella.
La película de Mariana Chenillo, establece un tono sarcástico acerca de los rituales familiares y las relaciones que se esconden detrás de ellos. Siempre con un armonioso balance entre el drama y el humor, que evitan que el film caiga jamás en golpes bajos. Con una sutilidad excepcional, la directora nos lleva a recorrer varios géneros, desembocando inesperadamente en una historia de amor.
Al ver Cinco días sin Nora, sabemos que estamos frente a un pequeño gran film. Pequeño por la cantidad de personajes y escenarios –y presupuesto lógicamente- con que fue realizado. Grande por la capacidad que tiene de desarrollar varios sub temas y abrir tantos interrogantes. Todo lo que se espera de una gran película.