Surrealismo expresivo
Si En el futuro (2010) el hilo conductor es el sexo, en Accidentes gloriosos (2011) se podría decir que su trama gira sobre varios accidentes. De esta manera Mauro Andrizzi, junto al sueco Marcus Lindeen, sumergen al espectador en un mundo surrealista de historias inexplicables que por alguna extraña razón se convierten en atrapantes.
Con un formato experimental, los realizadores se permiten trabajar diferentes relatos independientes entre sí pero con un mismo punto de conexión: un accidente que no tiene porque ser lo que propiamente dicho entendemos como tal. Así vemos desfilar a un fotográfo que busca el accidente perfecto, un hombre tras los pasos de un chupapija o un cualquiera que encuentra las cartas de toda una vida.
Imágenes sueltas y otras entrelazadas, algunas fotos, un registro mezcla de ficción y documental en el que el diálogo no existe y todo se articula a través de un relato over que lleva adelante la actriz Cristina Banegas, poniéndole voz y alma a cada uno de los personajes, cuyas historias dramáticas combinan el grotesco, lo absurdo y hasta la comedia trágica.
Accidentes gloriosos se estrena junto con En el futuro conformando un díptico experimental sobre un cine al que muchas veces no se tiene acceso. Surrealismo puro en su más profunda esencia no apto para quienes buscan las convencionalidades de lo narrativo.