El caos después de la muerte
Sin demasiada prisa, la directora Mariana Chenillo construye este relato detallista y descriptivo que gira en torno a una reunión familiar luego de la muerte de Nora, una mujer de sesenta y tres años. Una desaparición más que sospechosa y una carta dejan abiertos el abanico de las posibilidades y de las dudas.
Aunque anunciada como una comedia “desopilante”, la película es un drama con sólo algunas frases de humor: “Si fuera por mí, la enterraba viva”, asegura el ex esposo en un pasaje del film.
La trama hace foco en los cuatro días que hay que esperar para enterrarla ante la llegada de las fiestas judías. Y ahí afloran las miserias de su ex esposo, su hijo y nuera, además del choque de costumbres y los enfretamientos religiosos con el rabino de turno.
La comida sirve como elemento de unión familiar en este film con manipulaciones y secretos que descubrirán los integrrantes del clan. Un poco más de ritmo no le hubiera venido mal, pero el resultado es interesante por la solidez del elenco y por el clima de enfrentamientos que le impone su realizadora. A veces, es mejor no morirse.